Capítulo 3

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¿Debería dejarla?

¿Renunciar a lo que me hace feliz?

Pero ella no es feliz, y yo quiero su felicidad y ¿si soy egoísta?

Quiero estar a su lado, no se pero ella es lo que hace que no olvide nada, me hace feliz. Y esta maldita enfermedad si crece y me hace olvidarla por completo ¿será para bien? No sabia que se sentía querer a alguien entonces ella llega y me abre su corazón y al final yo decidí entregarle el mio y pasa esto.

¿Aun sigo siendo egoísta?

Solo quiero que alguien se quede conmigo, que me ame como ella lo hizo, que no se aleje en los momentos difíciles. Quiero dejar de estar solo. 


No quiero, ella no se imagina como duele dejarla ir.

Uno puede tener todas las ganas del mundo de querer avanzar junto a la persona que ama, pero si esta no comparte los mismos objetivos que tú, no se puede hacer nada. Pero... a veces duele.

—Déjame ir. —Continuaba diciendo. 

Si claro, tú no sabes lo que duele dejarte ir, no poder ser capaz de acompañarte en aquello que tanto deseas. Porque así como tú no quieres renunciar a mi amor pero te obligan a hacerlo, yo tampoco puedo traicionarme a mí mismo y dejar mis anhelos de estar  a tu lado. 

Muchas personas dicen que cuando dos personas se aman, siempre encuentran una manera para no llegar a separarse. Pero en el mundo real fuera de las películas y libros de amor, es más difícil cumplir esta promesa. Es más difícil porque existen situaciones que uno no puede controlar, justo como  esta  que  estoy pasando. 

— ¿Eso quieres? —  Le dije mirando sus ojos. —  ¿Qué te deje libre y no verme más?

Se quedó en silencio pensándolo. Y era obvio que no, no quería. Su rostro la delataba, quería estar conmigo pero había algo que no la dejaba ese maldito algo que nadie me quiere contar. Todo se hacen de odios sordos cuando pregunto y evitan el tema.

— ¿Quieres verme rogarte? Puedo hacerlo Samira.

—No es necesario.

—Te rogaría mil veces, no me dejes sin ti estoy destrozado. Me siento solo.

—Pero siempre estuviste solo volverías a estarlo es todo.

Que fácil es decirlo pero no es tan fácil volver a estar así, sentir que nadie te quiere, que no tienes a quien contarles tus problemas.

—¡No quiero volver a estar solo! Es contigo o con nadie.

—No quiero esto no lo puedes entender.

—No sabes cómo duele dejarte ir,  también veo la tristeza en tus ojos. 

—Pero es lo mejor, nada es para siempre. 

—No entiendo qué hice mal, me prometí a cambiar y lo hice,  cuando me subías la voz y me empujabas yo seguía ahí, junto a ti diciéndote que todo esta bien y haciendo cosas para que  te sintieras bien. 

—¡Ya nunca será lo mismo Sebástian, esas promesas que me decías de que ibas a cambiar y íbamos a ser lo mismo de antes, eso ya no existe, no es real!

—¡Podemos hacerlo real, por qué eres tan testaruda!

—¡Me tienes harta, estoy cansada de todo esto!

No quiero terminar  en la locura por  ella pero no puedo aceptar su partida, siento que si la dejo libre jamas la tendré, se ira y me dejara para siempre como si lo nuestro nunca existió y eso es lo que no quiero. 

Acuerdos [Vol 2] [Trilogía Relaciones Toxicas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora