Mi Cuñado Y Yo [+18 ©]

Capítulo 14 /El juego/

Daniel

¿Qué demonios acabo de hacer?

Yo no quería decir todas esas cosas, que además son mentiras, nunca me acosté con Paula, ni siquiera tuve el deseo de hacerlo. 

Siento como la rabia y el coraje me consumen y no me explico nada, si a penas en la mañana le di un beso y le dije que la amaba y ya ahora estamos mas que lejos ¿Qué hice?

_¿Por qué no puedo ser fuerte así como ella?_ Me repetí para mis adentros.

Tomé una copa con agua que siempre estaba en mi escritorio y la lancé contra la pared viendo como esta se rompía en pedazos así como me siento yo.

Sergio entró, supongo por el ruido. Miró los vidrios y luego a mí, se acercó con preocupación en su mirada.

Él era una de las pocas personas que me conocían, que saben todo de mí, y sabe que cuando estoy furioso me descargo golpeando y estrellando todo... Solía hacerlo cuando era pequeño, cuando mi padre me golpeaba o lo hacía con mi madre yo me llenaba de coraje y golpeaba la pared hasta ver mis puños lastimados.

—¿Qué sucede?— Pregunta nervioso.

Las palabras no fluyen de mí debido al gran nudo que tengo en mi garganta. Voy hasta mi sillón, apoyo el codo contra el escritorio y sostengo mi barbilla mirándolo fijo.

—La perdí— Logre decir, sentí correr varias lágrimas en mi rostro. No puedo creer que ahora vaya a llorar.

—¿De qué hablas?— Dice sentándose frente a mi.

—Hablo de que volví a perder la mujer que mas amo, primero mi madre y luego ella— Mis lágrimas salían con mas fuerza.

Él seguía confundido, si sabe que le hablo de Masiel, pero no sabe las razones por las cuales estoy así.

—La vi besándose con otro— Solté —Cuando le pregunté dónde estaba me dijo que en casa, era obvio que me estaba ocultado algo. Me enojé y le dije que era una puta—

—¿ESTÁS LOCO?— Me gritó —La cagaste amigo mío— Dijo negando con su cabeza

—Eso no fue lo peor— Continué —Ella me pegó y me llené mas de rabia, le dije que me había acostado con Paula porque estaba aburrido de ella—

—Eres un completo maricón— Dijo furioso —¿Por qué no tuviste los pantalones de preguntarle lo que había pasado? Solo te le lanzaste así—

—¿Qué querías que hiciera? ¿Qué le invite un café y le pregunte porqué se besaba con otro?—

Ahora también me pelearía con mi amigo.

—¿Acaso no te besaste con Paula?— Asentí y recordé ese momento.

—Sabes que fue ella quien me buscó y no fue mas que un impulso—

—Sí lo sé, ¿y lo de ella no pudo ser igual? Que el la haya besado o haya pasado por un impulso— Sus palabras me dejaban mucho que pensar, ¿Y si tiene razón? —¿O me vas a decir que te quedaste y viste cuando entraban a un motel? Porque siendo así me callo y me voy—

—No, no la vi— Mí voz deprendía de un hilo, Sergio tiene toda la razón, pero cada vez que recuerdo ese momento me lleno mas de rabia.

—ENTONCES DEJA DE SER TAN GILIPOLLAS— Me gritó mientras se levantaba y se alejaba de mí —Espero que cuando llegues a casa la encuentres allí y no sea muy tarde. Puedes perder a tu hija—