Extra

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—¡E-Edd! ¡A-Ahh! —

—E-Eso es... —sonrió —, Gime, me encanta cuando l-lo haces...—

El noruego al seguir sintiendo ese placer dentro de él no pudo evitar gemir más fuerte mientras los crujidos de la cama no paraban.

—V-Venga, gime mi nombre...—

—¡E-Edward! —

El mencionado al escuchar su nombre de forma tan erótica no pudo evitar mover sus caderas con mayor fuerza mientras mordía ese cuello algo pecoso del noruego.

Los años pasaron, Edd y Tord nunca perdieron el amor del otro. Para ambos sus amor era como una flama que no se podía apagar.

En cuanto regresaron de su luna de miel, Tord busco en línea en una página de internet a una mujer que prestara su vientre para tener un bebé.

Para sorpresa de todos, la chica que eligió resulto ser igualmente de origen noruego.

Tord estuvo bastante nervioso, fue la primera vez que lo hiso con una chica y se había sentido tan mal por hacer "eso" con ella que sintió que engaño a Edd. Incluso aun sabiendo que tuvo la autorización de su pareja para hacer "eso".

En cuanto la prueba de embarazo dio positivo, Tord sintió las ganas de llorar.

Todos celebraron, hicieron fiesta y todos se divirtieron con la chica llamada Alexa.

Los meses pasaron rápido, Edd y Tord pagaron todos los gastos que fueron necesarios para el cuidado del bebé, ultrasonidos, medicamentos, etc.

En cuanto la pequeña niña nació, Tord inmediatamente le puso el nombre que eligió desde que habló con Edd el día de su boda.

La pequeña noruega igualmente tenía una gran similitud con Tord y con la chica (como era de esperarse), aunque todos miraron alegres como la pequeña Tori había heredado los ojos plateados de su padre.

En cuanto le pagaron a Alexa por su ayuda, ella se tuvo que ir a estados unidos ya que había conseguido un empleo muy bueno.

A pesar de que no habían vuelto a ver desde entonces, siempre le dejaron los brazos abiertos si es que ella quisiera ver a su hija en un futuro.

—¡E-Edd! —

El mencionado sonrió de oreja a oreja al ver como su noruego intento ocultar sus gemidos con el brazo.

La pequeña mordida que el británico le dio a Tord fue dolorosamente placentero. Sin duda alguna dejaría una marca durante algunos días.

—¡A-Ahh! —gimió —, ¡A-Ahí, ahí Edd! —

La habitación estaba totalmente caliente.

Las épocas navideñas por fin estaban llegando y la fría nieve no dejaba de caer.

Tord seguía preguntándose cómo es que una simple noche de maratón de películas navideñas con su esposo terminó siendo una noche de pasión en la cama mientras la televisión intenta ocultar sus gemidos.

Cada vez que ellos hacían eso, siempre Tom se carcajeaba internamente. Nunca esperó que el noruego "macho" terminara mordiendo una almohada por el "tierno" Edd.

La relación que Tom y Tord tuvieron después de sacarlo de prisión fue muy buena. Eso alegró a todos, en especial a Edd ya que siempre quiso ver a esos dos como amigos, verdaderos amigos.

El noruego con algo de dificultad abrió los ojos, solamente para ver esos ojos color chocolate que le hacían ver que tan enamorado estaba Edd de él.

Este último sin embargo no podía ver muy bien que digamos, su cabello algo largo le tapaba un poco los ojos y gracias al sudor era muchísimo más difícil.

Mi olvidado favorito- EddsworldWhere stories live. Discover now