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De: Levi Ackerman.
Para: Kuchel Ackerman, la mejor mamá del mundo. 

Mamá...
Han pasado tantos años desde la ultima vez que te ví, desde la ultima vez que ví tu sonrisa tan radiante, tu cabello moviéndose junto con el viento, desde la ultima vez que pude acariciarte, sentir tu aroma natural a flores, sentir aquella calidez que solías brindarme...
Pero aquella vez...
Estabas tan delgada y descuidada, pálida, sin el adorable color de tus mejillas y fría, ya no podías sentir tu calidez...
Eras como un cadáver... Eso eras...
En aquel momento no podía ser capaz de entenderlo
¿Porque te habías ido? ¿Porque te alejaron de mi lado?
Y entonces lo entendí.
“Cuando vas a llevarte una flor, siempre escoges la más bonita, radiante y extravagante.”
Pero esta vez se habían llevado a la flor mas bonita del mundo...
Se habían llevado a una rosa negra entre un millón de rosas rojas, te habían escogido a ti y no los culpo por ello yo hubiera echo lo mismo...
Seguramente necesitaban mas ángeles y por eso te llevaron...
Aquella mañana me dejaste solo.
¿Porqué?
¿Porqué me dejaste solo en este mundo de mierda?...
Lo siento, olvidé que no debía decir malas palabras cuando habló contigo.
Oye ¿Sabes algo, mamá?
Muchas cosas que pasaron desde que te fuiste...
Aunque tal vez tu ya lo sepas...
No importa.
Yo quiero contártelo.
Había un hombre que decía conocerte, su nombre era Kenny, el me cuido y me dio de comer también me enseñó a pelear y defenderme por mi mismo y actuó como el protector que necesitaba en aquel tiempo, no falta aclarar que no fue el mejor tutor del mundo ni un gran ejemplo a seguir pero me cuido y por eso le estoy totalmente agradecido por eso.
Yo lo veía como un padre pero tiempo después me abandono, me dejó a mi suerte.
Sé que te vas enojar  conmigo porque todo lo que hice estuvo mal, por favor mamá, no te enojes conmigo pero tuve que hacerlo, tuve robar, pelear y matar para poder sobrevivir, estaba solo y tenía que vivir...
Después conocí a un chico que era como yo, se llamaba Farlan y juntos formamos un pequeño equipo.
Tiempo mas tarde llego una mocosa, muy molesta y chillona pero era como mi hermana pequeña, su nombre era Isabel, ambos eran muy importantes para mi, eran mi nueva familia...
Pero murieron.
Volví a quedarme solo, todo por una mala elección mía.
Pero ahora tengo más compañeros uno de ellos es Erwin, el comandante de la Legión de Reconocimiento y la persona a la que me dedicaré a seguir hasta mis últimos días, también esta Mike, es muy fuerte pero no tanto como yo y hay una chica, su nombre es Hanji y no ma, ni creas que es mi novia o algo así, esa maldita cuatro ojos es demasiado molesta y contraria a mi, pero es mi mejor amiga y la persona en la que mas confió.
Me uní a la Legión de Reconocimiento luego me ascendieron a sargento y me dieron un valiente equipo que murió heroicamente en batalla hace algún tiempo.
¿Sabes, mamá?
Al fin pude salir del subterráneo y explorar el mundo que hay fuera de los muros, claro que es muy peligroso y muchos han muerto allí afuera a causa de los titanes pero yo no. También soy considerado el hombre mas fuerte de la humanidad, dicen que valgo mas que una brigada completa, he aprendido a leer y a escribir, también pude ver el cielo desde afuera, he cumplido todo lo que prometimos hacer si algún día salíamos del subterráneo.
Espero que te sientas un poquito orgullosa, sé que no he sido bueno del todo y que he hecho cosas malas, espero que no estés molesta.
No estaba seguro de hacer esto pero creo que es necesario, aquí no necesitó ser el sargento al cual todos temen y respetan solamente soy Levi, mamá.
Soy el mocoso que te ayudaba a lavar nuestra poca ropa, el que llegaba a casa lleno de polvo y moretones porque se había peleado y por el que tenías que ir a disculparte porque había golpeado demasiado fuerte a esos idiotas que hablaban mal de ti.
¿Que se suponía que debía hacer?
Estaban hablando muy mal sobre ti y yo debía hacerlos pagar.    
Pero a pesar de todo, decidiste que me quedará a tu lado y eso será algo que nunca dejaré de agradecerte, porque me dejaste vivir como un parásito dentro de ti nueve meses, después dependí de ti hasta tus últimos días. No hay día que no piense en ti y tampoco noche que no sueñe contigo, cuanto daría para volver a verte, para volver a oler tu perfume natural, para volver acariciar tu cabello y rostro... Daría todo...
¿Puedes creer que a veces me veo en el espejo y te veo a ti en el reflejo?
Gracioso ¿verdad?
¿Me he vuelto tan parecido a ti?
Eso...
Eso me hace sentir orgulloso porque yo siempre quise ser como tu, mamá...

Cartas de amor a los muertos      Where stories live. Discover now