Dulce Caída. #SummerA2018

Momentos únicos

Estamos cenando con Devon, nuevamente estamos en su apartamento.

–¡Oh vamos, Devon! Sabes que es mejor estar aquí que en un restaurante–. Devon estaba haciendo berrinche porque yo no quería estar en un restaurante y él si. Pero no era para tanto.

– Lo dices solo porque te gusta mi apartamento, y porque te encanta tenerme de esclavo.

–¿Esclavo?–. La carcajada que salió de mi garganta después de decir eso fue estruendosa, no me culpen, a veces Devon dice cosas graciosas.

–No te rías, si venimos a mi casa es porque sabías que aquí yo haría de comer, me obligas a prepararte comida. Como un esclavo, cabe recalcar.

Una risita salió de mis labios al escucharlo, pude ver como en sus ojos pasaban emociones demasiada fuertes, pasaban sin quedarse, él escondía todo lo que podría haber entre nosotros.

Me daba miedo decirle que me gustaba mucho, no quería venirme abajo, cosa que sucedería si él me rechazaba, no sería bueno para mi salud.

Definitivamente te va a rechazar. NO VALES LA PENA.

Ni si quiera has de gustarle. Nadie llegará a quererte cuando se enteren que eres una asesina.

–Amo como cocinas–. Lo dije casi susurrando, con el miedo de que entendiera que así como amo su comida lo quiero a él.

Él sonrió, se acercó a mi y tomo mi mano entrelazando nuestros dedos.

–Y yo amo cocinar para ti–. No quiero ver señales donde no hay, porque si me ilusiono pensando que si entendió lo que dije por eso respondió así, me volveré loca–. Pero aprovechando que cenamos aquí, quiero retomar un tema que nunca concluimos.

Todo mi cuerpo quedo rígido al escucharlo. Sabía de que quería hablar pero no quería decirle, no ahora.

No entenderá nada, y aunque supiera todos mis problemas, seguiría sin decirle porque no hemos forjado bien nuestra confianza y podría tomar a mal lo que le diga.

–¿Qué tema?–. Hacerme la boba me salía más fácil que responderle algo a él.

–Oh vamos, niña, ya sabes de que hablo–. Hace un tiempo él empezó a decirme niña o niña rusa–. Sólo quiero saber ¿por qué me salvaste?

Siempre que podía me preguntaba porque había decidido salvarle la vida en aquel accidente que vivimos juntos, cuando el bus donde veníamos todos los estudiantes de la universidad junto a Devon termino en un barranco.

–Yo...

Dejamos de hablar al escuchar una alarma muy fuerte, por lo que Devon empezó a farfullar cosas por lo bajo mientras corría a la cocina, obviamente lo seguí.

El humo era mucho, lo que causo que los detectores de humo se encendieran con la alarma y dejaran caer agua.

–Quería hornear un pastel para ti.

Fue lo único que dijo, yo solo pude respirar aliviada sabiendo que temporalmente la duda que Devon tenía seguiría sin resolverse.

Nos vimos de reojo para después dejar salir unas risotadas.

Las carcajadas salían de nosotros sin parar, por no ir a un restaurante terminamos empapados y sin postre.

Cada momento que paso con él, los problemas se minimizan.

Los problemas se van y solo importamos nosotros dos.

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Hola mis jamoncitos.

Alguien me aviso sobre algunos aspectos que no se entendían muy bien, aquí les explicaré:

Los capítulos con el título momentos únicos, son cosas que sucedieron antes de todo el caos, antes de la pelea, antes de las amenazas del padre de Elodie, antes de que Elodie desapareciera.

Estos momentos se llevaron a cabo el mes que Elodie estuvo haciendo prácticas en la editorial, como se menciona antes, ese mes estuvieron muy juntos ellos dos.

Otro punto a aclarar es este:
Si ellos nunca se dijeron que se gustaban y querían era porque Devon tenía miedo de ser rechazado además de tener muy presente lo que Maikha le dijo: amar a Elodie traía malas consecuencias en el futuro.

Y quise explicar aquí en este capítulo narrado por nuestra niña rusa que si ella no tomaba la iniciativa era porque las voces que escuchaba le decían que nadie la querría, cosa que creía.

Habiendo aclarado esto, espero que si tienen alguna otra duda me la hagan saber para que su lectura sea disfrutada.

Los jamoneo a todos, estamos ya en la recta final jóvenes.

Pocos capítulos para nuestro final.