3-Planeando una venganza.

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Los años fueron pasando:

El rey Milo era muy querido en Gemau, diferente a Saga.
La gente creía que estaba loco, hablaban mal del Rey en todos los rincones del Reino, ya que lo creían un demente, pocos querían al Rey y esos eran aquellos que trabajaban en el castillo y veían los desprecios del Rey cortesano al Doncel.

(...)

En el pueblo:

El joven Mystria quién contaba con 7 meses de gestación compraba telas junto a su hermano Degel, el muy triste Camus y su prometido un joven samurais Izo del ya destruido Reino de Capricornio.
Izo se había refugiado hacia dos años, con su padre Ionia y sus hermanos menores Cid y Shura. Éste no le importaba el pasado de Mystria, él lo amaba y lo defendería a cuesta de su propia vida, su padre Ionia, un hombre de muchos conocimientos, jamás se opuso por lo que la relación prosiguió sin problema alguno.

Mientras Mystria e Izo iban eligiendo las telas para el pequeño negocio que tenia la pareja, Camus debía oir como la gente susurraba cosas de su hermano.

-Viste quien está ahi. -decia una mujer a otra que se encontraba con un niño en brazos.

-Son unos descarados, solo ensucian un pueblo decente estos forasteros. Mirais que dos Donceles juntos es una vergüenza, el Rey no debería permitir semejante falta de respeto, deberían cerrarle las puertas a este tipo de gente.

La otra señora levanto el entrecejo

-Que se puede esperar, si ya el Príncipe Kanon había deshonrado el Reino y el Rey Abel no hizo nada, más bien se lo festejo.

-Ojala, el Rey Milo haga algo, pero con el esposo que tiene no creo que logreis mucho, que Dios nos bendiga y el Rey Saga fallezca asi el rey Milo podra encontrar alguien que si valga la pena y no un desquiciado poco delicado Doncel.

Camus le dolía oir esas cosas de su hermano y de su amado Saga.

(...)








Mientras en la habitaciones del castillo.



Saga se encontraba llorando: Estaba al punto de la locura.
Habían pasado años sin que Milo lo haya tocado. Él quería que Milo lo hiciera suyo, tener hijos de esté, pero no pasaba nada.


Poco a poco iba perdiendo la cordura, ya no sabia que hacer para que Milo lo amase como él lo amaba: ciegamente y sin límites.

Provocando que cada día su odio aumentaba hacia el tal Camus, al punto de desearle la muerte, no solo desearlo, sino de querer matarlo con sus propias manos.

-Lo odio, le daré la peor de las muerte a ese maldito -soriendo sádicamente -Con el muerto, Milo me verá y se dará cuenta de mí amor puro e incondicional -lo decía de una manera tan segura de si mismo -Lo buscaré, lo traeré al castillo y poco a poco lo iré envenenando. Así es, mi plan es perfecto, el tal Camus debe morir.

golpeando su mano contra aquel escritorio de madera.
Las cosas en el Reino no iban bien, pero Saga no sabia ya que eso eran cosas que se ocupaba Milo por eso le ha cedido su puesto como Rey.

-Si, Camus debe morir -riéndose de manera diabólica

(...)

~2 semana después ~

Mystria se encontraba acomodando cosas en su negocio mientras su prometido que regresaba de su otro trabajo cómo escudero traia un sobre sellado para Camus.

𝓤𝓷 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓺𝓾𝓮 𝓯𝓾𝓮 𝓹𝓻𝓸𝓱𝓲𝓫𝓲𝓭𝓸.Where stories live. Discover now