Capitulo 63. ¿Salirte con la tuya?

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Bobbie POV.

Empecé a dar patadas en contra de mi voluntad y a llenar todo el baño de agua mientras reíamos sin control.

-¡Dejadme! ¡Merezco ser libre!-Alex me sujetó las piernas y comencé a salpicar a la cara de Irene con el agua de la bañera. La puerta estaba cerrada y ya nos daba igual si alguien llamaba o si nos empapabamos enteras, porque yo estaba demasiado borracha y ellas solo querían lavarme el pelo.

-Boo, ¡estáte quieta!-chilló Irene y Alex y yo la miramos en silencio. Comencé a relajarme y el pecho me iba a toda velocidad.

-Irene acaba de chillar, no puede ser-dije asombrada. Alex y yo nos reímos y mi amiga me sumerge la cabeza en el agua y salgo medio ahogada.

-Ya tienes el pelo limpito-me sonríe irónica y se levanta a secarse las manos.

Alex la copia y se ponen en el espejo a peinar sus pelos mojados por mi culpa.

Salí de la ducha, desnuda (lo de quitarme la ropa había sido todo un chiste) y me envolví con la toalla. Tenía jabón en el pelo, pero la borrachera se me había pasado un poco. Si, dejemoslo en un poco.

-Vas a limpiar tu el baño. Puta borracha-me ordenó Alexandra. Yo asentí como si me importará, total, lo acabará limpiando Irene.

Salí del cuarto y me fui al mio a vestirme. Me puse un chandal con pantalones caídos y cagados, con un top blanco que ocupaba algo más que las tetas.

Me sequé el pelo y me puse a ver la televisión, quedando finalmente dormida.

**

Harry POV.

Tenía la mandíbula apretada. Intentando desahogar toda mi rabia partiendome los dientes. Pero no lo lograba. Ni descargaba mi furia, ni mis dientes se destrozaban.

Aparqué el coche en frente de casa y salí dando un puto portazo a la maldita puerta. Quería destrozar todo a mi paso y, sobre todo, quería recuperar a Boo.

La forma en que la odio me encanta y odio la forma en la que la quiero. No puedo sumarle mis problemas a los suyos porque acabaré desesperandola. Y no estoy dispuesto aperder a ni una puta persona más en mi vida. Y menos a ella, que me ha devuelto la esperanza de que aún puedo hacer algo conmigo. Aún queda una parte de mí recuperable. O al menos eso dice todo el mundo. Pero yo sólo creo que puede conseguirlo ella. Y si eso lo tiene que conseguir metiendose en toda mi mierda, no pienso dejarla. Tengo que separarla de esto, de mí. Por mucho que me haga feliz no puedo hacerla sufrir. No puedo que pase por lo de hoy, y menos que ahora conoce mis problemas con las drogas. Somos dos imanes iguales que se traen y chocan tan fuerte que se hacen daño. Bobbie y yo no podemos estar juntos. No podemos.

Aparqué el puto coche hecho una furia y subí a casa de la misma manera. Abrí la puerta de un portazo y encontré al hijo de puta que tengo por hermanastro. Me acerqué a él y le partí la cara de un pùñetazo. James se levantó flipando y me miró asqueado.

-¿Qué coño haces, Harry? No pienso pegarte, eres mi hermano...

Le agarré de la camiseta y le llevé en volandas hasta empujarle contra una pared.

-Pegame. ¿Ahora ya no eres tan valiente como antes con mi novia, no? Vamos, James, joder. Matame, pegame. ¡Qué más dará! 

-Harry, sueltame o no respondo-obligó intentando controlarse. Pero a mí no me servía. Quería partirle la cara sin que el estuviera fuera de combate. Le pegué un puñetazo y me lo devolvió. Se separó y yo me tiré encima de él, aprendiendo lo que había visto en la calle, apoyé mis rodillas a cada lado de sus caderas y le golpeé por todas las partes que estaban a mi alcance.

Las jugadas de la casualidad.Where stories live. Discover now