XVI

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Volvió a abrir los ojos sintiéndose agitado. Miró a su alrededor comprobando que aún estaba en la habitación del centro, sin embargo... Levantó la mano sintiendo que le temblaba y chocó con un cuerpo caliente, lo tanteó aún conteniendo la respiración, una espalda fuerte y trabajada.

Suspiró con cierto alivio cuando subió más la mano tocando el pelo azabache de Mike, asegurándose de que era él.

Fue entonces cuando lo notó, frunció el ceño acariciando la zona haciendo un poco más de presión con los dedos había un pequeño desnivel en su cráneo y pudo reconocer también una cicatriz en la misma zona, totalmente desprotegida de cuero cabelludo.

Aún tocándolo en el mismo sitio, Mike se removió y alzó su mano cogiendo la del otro, se dio la vuelta para verle y besó la palma de la mano acercándose un poco a su cuerpo.

- ¿Ya estás despierto?

- Mike... Esa cicatriz...

- ¿Lo de la cabeza?

- Sí... Porque no es lo de Dylan ¿No?

- No, no, es una herida más antigua... Me pasó cuando estaba estudiando en Los Ángeles.

- ¿Cómo...? Parece bastante importante.

- Y lo fue, había cogido el bus para volver a la residencia de la Universidad, una furgoneta se saltó el semáforo y embistió el autobús de manera latera, consiguió hacernos volcar porque el bus se precipitó hacia la acera, no sé, una cosa muy rara... Yo me clavé el marco de la ventanilla en la cabeza, de ahí la cicatriz.

- Joder...

- Supongo que tendría que habértelo contado también antes, la operación se complicó un poco y cuando desperté había sufrido un pequeño colapso, no recordaba nada, estuve semanas totalmente en blanco, poco a poco empecé a recordar cosas gracias también a mis padres, aún tengo lagunas, como tú mismo has podido apreciar, pero ya no tengo secuelas del golpe.

- Por eso nunca volviste...

- Volví con mis padres después de acabar la carrera, pero no avisé a nadie porque no recordaba realmente a nadie. Después me puse a trabajar aquí y se pude decir que Brad y Phoenix fueron mis primeros amigos después del accidente, sin contar con los compañeros de la facultad.

- He sido un maldito egoísta... Todos estos años creyendo que me habías abandonado... Alimentándome a mi mismo una mentira... Dios...

Mike lo chistó, no tenía culpa de creer algo así, lo rodeó pegándolo a su pecho, acariciándole la cabeza para que se tranquilizara, de alguna manera lo había abandonado a su suerte, su mente, su cabeza y corazón no habían hecho el más mínimo intento de volver a recordarlo, lo habían dejado en un abismo, solo ante la oscuridad que presentaba su mente en muchas ocasiones.

Nadie le habló nunca de él, ni siquiera sus padres, que debían de tener un mínimo conocimiento de su existencia se habían esforzado en contarle quién era, quizás por lo que había pasado con él, quizás por estar interno en un psiquiátrico y para no preocuparlo.

Fuera cual fuese el motivo, Mike no culpaba que Chester lo hubiera odiado durante un tiempo por haberlo abandonado.

- ¿Estás seguro de esto, Mike?- Le preguntó una vez más, Joe.

- Sí, sé que está listo, hemos estado un mes entero con el proyecto, hasta Brad y Phoenix están sorprendidos.

- Lo sé, y confío en vuestro criterio, pero entiéndeme tú a mí también. Llevo años trabajando con Chester, que ahora se recupere de esta manera en apenas meses es...

SyquiatricWhere stories live. Discover now