Héroes de una semana

Capítulo 4: Lunes (En el recreo)

Tras dos horas intensivas en dos  materias distintas como lo eran Historia y Matemáticas. Por fin había dado comienzo el recreo que tantas ganas tenían algunos de que llegara. Este en verdad se componía de dos descansos de unos veinte minutos. Hace unos años el recreo era después de las primeras tres horas y solo tenían treinta minutos para descansar. Después de que la junta lo pensara detenidamente decidieron que fuera de tiempos de viente minutos cada uno. De esta forma tenían dos horas, descanso, otras dos horas, otro descanso y para terminar dos ultimas horas mas y después para casa. Parecía algo sin importancia pero estaba comprobado que al dar dos descansos tan separados parecía que la mañana era menos larga. Pero aun así había gente que seguía pensando que viente minutos eran pocos y que tendría que ser media hora. De esta forma habría menos tiempo de clases y mas para el disfrute. Pero claro, lo que piense un chaval de quince años poco le puede interesar a un profesor que llevaba mucho tiempo en ese oficio y sabia de que pie cojeaban cada uno de ellos.

Ángel estaba sentado en uno de esos bancos verdes metálicos que le hacia mucha falta que fueran cambiados de inmediato. Con el paso de las años, ciertas partes habían cambiado debido al tiempo. Estamos hablando de años y años de lluvias y sol de forma directa sobre ellos haciendo que la pintura verde se desconchara y diera paso el oxido y lo que podría ser una especie de moho. Si es que se puede llamar así.

Víctor estaba a su lado echando de nuevo un vistazo a la lista de las cosas que necesitarían para su loco plan de convertirse en héroes. Ángel le miraba de reojo de vez en cuando bastante preocupado. El sabia perfectamente que nada de eso saldrían bien. No era la primera vez que tenia ideas como el las solía llamar ideas de mierda. Pero hay que reconocer que esta se estaba llevando la palma de lo mala que podía llegar a ser. Así que la conclusión de todo esto era dar un paso a la vacío y dejarse caer a ver que pasaba. Había dos posibilidades frente a la encrucijada que tenia frente a el. O se caía sin poder evitar llegar al suelo y estamparse como una tortilla por el lado del sirope o caer y caer sin ningún tipo de garantía de que el final llegara viviendo siempre con una continua sensación de que nada de esto acabaría bien. Estaba claro que las opciones tenían guasa y que nada bueno saldría de todo esto.

- Creo... - esta palabra sonó con un gallito de fondo, carraspeo un par de veces y trato de volver a probar. - Creo que aunque no me haga gracia esto que estas pensando estaría bien que me contaras cuales son tus ideas para yo valorar cuanta mierda se nos viene encima.

- La cosa esta bien clara. - mostró la lista a su amigo. - Aunque tengamos una guarida y todas esas cosas. Hay algo que necesitamos por encima de todo. - realizo una pausa dramática. - Tenemos que conseguir equipo, y no te hablo de un ordenador comprado en PC Componentes, no te hablo de conseguir tecnología puntera para poder prepararnos mejor.

- Y tu plan es conseguirla de... - Ángel perdía la voz pensando lo peor.

- Todos los martes por la noche tras el toque de queda, Psico recibe unos cargamentos en su base. - Víctor lo contaba muy ilusionado pero la cara de terror de Ángel podía competir con el cuadro del grito. - La idea es que nosotros podemos interceptar unos de esos cargamentos y nos los llevamos para la guarida.

- Deja de llamar guarida a la fabrica de leche por favor. - ya era tarde, la culpa era suya por preguntarle y estaba claro que estaba recibiendo el resultado de la primera opción que pensó, que era estamparse contra el suelo.

- Por eso necesitamos a tu hermano, yo se de ordenadores pero el maneja un rato largo y seguro que nos puede construir algo que nos prepare para ser uno héroes cojonudos...

Ángel se puso de pie casi de un salto, miro a su amigo dos veces seguida casi sin saber que decir, bueno mas bien es que no encontraba palabras que no tuviera que usar insultos doliente. Así que opto por la mejor solución que era dejarle solo con sus mierdas e irse muy, muy lejos de ahí.

Por el contrario Víctor siguió sentado viendo como su amigo se marchaba sabiendo que nada de lo que había dicho le había convencido. De esta forma decido pasar el siguiente plan ya que si quería que todo esto fuera hacia delante pues quizás tendría que saltar este gran obstáculo e ir directamente a hablar con el que tenia