Hermanos

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Se encontraba ejercitándose en un espacio de su habitación, con cada movimiento realizado flexionaba sus brazos y contraía los músculos de su espalda que eran fortalecidos. Decidió retomar a tiempo su rutina de ejercicios. Bajo ningún motivo volvería a descuidar su cuerpo.

-95, 96, 97...

La camiseta blanca se ceñía a su cuerpo y el short gris dejaba al descubierto sus piernas mientras realizaba dominadas sobre una barra fija que había mandado a instalar, su cuerpo tenía la dócil gracia de poder ser fortalecido y conservar una apariencia frágil, algo que le era conveniente puesto que normalmente no lo veían como una amenaza y por ende, rara vez utilizaba su fuerza para atacar.

-98, 99, 100.

Relajó su cuerpo descendiendo lentamente hasta llegar al suelo, tomó una toalla que reposaba sobre la cama y procedió a limpiar el sudor que desprendía de su rostro y cuello.

Tomó lugar en el suelo abriendo una botella de agua bajándose casi la mitad de un solo sorbo colocó el trapo sobre sus hombros y se apresuró a quitar un poco de agua que escurría de la comisura de sus labios. Revisó Observó el la hora que indicaba el reloj de la pared: 7:10 AM del día sábado.

Caminó hasta su espacioso baño, depositó la ropa sucia que estaba impregnada de su sudor en un cesto, tendría que acumular un par de prendas mas si deseaba llevarlas a la lavandería, retiró la liga de su cabello dejándola en el lavamos, finalmente entró en la regadera abriéndola para regular la temperatura adecuada, cuando estuvo lista dejó que el agua recorriera libremente por su cuerpo. Comenzó a hacer un recuento de lo sucedido en la semana, un hombre que intentó estafarlo queriendo falsificar su nombre, un joven que fue bastante débil para frustrar su suicidio sin siquiera comenzar a ejecutarlo y una señora adinerada que por algún motivo no dejaba de insistir para que él asistiera a una entrevista de matrimonio con su hija, fue sencillo lidiar con los primeros dos, sin embargo le fue complicado deshacerse de la indeseable atención obtenida, todo concluyó en un amable "no estoy interesado" con información valiosa de por medio.

Lavó su cabello con esmero, al tenerlo más largo requería de más cuidado, naturalmente era su egocentrismo quien hablaba por él. Continuó pensando en los sucesos pasados desde que tuvo esa reunió con el ejecutivo de la mafia japonesa.

Terminó de ducharse para finalmente posar sus pies en una báscula y medir su peso como lo hacía casi siempre, miró la aguja que indicaba la cantidad sonriendo había alcanzado lo ideal considerando la ligera, musculatura que logró cultivar

7:55 AM y ya se encontraba desayunando, un simple cereal con leche que mantuviera su apetito a raya. El teléfono que portaba en ese momento indicó una llamada entrante sin darle otra opción que contestar.

-Me alegra escucharlo tan pronto... No, no, eso es más que suficiente ¿Hoy en la noche? Deme un momento por favor- probó un par de cucharadas más de cereal antes de retomar la llamada- Listo, en el lugar de siempre- la persona al otro lado de la línea se escuchaba eufórica, sin embargo el informante le restó importancia- Por supuesto, estaré ahí puntual.

La llamada culminó junto al escaso desayuno.

Un clima fresco y extrañamente agradable visitaba la ciudad por lo que prefirió dejar su cabello suelto, no pensó mucho en qué ponerse; un ligero toque de perfume, Jeans negros, sus (ahora) inseparables botas y una playera negra con estampado blanco en el cual se podía leer "Curiosity Killed The Cat" con detalles de manchas que simulaban un disparo en la esquina inferior izquierda, coincidiendo con una de las cicatrices de su abdomen, le fue entregada como un regalo por parte de las personas con las cuales se reuniría esa mañana.

8:20 AM, con navaja escondida en su pantalón y un par de bolsas llevabas en mano se diría al apartamento en que las gemelas Orihara actualmente vivían puesto que la ubicación era la indicada para tomar el tren y llegar a tiempo a la universidad a la que ahora asistían, miró su reflejo en el espejo de siempre, trató de acomodar su cabello dejando siempre el flequillo en frente que lo caracterizaba. En el camino pudo observar humanos realizar diferentes actividades, silbo un par de melodías mientras organizaba actividades futuras en su mente, miró el cielo que de momento se encontraba despejado, dio un largo suspiro, estaba experimentando una sensación parecida al nerviosismo pero intentaba rebajarla a segundo plano para no admitir que había extrañado al par de engendros que tenía como familiares. Pasando por un callejón vio a un grupo de pandilleros acorralar a un joven chico, estuvo tentado a intervenir y manipular a la víctima para hacer frente a los asaltantes, sin embargo constató que de hacerlo, no llegaría a tiempo por lo que sencillamente llamó a un policía que se encontraba cerca. Grabó en su memoria (en su teléfono con una foto) el rostro del joven, cabello violeta posiblemente teñido, complexión delgada, unos curiosos lentes de fondo de botella y un lunar en el mentón, nunca se sabe cuando alguien podrá serte útil en el futuro, pensó.

Date Prisa y VeteWhere stories live. Discover now