❀ sesenta ❀

2.1K 188 27
                                    

[whatsapp]

diego:
ábreme):

luciana:
ándate, porfa.

diego:
voy a llamar a tu mamá, luciana.

luciana:
diego, basta.
ya fue suficiente.

diego:
NO.
no voy a dejar que esto se acabe.

luciana:
basta

diego:
te amo

luciana:
por favor, para
ni siquiera te imaginai cuanto me duele todo.
y sabi lo que es peor? que lo único que quiero es que me abraces

diego:
porfa, baja
necesito verte, abrazarte, besarte
te necesito ver.

[ ••• ]

[narrado]

Baje secándome los ojos, había estado llorando un poco.

No he podido ni dormir, hueon, me siento como las hueas.

¿Por qué soy tan patética, bro?

Abro la puerta y ni siquiera espero a que él pase o diga algo, lo abrazo y me escondo en su cuello. Hoy no quiero escuchar hueas, solo quiero arreglar las cosas y dejar que él me acune en sus brazos.

—Luciana, perdoname. —susurra sobre mi hombro.

—Cállate. —digo en un susurro dando leves golpes en su espalda.— Cállate y abrazame, porfa.

Él me hace dar un brinquito y rodeo su cintura con mis piernas, me lleva adentro así y vamos a mi pieza donde me acuesta y después se sienta al lado mío.

—Fui tan ahueonao, lo siento demasiado. —sigue repitiendo como si yo no lo hubiera perdonado hace rato.

¿Qué es esto que me tiene tan ahueoná?

—Shhhh... eso ya no me importa. —digo acercándolo a mí.— Los dos nos comportamos como ahueonaos y fue por una tontera.

Lo amo, ya esta.

No puedo negarmelo, no puedo fingir cosas que no son.

Él me hace débil y a la misma vez, fuerte.

—Claro que importa... —suspira.— Las cague, Lu, fui tan celoso, ahueonao, estúpido, sacohuea y mucho más.

Le tapó la boca con mi mano y lo observó.

Él es mi hogar.

Lo amo y sé que me ama.

Lo amo y sé que no me voy a arrepentir.

Tal vez no duremos para siempre, pero mientras tengamos días juntos, sé que estaremos bien.

—Basta, Diego, te perdone en el momento que abrí esa puerta. —digo tratando de hacer que se calle.

Su sonrisa se forma bajo la palma de mi mano y sus ojos brillan con encanto.

Nunca dejes de mirarme de esa manera, por favor.

Quite mi mano de su boca y deje un pequeño beso sobre sus labios.

—No hay otro, Diego, no hay más opciones, siempre serás tú.

Él me toma de la nuca y me besa con tanto cariño que siento que me desvanezco entre sus manos.

Y no estoy segura de por qué, pero sé que esto no sería algo de lo que me arrepentiría.

El Diego jamás sería algo de lo que yo podría arrepentirme, incluso si un día ya no estuviéramos juntos, sé que lo recordaría con cariño.

Full apéМесто, где живут истории. Откройте их для себя