XIII

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- Tú y tus geniales ideas, Shinoda.- Lo reprendió, Joe.

- No ha salido como esperaba...

- ¡Vaya! ¿En serio?- Respondió con ironía.- Creía que era parte del plan romperle la cara a un chaval.

- Dylan no tendría por qué haber venido, si Chester no le hubiera pegado lo habría hecho yo.

- Muy bonito... ¡Te lo advertí, Mike! Chester no puede salir de aquí, es un enfermo, su mayor aspiración en la vida es conseguirlo todo como sea, aunque tenga que ser a puñetazo. Así funciona su socio patología. Si ahora le preguntaras vería que no se arrepiente en absoluto.

- Ni yo tampoco. No me arrepiento de haberlo sacado a la calle ni tampoco de que haya pegado a Dylan.

- Este caso te está afectando más de lo que crees, Mike.

Shinoda resopló, lo que no soportaba de su jefe era que lo tratara como a otro de sus pacientes. Se levantó de la silla donde estaba y salió de su despacho sin decir nada. Fuera lo esperaba Chester, apoyado en la pared de enfrente con la cabeza agachada y movía un pie algo intranquilo. Se puso a su lado llamando por fin su atención, sonrió suavemente acariciándole la cabeza.

- Lo siento.- Susurró.- Por mi culpa se ha jodido todo...

- No hay nada que perdonar, Chester, ha sido un paso, yo soy la llave de tu libertad, así que no te preocupes.- Sonrió besándolo en la frente.

Chester se abrazó a él apoyando la cabeza contra su pecho estrechándolo con fuerza contra si mismo. El médico se dejó hacer abrazándolo también, acariciándole la nuca y la espalda con mimo, sintiendo como todos sus músculos se destensaban a cada roce de sus manos.

Subieron a la habitación de Bennington en silencio, Mike seguía dándole vueltas a cómo poder salir con él sin que Joe se enterara, quizás podría hablar con Brad y con Phoenix, hacer un pequeño trato, a fin de cuentas eran sus amigos, tenían que ayudarlo.

Entraron en la habitación cerrando la puerta a sus espaldas. Chester se tumbó en la cama y Mike lo acompañó acostándose a su lado, en seguida lo abrazó y apoyó la cabeza sobre su pecho colocando una de sus piernas entre las del médico casi acostándose encima de él.

Suspiró largamente cuando los labios de Bennington rozaron su cuello subiendo por hasta su oreja, la mano que descansaba sobre su pecho lo acarició por encima de la camiseta toqueteando los botones queriendo deshacerse de ellos.

Cerró los ojos en el instante que Chester movió la pierna entre las suyas rozando su rodilla contra él dando en un punto clave que cosquilleaba y empezaba a animarse.

- Chester...- Susurró intentando parecer cómodo.

- Creo que no es justo que sólo te diviertas tú...- Habló sobre su oído y se subió a su cuerpo.- Esta vez me toca a mí deleitarme. 

- Puede venir Joe en cualquier momento.

- Que le den a Joe, estoy en mitad de terapia.- Sonrió provocando que Mike también lo hiciera de manera ladeada un poco más avergonzado.- ¿Vas a dejar que me divierta?

- Mientras tu diversión no implique ningún tipo de maltrato físico...

- Descuida... Ejerzo otro tipo de tortura.

Mike sonrió, pero se dejó hacer por él. Chester, al ver la pasividad del moreno sonrió también besando despacio su boca siendo correspondido casi al momento intensificando la acción, pero con la misma parsimonia. 

Shinoda crispó los dedos entorno a la piel de su cintura cuando movió las caderas rozándose contra su entrepierna que empezaba a ser cada vez más notable. Chester le mordió el labio bajando por la barbilla dejando después un pequeño hilo de saliva por su cuello mientras sus dedos desabrochaban con maestría la camisa de cuadros.

SyquiatricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora