One-Shot's (Personajes Anime X Tn)

Ayato Sakamaki

Título: ¡¿Humano?! (Continuación del One-Shot de Kanato)
Anime: Diabolik Lovers

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Por primera vez en mucho tiempo, la mansión Sakamaki se hallaba completamente en desorden, por un lado los mayores se encontraban discutiendo porque el rubio quería saber sobre lo que el pelinegro tenía pensado hacerle a cierta joven mientras que éste sólo lo provocaba y, por otro lado, se encontraban dos de los trillizos peleando en la cocina por unos takoyakis que el peli-lila le había preparado como venganza por lo que le había hecho en el laboratorio.

—¿Por qué pelean?— Preguntó un peliblanco hacia su hermano mayor que sólo estaba acostado en un sillón jugando con su sombrero.

—No lo sé— Mintió descaradamente el otro.

Tal vez no hubiera sido su intención pero sinceramente hablar de aquella humana que traía locos a la mayoría de ellos sólo hacía que se imaginara cosas un tanto subidas de tono como las que justo en ese momento estaba pensando.

Subaru ya no le preguntó, sabía que si no le decía era posiblemente porque no debía de prestarle atención pero le era muy extraño que los cuatro hubieran explotado de esa manera, normalmente sólo habría choques de tensión más nunca era algo tan grande como ahora.

Los gritos comenzaron a acercarse a la sala y el menor se mantuvo atento. Vio entrar a los dos trillizos, Kanato estaba siendo empujado por Ayato quien se notaba ser el más enojado pues al de ojos lila le parecía dar risa lo que sea que pasó.

—¡Eres un idiota, Kanato!— Exclamó el pelirrojo— ¡Lo que yo te hice fue accidental, lo tuyo no!

El nombrado sólo se sentó al lado del de ojos rojos acomodando a Teddy sobre él, el contrario se postró enfrente y Subaru se alejó un poco de ellos. Por su parte, Laito los miró de reojo sentándose para ver de una mejor manera la posible pelea que iba a haber o para escuchar mejor los comentarios que se iban a tirar el uno al otro.

—¿Qué está pasando?— Justo cuando el de ojos verdes iba a gritar, entró Reiji causando un silencio total en la sala— ¿Y bien?

Antes de que alguno hablara, miró atentamente a Ayato, había algo raro en él, no sabía qué era exactamente pero notaba algo. Aunque no alcanzó a preguntar porque Shū entró en la sala totalmente furioso.

—¡¿Qué le has hecho?!— El pelinegro suspiró dándose la vuelta y acomodándose sus lentes.

—Ya te dije que nada, ahora si es que no te molesta, seguiré viendo qué pasó con ellos— Se iba a volver a girar pero el rubio lo tomó del brazo para enseñarle una jeringa llena de sangre que traía en la mano— ¿De dónde sacaste eso?

—¿De dónde sacaste tú esto?— Remarcó el tú dando claras señas de que si no respondía su respuesta, algo malo podría hacer— ¡Responde!

—No tengo por qué mantenerte al tanto de las cosas que haga o no haga— El de ojos azules se hartó y le dio un empujón haciéndolo retroceder un poco.

Todos los demás presentes veían cómo se estaban desarrollando las cosas y decidieron mantenerse callados pues nunca lo habían visto tan furioso.

—¡Es su sangre, ¿Qué le hiciste?!

Por más ganas que tenía de estrellar la jeringa contra el suelo para romperla y que su hermano no tuviera ni una sola gota de sangre de la preciada chica, no lo hacía porque una pequeña parte de él pensaba que Reiji la pudo haber matado para conseguir esa poca cantidad y querría, como mínimo, conservar eso de ella.

—Kanato me la dio— Inmediatamente el mayor fue hacia donde estaba sentado el mencionado, éste vio la jeringa y recordó a la humana que le había dado su sangre, abrazó a Teddy con tristeza.