Mistake

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Mistake

Había sido una semana realmente agotadora, no es que no hubiese tenido peores cuando estaba con su madre y abuelo, pero ciertamente tenía derecho a sentirse agotado después de siete días con sus noches haciendo frente al Joker, incluso su padre y Grayson se fueron a dormir apenas terminaron la misión.

Él por su parte, testarudo como siempre, había insistido en marcharse a la torre de inmediato pues aunque no lo dijera en voz alta le preocupaba el estado de su equipo. Así que sin discutir más se montó en Goliat y ambos emprendieron camino hasta San Francisco. En algún punto del viaje se quedó dormido sobre su mascota, por lo que cuando esta se detuvo en una ventana para que pudiera entrar a la torre no se molestó siquiera en averiguar si era la habitación correcta.

Cuando por fin pudo adentrarse en ella, con más dificultades de las que normalmente tenía, se sorprendió al ser recibido con el golpe de un cojín directo en su rostro. Aun con la adrenalina de la previa batalla corriendo por sus venas se lanzó contra aquel que se hubiese atrevido a entrar en su habitación.

Forcejearon en la oscuridad durante unos minutos, pero a pesar de que Damián no lograba ver con claridad a su atacante, el sentido de la vista era algo que no necesitaba para someter a alguien tan pequeño como quien se le enfrentaba, y es que a sus dieciocho años ya no era más un niño, su cuerpo estaba en la cúspide del desarrollo y ahora se sabía incluso más alto que Jon y con una musculatura similar a la de Todd.

Sin embargo cuando la luna decidió aparecer para iluminar la habitación con su luz, la sorpresa fue gigantesca, pues quien yacía bajo suyo no era otra que Raven, su compañera de equipo, que le miraba iracunda y con justa razón, pues un rápido vistazo le permitió comprender que no estaba en su habitación, Goliat confundido le había dejado frente a la ventana de la hechicera y él había irrumpido sin importarle nada atacándola en el proceso.

Se alejó de Raven como si su pálida piel quemara igual a ácido y mascullando maldiciones en todos los idiomas que sabía, los cuales en realidad eran bastantes.

Se encaramo en la ventana haciendo amago de irse pero decidió detenerse antes de saltar pues sabía que le debía una disculpa a la mujer.

- Me disculpo. - dijo lo suficientemente alto para que ella le escuchara pero sin voltear a verla. - Creí que era mi habitación. - se excusó.

Y justo cuando planeaba saltar al exterior con intenciones de llegar a su habitación un piso más abajo, un rápido movimiento le hizo regresar al interior.

- Quédate quieto. - ordeno su compañera mientras le obligaba a sentarse en la cama y se dirigía al baño donde las luces del mismo le permitieron a Damián observar que Raven no traía puesto nada más que su ropa interior, un conjunto sencillo de algodón color violeta.

Inmediatamente aparto la mirada avergonzado, no por la casi desnudez de su compañera, sino por la evidente invasión a la privacidad que acababa de cometer al verla de ese modo.

No era la primera vez que observaba a una mujer desnuda, Kori no era precisamente pudorosa y solía pasearse por la torre en diminutos bikinis todo el tiempo, sin mencionar que como Wayne solía ser asaltado todo el tiempo por mujeres que creían ser capaces de obtener algo de él solo con aparecerse frente suyo sin ninguna tela cubriendo sus cuerpos.

Robín soltó un gruñido de fastidio al recordar esos desagradables encuentros, él no estaba interesado en esa clase de cosas y aun si lo estuviera definitivamente no buscaría la compañía de mujeres como esas que solo lo veían como una chequera andante.

Su madre le había enseñado muchas cosas durante sus primeros diez años de vida, algunas buenas y definitivamente muchas malas, pero siempre recordaría su advertencia respecto a escoger pareja.

"Nunca escojas a una mujer que no es capaz de defenderse a sí misma Damián, el propósito de una pareja es hacerte más fuerte, no volverse una debilidad."

El escozor del alcohol sobre los cortes de su rostro le saca de aquellos pensamientos y recuerdos tenebrosos. Raven está desinfectando con cuidado cada uno de los cortes visibles en el actual Robín y aun con el ceño fruncido y una mueca de enojo no dejaba de atender las heridas que él mismo no había notado continuaban sangrando profusamente...¿porque era tan inconsciente y no dejo que Alfred le atendiera?

- Quítate el traje. - ordeno de nuevo la joven. - Si así tienes el rostro no quiero ni imaginar cómo está el resto de tu cuerpo.

Damián no tenía idea de porque siempre terminaba obedeciendo las ordenes de la hechicera, pero no era la primera vez que le hacía caso sin quejarse ni un poco. En silencio se quitó la parte superior del traje consciente de los múltiples cortes que escondía bajo el mismo. Raven soltó un jadeo preocupado y rápidamente con sus poderes comenzó a sanarle.

- ¿Cómo terminaste así? - pregunto ella sin dejar su labor.

- El Joker. - fue la única respuesta.

Cuando la luz proveniente de sus manos se apaga Damián puede constatar que se siente mucho mejor, incluso la niebla mental provocada por el gas del Joker parecía desaparecer de a poco, y con ello la consciencia de su situación se vuelve más fuerte.

Sin importar cuan buenos amigos fueran no era correcto que él permaneciera más tiempo en la habitación de la joven y menos aún si ambos se encontraban medio desnudos, así que con tranquilidad se pone de pie y se acerca hasta su amiga que le miraba curiosa.

- Gracias. - dijo sin emoción mientras le besaba con cariño en la frente, justo donde aquella joya de rojo brillante se encontraba.

Salió de allí sin detenerse a ver el enorme sonrojo de su amiga y menos aún a notar un muy sorprendido Jackson que le observaba con los ojos desorbitados. El pobre atlante no tenía ni idea de que pensar, no todos los días veías a Robín salir de la habitación de Raven en mitad de la noche y medio desnudo.


Cursed birds songsWhere stories live. Discover now