Trabajo en grupo.

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La vida universitaria se suponía que era algo lleno de esperanza, sueños y realización personal.
Pero Deidara se sentía que su vida se encontraba siendo drenada, quizás una entidad maligna estaba drenando su juventud.

– Oh eso es una gran idea... –se dijo a si mismo, aquella podría ser una gran escultura.

Con aquella idea en mente, dándole forma en su imaginación se encontraba caminando hacia el aula de arte.
Cuando llegó por suerte estaba abierta aún así que no duda en entrar y trabajar con su idea, quizás esta vez si consiga que el profesor exponga su obra en la galería.

Por mucho que intentara mejorar el profesor de arte, Onoki, siempre le decía que aún no estaba listo, que todavía le faltaba encontrar su luz.
Deidara se esforzaba pero no conseguía ningún resultado, siempre era lo mismo.
Sin embargo otros compañeros parecían encontrar su musa fácilmente pues del primer intento ya exponían.
Quizás era que una pintura era más popular que una escultura de arcilla o quizás Onoki tenía favoritismos, quien sabía.

Se encontraba tranquilamente moldeando hasta que su instinto de Alfa se activa, no era precisamente bueno en ocultar su olor pero por suerte nunca le trajo mayor inconveniente que alguna Omega atraída por este.

– Estas lejos de tu salón, Uchiha –siempre que su olor se salía de control el Uchiha estaba cerca y eso le inquietaba.
– Quería verte –el corazón de Deidara comenzó a latir apresuradamente y el olor a nogal se hizo presente en la sala– Por lo que veo también querías verme...
– Son imaginaciones tuyas hm –responde rápidamente para continuar con su escultura pues no pensaba matar su creatividad por ese imbécil.
Puede escuchar pasos acercarse aún sin atreverse a mirar sabía que Itachi se había sentado a su lado.
Deidara mirame –la voz de Alfa de Itachi le hizo obedecer a regañadientes, todos en la familia de el del Clan Uchiha eran Alfas y por ello este tenía mayor fuerza y control.
– ¿Qué quieres? –pregunta por fin el de rubios cabellos
El de mayor estatura no duda en besar al contrario en los labios, no fue en beso pasional sino uno casto y de poca duración– Esto quería.
El de dorados cabellos no pudo evitar que su rostro enrojeciese ante la acción contraria– ¿Eres idiota? Eres jodidamente idiota ¿Esa cabeza de genio no piensa?
– No es mi culpa, te ves hermoso concentrado
– ¿Qué mierda de excusa es esa? –Deidara se encontraba realmente enfadado, no le gustaba el comportamiento que últimamente adoptaba el mayor.

Itachi posa su mano en la mejilla del de rubios cabellos y con el pulgar acaricia el pómulo de este, quería que se calmara un poco– Necesitamos hacer un proyecto de fotografía y quiero que seas mi modelo.
– ¿Desde cuándo para un abogado se necesita una sesión de fotos? –cuestiona confuso pues no lo entendía.
–Estoy haciendo un cursillo de fotografía sin que mis padres lo sepan, Obito lo esta pagando –contesta el mayor de los dos con una leve sonrisa, muchos no veían la felicidad de Itachi pero Deidara si lo hacia.
– ¡Eso es fantástico hm! Pero... ¿Tus padres no se enfadaran? –pese a decir que odiaba al de oscuras hebras no podía evitar preocuparse.
–Mi tío dice cargar con la responsabilidad, además, siempre puedo confiar en el tonto de Sasuke si nos ponemos en lo peor –contesta Itachi en pos de tranquilizar al de rubios cabellos– Pero aún no respondiste a mi propuesta...
–¿Por qué tendría que ser tu modelo?
–Porque te podrás codear con artistas que conoce mi tío –esperaba que esto fuera infalible y no tuviera que admitir sus verdaderas intenciones para con este modelado.
–Esta bien, acepto hm –aquella era una situación que podría tomar en su ventaja pues con unas simples fotografías podría abrirse puertas en el mundillo, chupate esa Onoki.
–Lo camuflaremos todo como un trabajo de clases para nuestras familias, conozco a Menma y no quiero tenerlo como perro guardián todo el día.
–¿Estas insinuando algo malo de mi hermanito hm? –todo el mundo era conocedor de que meterse con la familia de Deidara era un suicidio.
–Dios me libre.

Tras esa conversación y algún que otro beso robado de más se despidieron quedando para verse el fin de semana.

*Por otra parte con Menma*

La tarde estaba entrando, los papeles estaban sobre la mesa mientras Hanabi, la hermana pequeña de Hinata lo miraba desafiante.
En otras circunstancias Menma ya le habría buscado pelea pero tenia dos inconvenientes, pelearse con una niña pequeña estaba mal y más si esta era tu cuñada, el otro inconveniente era que Hinata apaciguaba su ira cada vez que la veía concentrada en sus problemas de matemáticas.

Hanabi adoraba a Naruto pero era hostil con Menma, desde que se conocían siempre era así y para el de orbes azulados era obvio que esto no cambiaría y que Hanabi siempre sería la guardiana de su dulce novia.

--Notas del autor--
No tengo excusa para actualizar tan tarde pero tenía poca inspiración, la próxima haré el lado MenHina más extenso.
Agradezco los comentarios y los votos positivos, de veras.
Los quiero mucho~

Corazón de tinta (SasuNaru | Omegaverse)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt