Capitulo 1: Domingo (por la tarde)

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Aunque la situación en los siguientes meses había cambiado de forma radical para Segovia, los habitantes de la localidad seguían viviendo su día a día más o menos de la misma forma que lo habían hecho hasta el momento.
Había cosas que se habían vuelto radicales como el toque de queda que obligaba a todo el mundo a estar en sus casas a cierta hora de día. El motivo por el que se había tomado esta medida no había sido del todo claro. Pero mucha gente decía y murmuraba que Psico estaba realizando algún tipo de obra en alguna parte que desconocían.
Es decir, una vez empezado el toque de queda se podían escuchar ruidos en la lejanía muy similares a los de una obra, pero como nadie estaba en la calle para confirmarlo todo quedaban en teorías sin fundamento.
- Yo creo que se está construyendo la piscina. - dijo Victor sin apartar la mirada de la televisión.
- ¿Como que la piscina? - pregunto Ángel dejando la revista que estaba leyendo.
En la actual estancia donde se estaba desarrollando la acción podemos encontrarnos con Victor y Ángel, dos chicos de 17 años los cuales habían sido amigos desde hacía bastante tiempo, tanto que si tuvieran que recordarlo posiblemente se aburrirían en el proceso.
Ambos estaban en su diaria rutina de jugar a la consola mientras decían alocadas teorías de que era lo que estaba haciendo Psico por las noches.
- Osea que según tú está haciendo un ruido de la leche para construirse una piscina. - se levantó del asiento y miró por la ventana. - De todas formas da igual, los ruidos parecen que vienen del casco antiguo.
- Pues los que vivan ahí deben de llevar meses sin poder dormir. - los ruidos nocturnos aunque eran molestos se escuchaban muy lejanos y hasta cierto punto se podía seguir haciendo la vida de forma natural.
- Pero que dices, a todos los de esa zona los sacaron de sus casas y los trasladaron a otras partes de la ciudad. - volvió a sentarse en el sofá solo que esta vez cogió un cómic.
- Eso no lo sabía. - pausó el juego tratando de recordar esa noticia. - ¿Que fue al principio de que empezara toda esta movida?
- Si bueno creo que unas semanas después. Eso me hace pensar ¿que cuánto tiempo llevamos en esta situación? - tras la pregunta de Ángel, Víctor pensó como cambio la vida de la gente después de aquella noche.
- Pues creo que hace ya un año. - contestó volviendo a jugar a su videojuego. - Lo bueno de todo esto es que tampoco hayan cambiado muchas cosas. Quitando el toque de queda poco más ha habido.
- Eso lo dirás por ti. - Ángel miro fijamente a su amigo. - Tenemos el toque de queda, los institutos ahora parecen aeropuertos con todos esos controles, también está el racionamiento de comida debido a que las Ciudades de los alrededores no traen tantos productos como antes. Sin olvidarnos claro de qué no nos dejan salir de Segovia. Con lo que todos los que trabajaban fuera se ha quedado sin trabajo y no tengo yo muy claro de que viven.
- Si que ha habido cambios. - tan solo pudo decir eso. En cierto modo su familia tenia el trabajo en Segovia y cosas como esta pues hasta cierto punto no le afectaban. Pero deteniéndose a pensar en todo ello estaba claro que alguien de fuera hacía algo por ellos o saber que es lo que seria de la ciudad. - De todas formas ¿tu crees eso que dicen de Psico? - Ángel miro a Víctor sin saber muy bien por donde iría la pregunta. - ¿Crees que tiene esos poderes mentales que hace que se muevan cosas y todo eso?
- Ya, cuesta un poco de creer. - miro al techo pensando un poco en aquello para luego volver a mirar su comic. - Parece sacado de uno de los malos de estos comics. Poderes especiales no es algo que suela pasar en el día a día.
- Quizás la respuesta este en eso. - Víctor le quito el comic a Ángel y lo comenzó a ojear. Su amigo se le quedo mirando de forma estúpida esperando la terrible ocurrencia que había tenido.
- Temo preguntar pero... iluminame. - tras esta frase Víctor se puso de pie y se preparó para mostrar su idea sin ningún tipo de censura.
- Deberíamos ser los héroes que necesita esta ciudad. - esa fue la exposición, tras eso Ángel solo se limito a esperar que la cosa continuara pero nunca llego ese momento. Así que se levanto y se dirigió a la puerta de la habitación. - Creo que no me has entendido, te estoy proponiendo que seamos...
- Si los héroes de esta ciudad. - interrumpió quedándose de pie en la puerta. - Pero como comprenderás tu idea es como... ¿como lo digo yo para que no te ofenda?. - levanto la mirada pensando una buena respuesta. - Ah si... ¡Puta mierda!. - tras esto se cayo.
- Amigo, que no te eche para atrás todo esto. - fue hacia el haciendo que se alejara de la puerta. - Tienes que pensar en esto como una idea a largo plazo. Trata de entender que si nos sale bien seremos los salvadores de la ciudad y todo el mundo nos querrá.
- Ya... y si sale mal pues creo que palmamos. - Víctor trato de ponerle el brazo sobre los hombros pero Ángel se aparto. - Es que no te enteraste de lo que les pasó a las fuerzas especiales que mandaron de Madrid, se los cargo en un chasqueo de dedos. - Ángel hizo una chasqueo para que su presentación tuviera mas fuerza. - No espera, literalmente hizo un chasqueo de dedos y todos sus cuellos se partieron. - se aparto de su amigo unos centímetros por que todo esto le estaba preocupando. - ¿De verdad estás insinuando que nosotros dos nos hagamos héroes y vayamos a por un tipo que tiene poderes especiales?
- Piénsalo, aunque parezca descabellado si nos sale bien vamos a triunfar de muchas formas. Se acabo eso de pasar desapercibidos, se acabo el no tener novia...
- ¿Por que sacas el tema de la novia? - Angel interrumpió en cuanto escucho eso. - Sinceramente no creo que nos pase todas las mierdas que estás pensando. Y te digo solo una cosa más. - señaló la portada del cómic. - Normalmente los súper héroes son gente que no dicen quienes son en verdad, para protegerse a sí mismos y sus seres queridos. Y los pocos que la gente saben quienes son a la larga les acaba yendo como el culo.
- Jo macho, no hay forma de convencerte por lo que veo. - Victor se alejó unos pasos de el. - Pues nada, seguiremos igual día tras día hasta que al final palmemos todos de una forma o de otra.
- Te estás poniendo melodramático. - Angel miro unos momentos a su amigo a los ojos a ver si podía ver dentro de su alma. Pero por mucho que miraba tan solo veía la cara de capullo que llevaba viendo los últimos años. - No te estoy diciendo que si, solo quiero saber qué es lo que tienes en mente. Y algo me dice que lo harías solo de todas formas.
- Me conoces bien en el fondo, eso es que me quieres mucho. - estiró los brazos para abrazarle como hacia otras veces. - Te aseguró que no te arrepentirás de lo que vamos ha hacer.
- Sabes que siempre me arrepiento sobre todo si me abrazas. - Ángel se quito a su amigo de encima. - Pero no quiero tener culpabilidad en el caso de que te pase algo.
- No nos va a pasar nada, te lo aseguro. Pero lo mejor sería llamar a Monty y explicarle un poco lo que vamos a hacer.
- ¿Quieres meter a mi hermano en este marrón? - Angel ya se estaba imaginando la cara que pondría su hermano cuando se lo contara. - Aparte claro que también quiero saber yo lo que tramas por qué todavía no me has contado nada.
- Ya te digo yo que va a merecer la pena.

Héroes de una semana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora