Capítulo 17

13 2 0
                                    

Estaba aturdido, nunca imagine que mi niña hubiera sufrido tanto.

Yo que creía que cargar con una enfermedad era mucho, sabiendo ahora esto, empezaba a confirmar que mi chica rusa era valiente y fuerte.

Después de relatar su historia, Elodie entró en una crisis, gritaba que pararan, que no aguantaba más.
Creo que empezó a recordar todo, porque con sus manos apretaba sus sienes, como si con eso todo desparecería.

No tuvo éxito, por lo que sus fuerzas se gastaron mientras gritaba y pataleaba, cayó dormida después de una hora.

El motivo de mi desesperación fue lo que Maikha me comentó.

En las cartas anónimas, le exigían retirarse del mundo de los hoteles, que le quedaba poco tiempo, de lo contrario, Elodie desaparecería.

El problema, es que Maikha sabe que mi niña insistirá en ir a pasar esta tormenta con su padre, cosa que está bien, pero mi lado egoísta no quiere dejarla ir hasta Rusia.

Además, después de tenerla en mis brazos, dudo que sea capaz de permitir que mi niña se largue sin mí.

Pero no creía que era buena idea decirle que me iría con ella, a velar por su padre.

¡No teníamos tanta confianza!

Además, sería algo muy formal ir hasta donde su padre, pero no quería alejar e de ella, menos ahora que esto amistad estaba avanzando.

Quiero creer que ahora le llamo amistad solo porque no hemos tenido el tiempo para conocernos más.

Pero pensándolo bien, creo que ir con ella y ser su apoyo sería algo que nos conviene. Al menos a mí, que quiero que ella se entere que soy alguien capaz de amarla y protegerla.  

Pero debía planear bien como decirle que quería irme con ella, como hacerlo sin que ella crea que la estoy invadiendo.


****

Estaba en la cocina, preparándole algo de comer a Elodie para cuando despertara.

Me sobresalte cuando me voltee para servir la comida en los platos y noté que mi niña ya estaba sentada en la mesa.

–Que susto–. Dije, mientras ponía una mano en mi pecho, intentando calmar los latidos frenéticos de mi corazón, una tarea imposible–. Creí que aún dormías.

–Lo siento, no quería asustarte, pero el olor tan delicioso me despertó.

Río levemente, porque me la imagino olfateando mientras sale de su habitación.

–No quería despertarte, pero debes comer algo–. Digo mientras sirvo zumo de naranja, con una seña le digo que puede empezar a comer.

Ella asiente, comemos tranquilos, hablamos poco, pero es un ambiente tan relajante.

–Estuvo delicioso–. No sé porque, pero su comentario me hace sentir orgulloso de haber aprendido a cocinar–. Yo necesito hablar contigo, es algo serio–. Me dice, por lo que presto toda mi atención.

–Muy bien, te escucho.

Es lo único que digo, porque la veo muy nerviosa y creo que es un tema importante para ella.

–No quiero incomodarte, pero este tiempo me he sentido muy tranquila contigo, empiezo a creer que que me regalas tranquilidad. Maikha me llamó, me informó sobre las cosas que están pasando con mi padre, yo no quiero que él este solo temiendo por mi y decidí que iría a Rusia, pero bueno, esto...

Ella empieza a ver alrededor, mientras estruja sus manos con nerviosismo

–Puedes decirme cualquier cosa, Elodie.

La aliento, quizás así no se sienta tan insegura.

–Quiero que me acompañes.

Dulce Caída. #SummerA2018Where stories live. Discover now