[ narrador: omnisciente. ]
—¿A mi casa después de clases, Chim?— El de cabello rojo vino introdujo las manos a sus bolsillos, encontrando una goma de mascar que rápidamente se llevó a la boca antes de ver de soslayo a su amigo, encontrándose con que se hallaba inspeccionando de lado a lado toda la longitud de la escuela a su alcance con el ceño levemente fruncido.
—Ya, deja a Jiminnie pensar en paz.— La hermana de Taehyung le brindó un vago golpe en el brazo con sus delgados nudillos mientras negaba mirándole con los ojos entrecerrados y el chillido exagerado que el moreno dejó salir fue suficiente para que Jimin desviara la vista hacía ellos, interrumpiendo su curiosa "búsqueda" por cierta persona.
Sinceramente el pelinaranja no tenía idea de donde había sacado tanta determinación por querer encontrar al joven de cabellos negros que había agitado su mente desde hace menos de dos días, pero ahí estaba; Como un chico inmaduro de preparatoria tratando de encontrar a la niña por la que se moría de amor aún sabiendo que no tendría la valentía para hablarle cuando le tuviera de frente, justo así. Y Jimin se sentía tan tonto en ese instante.
Iba a encontrarlo, y cuando lo hiciera... Bueno eso ya se lo preguntaría cuando el momento estuviera cerca.
El timbre sonó de manera ruidosa y eso logró que sus pensamientos se esfumaran como el humo del incienso en su cafetería favorita, como quería estar ahí bebiendo leche azucarada en vez de estar sudando hasta por las manos conforme los segundos avanzaban.
—Ah, debo ir a biología ya. La profesora va a matarme si llego tarde una vez más.— Yun revisó la hora en su celular color rosa pastel con algunos adornos infantiles pero tiernos colgando del aparato y seguidamente depositó un fugaz beso en las mejillas de ambos chicos. Aunque claro, sus latidos se aceleraron un poco más al sentir contra sus labios la tersa piel del amigo de su hermano.
-—¿Nos vemos en el descanso? — Comenzó a caminar de espaldas sin esperar una respuesta de los jóvenes, poco después volteándose para salir corriendo hacía otra chica, su mejor amiga. Una joven igual de linda que ella; Cabellos negros, labios gruesos decorados con tinta roja y un discreto delineado en sus ojos oscuros. Ambas caminaron a la par mientras platicaban sobre lo mal que la pasarían si no se apuraban a llegar al salón de clases.
—Deberías darle una oportunidad, a esa chiquilla la tienes a tus pies.— Habló el apodado Tae, haciendo alusión a su hermana mientras se quitaba ( al igual que Jimin ) los restos de labial con olor a sandia que Yun había dejado en sus mejillas. Comenzaron a caminar hacía la sombra para dirigirse a sus primeras clases del día.
El más bajo negó mientras reía más para aligerar el ambiente, sinceramente ya estaba un poco harto de los intentos fallidos que su amigo aplicaba para que él y su hermana tuvieran una relación, pero tampoco iba a decírselo así. Lo que menos quería era ofender a Taehyung.
—Quizá algún día la invite a comer algo.— Y eso fue suficiente para que el menor sonriera de esa peculiar y cuadrada manera que dejaba sin aliento a más de una, incluso tenía el mismo efecto sobre algunos chicos.
—Pero recuerda...— Tae se detuvo, de repente adquiriendo un semblante rudo. Y lo lograba rápido gracias a sus gruesas cejas levemente juntas y su mandíbula alzándose apenas en señal de superioridad. Jimin le miró sobre el hombro antes de voltearse por completo para enfrentarlo, fastidiado ya que se les hacía tarde pero tuvo la paciencia para preguntar "¿Qué?" Al mismo tiempo instalando la mano derecha en su frente con el objetivo de evitar la poca luz solar debido al reciente frío de la temporada.
—Si la haces llorar. Te mato, Park.— Le apuntó con el dedo índice, la mirada seria y el cuerpo imponente.
Jimin sonrió pareciéndole adorable el instinto de hermano mayor que rara vez veía en su amigo, aflorar de manera tan natural. Rendido alzó las manos a la altura de su cabeza con una sonrisa adornando sus labios gruesos. Sabía que Taehyung hablaba en serio, pero le era imposible no reaccionar así ante él.
