Capítulo 10

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Definitivamente eso era una inderecta para Justin Bieber. Pensé mirando mi estado en skype. No he hablado con él desde hace varios días y ya me estaba aburriendo de esperar. Pero sabía que tenía que ser paciente. Ósea, él no podía estar siempre pendiente de mí, ¿verdad?. Suspiré mientras miraba mi mac, ansiosa por escuchar el sonido de skype.



Pero nunca apareció.



Gruñí y cerré la tapa de la Mac. Rodee los ojos mientras esperaba exasperada. Sabía que ahora estaría estudiando, ¿por qué estoy tan malditamente ansiosa?



¡Porqué quería verlo joder!, hace dos semanas que no hablamos. ¿Debería de estar así, verdad?, pues yo creo que sí. Suspiré -otra vez- y miré la hora. Ya, tengo que ir a donde Amanda, hoy era viernes, y vamos al mall. 



Agarré mis cosas y salí de ahí. 



Arreglé un poco mis pelos mientras esperaba la parada del taxi, hacía un frío insoportable, arrugué el ceño. Andaba con unos jeans largos y azules, converse, una remera de mangas largas, un chaleco, y por último, el polerón que Justin me obsequió. Traté inútilmente de que su olor aún estuviera ahí, pero, no. Ya no estaba. 



Entré mis manos en los bolsillos del poleron y traté de calentarlas, aún estando con guantes*, seguían heladas. Joder, me gusta el invierno, pero no tanto. El frío a veces era insoportable, sobre todo en Londres. Negué con la cabeza mientras alzaba mi mano para atrapar un taxi, y le pedí amablemente que me llevara al mall. 



Al entrar al taxi, éste tenía calefacción, y pude respirar profundamente mientras me sumergía en el calor del vehículo. Comencé a mirar por la ventana, mientras el taxista para en un semáforo, y justo se abrió la puerta del otro lado donde yo estaba. Miré curiosa quién era. Un chico. Bastante guapo en realidad. Él me miró y sonrió mientras le decía al taxi que lo llevara al mall.



Me puse nerviosa, no suelo sonreír o estar muy cerca de los chicos. Eso hacía a veces que me pusiera patética y tonta. El chico tenía una voz ronca e hizo lo mismo que yo: mirar por la ventana. De pronto uno de los celulares de todos los que estábamos en el auto sonó, e inmediatamente todos miraron sus celulares, hasta el conductor. Suspiré, no era el mío.



— ¡Hey man! —bien, ahora sabía de quién era. Cerré los ojos, no sé porqué el transito estaba tan lento. — haha, sí, sí, ya voy, te dije que lo haría joder —él suspiró— iré a comprarlo, luego iré a las embarcaciones, tío, pensé que el regalo iba hacer para mí, no para una nena —él rió, arrugué el ceño y mi ser de soy curiosa, me dejó más atenta de la conversación —vale, vale. Justin, cálmate joder.



Dejé de respirar.



Justin...



¿Estaba hablando con Justin?, joder. 



¡Ay por el amor de Dios!, hay millones de Justin's en el mundo.



— Sí, sé que es importante, hombre, nunca te había visto tan enganchado con una chica —el chico rió— ¡Uy!, estás sensible. Y, ¿vienes para las vacaciones de verano?... ¿eso crees?, ¿cómo qué eso crees?.... ¿tu padre aún no te lo asegura?, tió, tienes veinte y cuatro jodidos años, deberías de mandarte tu solito... ¡Ya, ya!, me quedó claro.... ¿entonces te veré este verano?... genial bro... espera, ¿cómo se llamaba la chica?, para tratar de recordarla y si la veo por ahí, tratar de no acostarme con ella, tú sabes... ¡A la mierda Justin!, ¡sólo bromeaba!, tranquilo man, joder tío, ésta chica te tiene mal... sí, sí, sólo amigos, ¡cómo si fuera a creerme eso!... ¡tienes dinero!, puedes pagar por otra llamada —rió otra vez— Okay, entonces... ya, _______ Miller, así se llama.



Y eso fue todo como para mirarlo abriendo los ojos como platos, él chico captó mi mirada y me miró, luego abrió los ojos como platos y miró mi poleron. El chico sonrió.



— Oye Justin, ¿la chica es bonita, bajita, cabello castaño, ojos cafés, linda sonrisa y mirada? —él me detalló perfectamente mientras yo cruzaba fuertemente mis piernas— es que man, la tengo en frente de mí... ¡Yo no estoy aquivocado!, tío, que al nombrar su nombre, sus ojos casi se salen de sus órbitas —dijo y yo traté de no reír nerviosamente.— Espera tío... nena —vi que me llamaba a mí, lo miré y levanté una ceja— ¿cómo te llamas? —y ahora lo miré incrédulo, él sonrió— sólo dilo.



— _____ Miller —dije y él rió.



— ¿Escuchaste tío?, ella está aquí y ha escuchado todo, además creo que está con tu poleron, ese que te vi el otra vez —me sonrojé demasiado— ya, tú decías sólo amigos... ya —dijo él sacasticamente.



Y ahora yo no podía parar de estar roja. 



— Toma —el chico extendió su celular, yo lo tomé con mi mano temblando y lo puse en mi oreja.



— ¿Si... ? —pregunté.



— No le hagas caso ni una mierda a ese cabrón —dijo Justin por el otro lado de la línea, quise reír y lo hice, y sentí su sonrisa. 



— Vale.



— Lo siento por no poder hablar, he estado... ocupado —él suspiró.



— Está bien, no te preocupes. 



— Te veo luego, tal vez está noche, conéctate a las 11 pm y ahí estaré —dijo, y yo sonreí asintiendo.



— Sí, sí, lo haré.



— Adiós, cuídate —sentí su suspiro, era como si le costaba dejarme.



— Ok —susurré— adiós, y tú también cuídate.Cuando el chico dejó el teléfono en sus pantalones, me miró y me sonrió.



— Bueno, hola, mi nombre es Jack —y ahí estaba. Por supuesto había escuchado hablar de él por Justin. Le sonreí cortezmente.



— _____, bueno, tú ya lo sabes...



— Que chico es el mundo, ¿a dónde vas? —me preguntó, lo miré y me encogí de hombros.



— Al mall —dije y él rió negando con la cabeza.



— Yo también —dijo gracioso y se rió, yo también.



Por el camino seguimos hablando, me contó que trabaja en una empresa, por su manera de vestir supuse que era de dinero, lo que me extrañaba era que no tuviera auto, y él me dijo que aún no quería autos y yo había reído, eso era raro.



Seguimos hablando hasta cuando nos habíamos bajado del auto y veía a Amanda esperándome con una cara de pocos amigos. Suspiré, había tardado. Pero al verme llegar con un chico bastante guapo, ella había sonreído muy coquetamente, mirándome como diciéndome ''Me tienes que contar todo'', yo simplemente me encogí de hombros.



— ¡Hey Amanda!, hola —le dije, ella me besó la mejilla y miró a Jack, éste sonrió, también pícaramente pero para mi amiga, eso me divertió, porque Amanda levantó una ceja y me miró y yo negué con la cabeza. — Amanda, éste es Jack, es amigo de Londres de Justin —dije y ella abrió sus ojos como platos. Asentí.



— Pues hola, yo soy amiga de esta chica —dijo graciosa y lo saludó con un beso en la mejilla. Joder, hasta donde estaba yo podría sentir la atracción sexual y eso que me había alejado. El chico suspiró y miró Amanda, luego a mí.



— Me tengo que ir hacer un... encargo —dijo riendo, mientras yo sonreía tímidamente. Justin le mandó a comprarme algo, lo sabía. — Fue un increíble encanto conocerte nena —él sonrió y me medio un pequeño abrazo, le sonreí.



Tenía un gran presentimiento de que él y yo seríamos muy buenos amigos.



Sonreí viendo como Justin se desordenaba el cabello mientras mi cámara aún se cargaba. Ahora aparecí, él sonrió, al parecer feliz y agitó su mano saludándome.



— ¿Cómo estás sweet? —me dijo, yo me sonrojé bajando la mirada, últimamente he estado así. Y es porque lo había extrañado, y mucho.



— Bien, bien, ¿y tú? —le dije sonriendo mientras acomodaba mi cabello hacía un lado.



— Genial —él sonrió y la sonrisa -como otras veces- no llegaba a sus ojos.



— ¿Lo estás diciendo por qué realmente estás así o porque quieres tranquilizarme? —le dije seriamente. Él me miró y pareciera que me estuviera viendo a los ojos.



— Lo segundo —él hizo una mueca.



— ¿Por qué?, ¿pasa algo? —le pregunté preocupada. Él sonrió y está vez de verdad.



— Nada que no pueda solucionarse —él rió y yo le sonreí mientras lamía mis labios.



— Bueno, con eso me quedo tranquila —él volvió a sonreí y se acercó a la cámara.



— Dame un beso en la mejilla —sugirió y yo quedé muy mal, en el buen sentido. Reí juguetonamente mientras me acercaba y él ponía la mejilla a la vista de la cámara y yo ponía mis labios mientras cerraba los ojos y entonces hice el ruido de un beso.



— Oye —dijo después. — Saquémonos una foto.



— ¿Qué? —dije irónica. Él sonrió y sacó su iphone. 



— Acercate y sonríe —dijo feliz, yo reí y me acerqué un poco a la cámara mientras sonreía, él se acercó y me dio la espalda, luego sacó la foto y la vio mientras asentía. — ¡Me gustó! —dijo.



— Haber, dejame verla —dije, él sonrió mostrando todos sus dientes y me mostró su iphone, sonreí, la foto era tan malditamente hermosa, yo sonreía mirando hacía la cámara y él también sonreía dulcemente.



— Uhm... you are sexy machine, you are hollywood dream, ¿es una indirecta? —levantó sus cejas graciosamente haciéndome reír. Asentí.



— Sí, para ti —vamos, fui directa. Él abrió sus labios pareciendo sorprendido.



— ¿Crees que soy sexy? —dijo.



— Ay, ya te lo dije una vez.



— Yo también creo que eres sexy, y también creo que eres un sueño de hollywood, por lo menos, mi sueño...



Quedé helada.

Omegle ➳ j.bOnde as histórias ganham vida. Descobre agora