CAPÍTULO 1

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Febrero 1746

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Febrero 1746.

Do KyungSoo provenía de una familia de médicos, su padre, su abuelo, su bisabuelo, todos ellos convertidos en personas dedicadas a la ciencia desde que tuvieron la edad adecuada. Hasta en las calles estrechas de Gondheo susurraban como una vaga leyenda que su tatarabuelo fue el que trajo la invención de las plantas curativas a la nación. El linaje de los Do se repetía y siempre caía en la vena médica, imaginaban que era una coincidencia muy grata, o estaban destinado a nacer para servir a los demás. Y a pesar que al comienzo los Do eran unos simples pueblerinos que la única ocupación que tenían era en brindar medicamentos comunes a los campesinos de los valles de tubérculos, ascendieron hasta ser los médicos de cabecera en Gondhae, brindando únicamente sus servicios hacía la realeza.

Se superaron en niveles extraordinarios.

Sin embargo, el siglo XVIII estaba siendo muy duro, acarreando con el muchos conflictos. La sequía acababa con todos de manera lenta y humillante, las cosechas se perdían por la falta de lluvias, el ganado moría ya que no podían alimentarlos, el agua escaseaba de forma terrible, e inevitablemente no tardaron en aparecer las enfermedades por la falta de limpieza, emergió la famosa epidemia de la Cólera.

No obstante, nada de ello hizo que el rey se alarmara, ya que la monarquía consumía el poco sustento que quedaba, sin detenerse a pensar un solo segundo en los aldeanos; ellos se aprovechaban del poder, poseían su chaleco salvavidas.

Los años transcurrieron y los pueblerinos tuvieron que aprender a convivir con esa situación tan antihigiénica, hasta que la epidemia contraída por la bacteria Vibrio Cholerae se acrecentó en grados descomunales y ya no bastaba con solo tirar a los fallecidos al río o quemarlos en la hoguera. Se descontroló. Nada evitó que se propagara como una cruel niebla que te arrebataba la vida en un parpadeo, y nada previó que el príncipe heredero contrajera la maldita enfermedad.

KyungSoo, siendo el médico de cabecera de ese tiempo, tuvo que soportar muchísima presión sobre la espalda en buscar la cura de inmediato. Ya, ya. Y pese a todos sus esfuerzos, semanas enteras sin dormir porque se la pasaba encerrado haciendo experimentos, en que lo único que hacía era crear figuraciones sobre qué originaba tal monstruoso padecimiento y finalizarlo, no logró salvarlo.

Llegó a la conclusión que no había cura para ese padecimiento. Todo estaba perdido.

Ya eran demasiados problemas englobando a Gondhae: El fallecimiento del heredero, la escasez de comida y agua, la suciedad excesiva porque donde uno iba hallaba excremento en el suelo, y la muerte del más del setenta por ciento de la población por la epidemia. A el rey se le acabaron las opciones y la calma. Así que únicamente le quedó una alternativa en manos: Tratar de volver colonizar el sur.

Necesitaban moverse con urgencia y según los ancianos, en ese lugar habían cientos de ríos cristalinos y la sequía nunca llegaba a esas tierras. Hacía 40 años atrás, cuando el rey era el padre del actual, éste trató de colonizar el sur en varias ocasiones, pero los salvajes les ganaban en número, y por lo tanto, la guerra era desastrosa y sangrienta. Pero actualmente, ellos ya traían entre sus falanges la pólvora y las primeras invenciones de armas de fuego, podían liquidarlos de un tiro. Así que construyendo un plan de expedición que se modificó en tan solo cinco días, el rey mandó una tropa de 150 soldados, para que pudieran conocer el terreno desconocido y les sirvieran de espías, mientras que en Gondhae se tomarían un par de meses en planificar el ataque para remontar a los indígenas sin un solo margen de error, porque si había una mínima equivocación, sería el fin para su imperio, desaparecerían del mapa por siempre.

Mundos Distintos [KaiSoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora