Capítulo 6. Primeras horas. Reparto de camas

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—¡Eh, listas! —escuchó a Aitana gritar desde el pasillo— A ver si os creéis que vais a elegir antes que nadie.

—Pues corre —contestó Thalía entre risas, persiguiendo a una Nerea que les llevaba medio pasillo de ventaja.

Martí cerró los ojos resignado, cubriendo su rostro con las manos mientras oía los pasos apresurados de las chicas acercarse hasta la habitación. La puerta se abrió de golpe y las tres entraron de repente, corriendo alborotadas hacia las literas. La tranquilidad llegaba a su fin.

—Yo arriba —anunció Nerea, escogiendo la primera cama que vio cerca de la puerta, Thalía se colocó justo debajo mientras Aitana decidió correr a la litera contigua. Mejor tener a estas pencas controladas, pensó, sentándose en el colchón de abajo.

Absortas en su discusión no se percataron de la presencia de Martí, quien había desaparecido sin decir nada a mitad del chat, aprovechando la distracción y dispersión general. Cansado y molesto por su situación decidió esconderse un rato en la habitación, eligiendo antes que nadie la cama más alejada y al fondo de todo cómo refugio. Cuanta más distancia mejor, pensó. Apenas había hablado con los demás desde que conoció su rol de concursante, no era nada personal, simplemente estaba enfadado por las circunstancias y, siendo honesto, su carácter irónico y pasota tampoco le ayudaba a sobrellevarlo mejor. Lo de aquella noche le había impresionado, nunca había cantado, nunca había querido cantar ni mucho menos dedicarse a ello. ¿Qué le pasaba a la gente? ¿Cómo podían creer que aquella mierda de actuación valía tan siquiera un aplauso? No entendía nada pero esperaba encontrar pronto una manera de encauzar aquello. Tenía que liarla y salir de allí aunque tampoco podía joderse la imagen de por vida y quedar cómo un ser despreciable a vistas de la audiencia, después de esto tenía que seguir viviendo... Bueno, si salía mal siempre podía volver a China.

Poco a poco fueron entrando los demás, con mucha más calma que los ángeles de Charlie, pensó Martí. Tras ellas vio llegar a Juan Antonio y Marina que ya traían consigo las maletas y enseguida eligieron las camas individuales al lado de las literas ocupadas, dejaron la maleta y salieron para coger algo de cena en el comedor. Las tres chicas les miraron de reojo al irse.

—Pues no sé, en el fondo la litera es cómo más auténtica, tiene un toque rural, aventurero... —empezó Nerea, quien no había visto las camas individuales que acababan de elegir ni quería asumir ahora la envidia que le daba. No podía rectificar y admitir su error— Dormir en litera es más acorde a una experiencia como ésta ¿No creéis?

—Claro —contestó Aitana acercándose un poco, notando el resquemor en la rubia— ¿Qué gracia tiene dormir en una cama sola? Pues ninguna, eso lo puedes hacer en tu casa tan tranquilamente.

—Es como volver a ir de campamentos —añadió Thalía ilusionada.

—Sí tía, esto es campamento total —dijo Aitana también emocionada, ambas se acercaron y cogidas de las manos empezaron a botar sobre el cochón— Menos por el alcohol, los petas, las fiestas y los monitores buenorros claro...

—Oye... Pues el de gimnasia no está nada mal —dijo Thalía, captando la atención de Nerea quien se hacía la desinteresada aun estar con la oreja puesta. 

—¿Agoney? No está mal, pero no es mi tipo, no sé... Yo digo que es gay —sentenció Aitana con una sonrisa, le encantaban los cotilleos.

—¿Tú crees? Ai, es verdad que es muy guapo y todo pero... ¿Crees que será gay, seguro? —dudó Thalía mientras Mireya, Miriam y Amaia entraban a la habitación.

—Es demasiado guapo para no serlo.

—¿Quién es gay? —preguntó Miriam que había escuchado parte de la conversación.

EL OTRO OT, el que pudo ser y no fue (afortunadamente)Where stories live. Discover now