20.

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3ra persona pov

|Esa Noche|

     Las dos tazas se encontraban durmiendo, o Almenos una de ellas, pues la otra no podía cerrar los ojos, estaba muy nervioso. Todo lo que ocurrió en aquel casino era mucho para él, todo había pasado con tanta rapidez que aún le daba mucho trabajo procesarlo.

     Mugman se sentó con lentitud antes de soltar un pesado suspiro, este miro a su costado donde Cuphead dormía, la taza mayor no parecía tener ningún problema sobre él mientras que el menor de las tazas estaba hasta el borde con problemas.

     Mugman se levantó de la cama con algo de cautela caminando hasta una silla donde aún descansaba su suéter, este metió su mano dentro del bolsillo sacando su caja de cigarrillos. —Hola viejos amigos— murmuró la taza mientras sacaba uno de los antes mencionados de la caja al igual que tomaba su lighter. Un cigarro podría calmarlo, siempre lo hacían. El menor salió de la habitación, bajando las escaleras para así poder salir de la casa. La taza no tenía ánimos como para ir hasta el bosque por lo que decidió sentarse en los pequeños escalones de la entrada. El menor poso el cigarro en sus labios y así uso el lighter para prenderlo.

     Mugman levanto su mirada al cielo mientras soltaba un suspiro lleno del humo.

     |Flashback|

     —Estoy tratando de ser paciente contigo Mugman, pero a la verdad que no puedo... Sé que eres inteligente, pero aún así eres igual de idiota que tu hermano.— dijo el demonio que ahora se levantaba de su asiento con una gran sonrisa. El menor de las tazas no sabia que hacer pues tan solo miraba con miedo al diablo. —pensé que iba a ser fácil engañarte con lo de la catástrofe, pero tal parece que no funcionó... A lo que perdí una apuesta gracias a eso— murmuró el diablo a lo último. —Pero aún así obtendré lo que quiero de ti— continuo hablando el diablo mientras apoyaba ambas de sus manos sobre el escritorio y se inclinaba hacia alfrente, Mugman por su parte se incogio en su asiento.

     —...¿Y eso es?...— cuestiono el menor en un murmuró, la sonrisa del demonio parecía crecer por cada segundo que pasaba. —Bueeeno~ solo necesito un pequeño y diminuto favor de ti— tarareaba el demonio mientras hacía aparecer una hoja de papel, creo que todos sabemos de que se trataba esa hoja. —si piensas obtener mi alma, no la tendrás— dijo rápidamente la taza que a los pocos segundos recibió una carcajada del diablo. —Oh, no, no, no... No es tu alma la que necesito, es otra, pero tú me podrías ayudar a hacer todo este proceso más torturoso para tal persona— decía el diablo. Mugman parecía confuso ante lo que decía.

     El diablo rodó sus ojos mientras golpeaba el escritorio. —¡Quiero el alma de tu hermano!— grito ya cansado el demonio mientras hacía que Mugman se sobre saltará ante la repentina acción. –¿q-que es lo que te hace creer te daré el arma de Cuphead? ¿Y por que me involucrarnos a mi?— cuestiono el menor con algo de valor. —¡Arg! ¿No lo entiendes verdad?— repugno el demonio mientras apretaba el puente de su nariz.

     —para serte honesto... ¡No! ¡No entiendo nada de lo que esta pasando! ¡No entiendo nada de lo que me estas diciendo!— respondió Mugman mientras ponía ambas de sus manos a los costados de su cabeza, pues lo único que entendía era que aquel cuento sobre "la catastrofe" había sido un simple engaño para traerlo aquí... Lo cual si había funcionado ¡Pero ese no es el caso! Aun así no entendía por qué él estaba involucrado en esto, ¿no era más fácil ir directamente con Cuphead?

     —déjame resumirlo... Tú le importas mucho a esa ignorante taza roja ¿no? Y bueno seamos lógicos. Si tú sufres él sufre el doble, tan simple como eso— explico el demonio al parecer olvidándose sobre su papel de ser miedoso. —oh... Creo que eso tiene algo de sentido... ¿Creo?— dijo Mugman antes de ser interrumpido por otro golpe en el escritorio que volvió a traer la atmósfera de terror.

     Los ojos del diablo se tornaron en espirales, la taza pareció saber lo que trataba de hacer por lo que trato de desviar su rostro, pero fue muy tarde pues ya se encontraba bajo un trance. El demonio sonrió con malicia mientras posaba el contrato frente al menor. —Bien ya no más juegos, todo lo que tienes que hacer es casualmente traer a tu hermano al casino y listo, si no lo cumples tu alma será mío, creo que el resto se explica sólo– dijo el demonio mientras remojada la punta de una pluma dentro de un pequeño frasco de Tinta. —por favor firma aquí— continuo hablando mientras la pasaba la pluma a la pequeña taza que continuaba bajo el hipnotismo del diablo.

     La mano del menor se levanto tomando la pluma y así empezar a firmar su nombre en la línea que esperaba al final del papel. Una vez listo el demonio no dudo en sonreír victoriosamente, le encantaba ser un tramposo. —ah~ perfecto— murmuró el diablo mientras tomaba el contrato y lo impeccionaba antes de enrollarlo y así chasquear sus dedos. Esta simple acción hizo que la oficina regrese a la normalidad y que aquella atmósfera de terror desaparezca.

     Mugman salió de su trance parpadeando varias veces al mismo tiempo que miraba para todos lado, segundos después fue golpeado por el rollo que fue lanzado a su cabeza. —Bueno Mugman, Fue un gusto trabajar con usted, Te espero ver aquí con tu hermano en dos días.— hablo con normalidad el demonio. —¿Que?— murmuró confuso la taza mientras sostenía el rollo con algo de miedo. El demonio tan solo chasqueo sus dedos con una sonrisa placentera. En un abrir y cerrar de ojos la taza se encontraba fuera del terreno perteneciente al casino.

     Mugman miró a todos lados antes de abrir aquel rollo, no tenía la menor idea de lo que acabo de pasar, pues de un segundo al otro todo se había tornado negro ¿extraño no? Los ojos de la taza se abrieron como huesos fritos al ver lo que contenía la hoja de papel. —¿¡Que?! ¡Esto no puede ser! ¿Que voy a hacer? ¿Que voy a hacer?¿Que voy a hacer?¿Que voy a hacer?— empezaba a gritar algo alarmado el menor mientras se movía de un lado al otro.

     —¿por que soy tan estúpido? ¡Yo y mi estúpida estupidez!— se gritaba a sí mismo el menor queriendo golpearse a sí mismo.

     —muy bien Mugman, esto tiene una solución... Solo piensa que no acabas de ser engañado por el diablo y firmaste un contrato bajo el hipnotismo del diablo— se murmuraba a sí mismo el menor mientras tomaba un gran sorbo de aire al cual dejo salir en un grito.

     Estaba arruinado y eso lo sabía, ¿como le diría esto a su hermano? No puede solo ir a él y decirle "me escape al casino donde el diablo me hipnotismo y me hizo firmar un contrato donde dice que te llevare al casino en dos días para que el así pueda tomar vengan ante nosotros pateando su trasero, ¡oh! y también dice que me torturara por que así sufrirás el doble" eso no se lo creería ni él mismo.

|fin flashback|

     Un suspiro pesado se escapo del menor que ahora cubría su rostro con una de sus manos. Tenía que decirle al mayor sobre eso, pues mañana en la noche debía presentarse en el casino con Cuphead o será adiós a su alma.

     ¿En que problemas se a metido?

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Acá vengo yo a actualizar después de dos meses de inactividad :')





















los amo 💙💜

Nightmares |CupheadXMugman|Where stories live. Discover now