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Se separa de mi, poniéndose de píe nuevamente.

Mientras se distrae hablando con las personas que se encuentran frente a mi, me dispongo a observar todo el lugar. Que, es realmente un asco. Hay montones de montañas de basura en cada rincón del lugar.
Si, era una bodega abandonada y sumamente grande. Prácticamente, esto podría ser un supermercado completo.

El carraspeo de una garganta me hace sobre saltar. Tyler coloca nuevamente la venda en mis ojos regresandome directo a la oscuridad.

—Tenemos que irnos linda. Nos queda trabajo por hacer...

Perfecto.

—, confiaría en ti si no fueras tan extrovertida como lo haz sido siempre.

Es entonces, en donde siento como una larga aguja se clava en mi piel —en mi brazo derecho— haciéndome soltar un gemido de dolor.
  Empiezo a sentir como mi brazo se adormece junto a todo mi cuerpo hasta llegar a sentir la necesidad de dormir.

—Que sueñes conmigo, dulce Kate...

(...)

Un horrible sonido me hace abrir los ojos sin tener sentido de que es lo que está pasando.
Mi corazón se acelera debido a la forma en que me he despertado del horrible sueño forzado. Giro la cabeza a todos lados con fin de escuchar más de aquel ruido de hace un par de segundos.

—La haz despertado, idiota.— habla alguien lejos de mi. —Ahora será una maldita carga.

—El imbécil de Ralph complicó los planes— responde otra persona. —. No tuve otra elección que asesinarlo.

—Si Tyler se enterara...

—No lo hará. Ralph era un problema. Así que, le hice un favor a Tyler.

De pronto, siento como me arrebatan la venda de los ojos dándome posibilidad para ver.
La luz de noche entra por las ventanas que se encuentren el techo y los focos de la fabrica abandonada, me permiten ver con exactitud a las personas que se encuentran frente a mi.

Un hombre delgado me mira con rabia, mientras que su acompañante, tan solo me mira con lastima.

—Encargate de ella.— el hombre delgado encoge los hombros. —Tu la despertaste. Tengo que ir a la ciudad.

—¿Y si se escapa?— interroga su acompañante.

Trago en seco para después soltar una diminuta carcajada sin sentido ni gracia.

—¿Como se va a escapar? Idiota. Mirala.— me señala. —Dudo mucho que sea tan estúpida como para implorar su propia muerte.

Sin decir más, el hombre se aleja hasta desaparecer por la fría y oscura noche.

El hombre frente a mi hace una mueca para después sentarse en un lugar no muy lejos de mi.
Observo como abre una bolsa y de ella, saca un sándwich perfectamente preparado. El aroma inunda mis fosas nasales.

—¿Tienes hambre?— interroga. Yo niego con la cabeza sin articular una palabra. El hombre a mi lado se encoge de hombros y lleva el sándwich directo a su boca. —. Más para mi.

Una ola de confianza y desconfianza me invade por completo.

Frunzo el ceño y hago una mueca de desagrado cuando observo que el hombre devora sin pensar aquel sándwich.

—Lo lamento— habla con la boca llena. —. No he comido en días.

—No hay problema.— musito.

Continua con lo suyo sin importarle el que yo lo mire mal.

—¿Y como te va?

—Me tienen secuestrada y, ¿me preguntas como me va?

—Antes de eso, niña.— ríe. —¿Como te ha ido en estos ultimo días? Olvídalo, no. Tyler me ha mantenido informada de ti, así que... creo que lo se todo.— hace una mueca. —Y también creo que estoy hablando de más.

—Si.

—Bien... tu haz lo tuyo que es, prácticamente nada. Mientras yo me aseguro de que no irás a ningún lado.

No se si... incomodarme por la forma en que toma la situación en la que me encuentro o, relajarme.

—¿Puedes darme la hora?— pido.

—Lo siento, no.— hace una mueca. —Solo te diré que ya es noche. Como puedes ver.

Señala a las ventanas del techo y yo ruedo los ojos estresada.

Mi corazón se acelera cuando escucho un aplauso proveniente de la entrada. Un par se tacones y unas pisadas suaves inundan mis oídos.

Observo a Tyler entrar a lado de Irina y caminar hacia mi dirección.

—Buenas noches, mi amor.— Tyler toma mi cara entre sus manos y deposita un beso en mis labios. —Te extrañe. Me moría de ganas por estar a tu lado.

—...

—¿Como te han tratado?— ríe. —. Espero que de maravilla porque es lo que te mereces, linda.

El sonido de un celular interrumpe el momento. El semblante de Tyler a cambiado completamente. Está serio y no marca ninguna emoción en su rostro. Lo se porque, es mi celular el que suena.

Sin previo aviso, Tyler mete sus manos a las bolsas de mis vaqueros con fin de encontrar el aparto que suena.

Cuando lo hace, cuando encuentra mi celular, suelta una carcajada para mostrarme la pantalla.

Es Luke el que llama.

Rápidamente saca su arma y apunta directo a mi cien.

—Vas a decirle que no te interesa hablar con él.— su voz es dura. —Y que no lo amas más.

—Tyler...

—Es una orden.

Acto seguido, el celular deja de sonar. Tyler coloca la llamada en alta voz dejando escuchar la voz de Luke.
  Las ganas de romper en llanto me invanden queriendo matarme.

Kate...— él habla. —, amor.

—...

Hablemos... tenemos que solucionar lo nuestro. Te amo.

—Dile que no lo amas.— Tyler murmura a mi oído.

—No puedo.— murmuro entre lagrimas.

—Nathan. Piensa en Nathan, Kate. Piensa en la muerte más dolorosa que tendrá, por tu culpa. Si no lo haces, la unica culpable de la muerte de Nathan serás tú. Solamente tú.

Kate— Luke me llama. —, háblame.

—No te amo— miento dolida. —. Te lo dije una vez y te lo repito; no te amo, Luke.

Tyler cuelga la llamada y yo exploto en llanto. Las lagrimas calientes caen por mis mejillas

—¡Él te apartó de mis garras!— Tyler exclama. —. Él te hizo amarlo con la misma fuerza con la que me amabas a mi. Y, no pienso permitir que siga disfrutando lo que es mío.— toma mi mentón obligándome a verlo de frente. —Eres completamente mía y nadie más va a tenerte. Nacimos para estar juntos, ¿no lo ves?

Empieza a repartir besos por toda mi cara haciéndome sentir asco.

—Amame.— ruega. —Hazlo, maldición.

—No.

—Te obligaré a hacerlo. Eso no lo dudes jamás.

El mejor postor | Luke E.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon