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Constipado era como se sentía exactamente dentro mío.

Quería negar que fuera él por mas obvio que todo encajara frente a mi; Y tal vez eso explicaba porque me sentía tan estúpidamente ansioso con tal sólo verle.

¿De la nada iba a surgir? ¿Sin previo aviso iba a intervenir en mi rutina? Todo lo sentía lúcido desde que su nombre fue expulsado de los labios de Taehyung.

Min Yoongi.

Nueve letras que constituían en un armonioso nombre, uno que podía hacer de mi mente un desastre si así lo deseaba. Un nombre que hace mucho no tenía la dicha de oír; Nada fue trágico en el pasado, claro que no, pero ¿Por qué seguía afectándome tanto su sola presencia en los mismos tres metros cuadrados junto a mi?

Entreabrí los labios dejando salir un suspiro atrapado desde que me encerré en mis propios pensamientos; Y de nuevo me atreví a mirarle, a admirarle más bien. Era inconcebible cuan vividos sentía los recuerdos de una infancia junto a este chico, es de hecho tonto el siquiera plantearme que la persona plácidamente dormida frente a mi, era la misma que me había acogido entre sus brazos varios años atrás. Y lo mas increíble era quizá la minima diferencia que había en sus rasgos juveniles.

Su piel pálida seguía ahí. Su complexión delgada, sin embargo varonil se exponía con tanto desdén; Sus perfiladas y oscuras cejas decorando el marco de su rostro eran sólo la cereza sobre el pastel. Pero sus labios, sus labios. No podía dejar de distraerme con ellos porque los recordaba tanto, cada sonrisa, cada puchero, cada llanto.

Me sentí abrumado. Sentía el espacio en el que estaba, reducido. Había olvidado que ahí estaban dos de mis amigos, había olvidado la molesta resaca y en mi mente sólo se repetian esas nueve letras en conjunto. Min Yoongi.

- Taehyung, yo... Creo que necesito salir, debo. Sólo, por favor.- Con dificultad me alejé de la tina, perdiendo el equilibrio a punto de caer de no haber sido por los brazos de Tae sosteniendo mi cuerpo con evidente esfuerzo.

- Ya. ¿Seguro qué quieres salir? Chim, si llegas a desmayarte en plena calle no estaré ahí.

Negué repetidas veces aunque las venas en los laterales mi cabeza palpitaban causándome dolor. Él pensaba que mi estado se debía a la resaca y la realidad estaba muy alejada de esa suposición. Logré separarme de mi amigo después de unos minutos, poniendo todo mi esfuerzo en lucir bien.-Completamente seguro, pero te necesito aquí. Si pudieras deshacerte de todos. Creéme sería de mucha ayuda.- Tragué saliva ruidosamente. En serio no estaba listo para enfrentar a Yoongi con los ojos abiertos y siendo consciente del todo.

Vi la mueca en el rostro de Taehyung, sus labios frunciéndose al igual que el espacio entre sus cejas. Nuestra relación no se basaba en insultos o un trato salvaje, sin embargo si que era raro verme pidiendo algo de manera tan amable, tan calmada y en verdad pidiendo "por favor" con la mirada.

- Tienes tu celular por si pasa algo, yo... Me aseguraré de dejar todo bien aquí.

Estaba confundido, podía verlo pero no iba a perder más tiempo así que asentí y dediqué una última mirada a "el pálido bonito." porque no era mi intención verlo pronto, mi interior lo pedía a gritos, pero no podía quedarme más tiempo ahí, no cuando me era imposible estar tranquilo.

Simplemente tenía mucho que pensar, que aclarar y que cuestionarme a mi mismo más que a nadie.

Cuando tuve plena conciencia de mis acciones ya me encontraba tomando las llaves de la puerta, asegurándome de llevar mi abrigo y mi fiel compañera; Mi pelota anti estrés. Nunca la había necesitado más que antes.

softness, jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora