¿Por qué no?

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Departamento de Shura, tres semanas después, miércoles 7 am

Sonó la alarma una primera vez, una segunda vez, y en el tercer aviso Pandora la apagó, para luego volver a acostarse en la mullida cama a un lado de Shura, ambos con pijamas de gatitos y ovejas (porque hablar de la miseria en una amistad tan cómoda no exige etiqueta).

- ¿esto es la vida real?- pregunta la pelinegra envolviéndose en las sábanas- no quiero existir hoy...ni mañana...

- Mierda tengo que hablar con Camus, iré a mi primer control, matame.

- Al menos tú tienes un psiquiatra con músculos en el abdomen esperando a que aflojes- Pandora estaba de peor humor que en las semanas previas, no había vuelto a ver a Yuzuriha luego de una semana buscando las instancias se dio cuenta que r era peor invadir su espacio asi que sin muchos animos se resignó, sumiéndose en una amargura más allá de la habitual.

- ¡No va a pasar nada!, Que Aioros no de señales de vida no significa que voy a correr al primer idiota que aparezca...

- Pero estás en tu derecho, aprovecha esas hormonas y ten maratones de sexo, por ti, y por mí, y por todos los humanos que no tenemos ánimos ni de sacarnos la ropa en estos días

- Pandora... maldita ven acá- Shura acerca a su amiga y despeja su cara de los mechones apelmazados que la tapan, la toma de los hombros y la mira a los ojos

- ¿Qué?

- Anda a Japón, pasa tiempo contigo, haz lo que necesites pero no te quedes aquí triste y abandonada, porque te van a crecer las ojeras esas que ya van en tu nariz...

- ¡¿ME ESTAS DICIENDO VIEJA?!

- No, estoy dándote ideas para que no te hundas

- Entonces me voy mañana por la tarde... el pasaje estaba...

- Llámame una vez al día

Shura se levanta con pesar, siente que las horas de sueño ya no compensan el desgaste diario que es mover su cuerpo, si bien aún no llega a los cuatro meses, se siente distinto en esta nueva etapa que su cuerpo se encarga de acomodar todo para el parto, definitivamente sus caderas ya crecieron un tanto, pero lo bueno es que los ataques de llanto por "nada" eran más controlables. Luego de un baño y de una afortunada elección de ropa que ya no se encarga de disimular su prominente curva y trasero, se mira en el espejo de lado confirmando que aún no se nota y que ya es tiempo de hablar con Camus, no quiere preocuparlo respecto a la situación con Aioros, además el francés sabe que Aiacos no se ha rendido, Shura ríe ante esa idea, como va a correr cuando sepa de su embarazo.

Despacho de Camus Etienne. 9 am

- ¡Hola hola!

- Cuanta alegría, asumo que todo te ha salido bien- Shura llega con café para camus y té para sí mismo y toma su lugar en el asiento frente al escritorio

- ¿Y tú no? Hay algo que no me has contado y ya estoy cansándome de mirarte sutilmente esperando que lo escupas...

- Te imagino siendo una seda con tus clientes

- ¡Pero si no saben leer!

- - Hablando de leer, ¿dónde dejaste los informes del caso represas?

- Aquí está

- Es largo, fue tedioso pero ayudó a sentar precedentes- Shura se acomoda en el asiento con su té y se pone a leer al tiempo que Camus ordena sus documentos

Cállate y dame un hijo.Where stories live. Discover now