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“No me hagas daño, por favor.”

“Lo respiro justo debajo de mi barbilla
Mi corazón se aprieta en la punta de mi mano.

Viene a mí como una serpiente venenosa y me muerde en silencio”


Kibum se sentía enfermo de solo imaginar esta rutina todos los días de su vida, se mordió ligeramente el labio inferior y apretó sus manos en puños evitando a toda costa la intensa mirada de Minho sobre su persona durante el resto del camino.

Se sentía asfixiado, nunca fue muy fan de hacer amigos, ni siquiera en la universidad, no hablaba con nadie a menos que fuera requerido como los escasos trabajos en equipo o cosas de ese tipo. Tampoco era como si alguien estuviese interesado en entablar conversación alguna con él y eso le agradaba, podía pensar en sí mismo y se evitaba las críticas.

Minho entre ratos miraba a Kibum, estaba demasiado pensativo, era normal en Kibum estar en silencio pero esta vez lo sentía demasiado callado, no parecía Kibum en ese instante. Suspiró mientras buscaba un lugar disponible en el estacionamiento.

Minho al fin había encontrado un lugar vacío, aparcó rápidamente y miró a Kibum aún en su mundo, agitó su mano frente al rostro de su prometido sin obtener éxito al tratar de captar su atención. Suspiró de nueva cuenta y ligeramente sacudió el hombro de Kibum sacándolo de su ensoñación con éxito.

-Hemos llegado.

Kibum asintió y se deshizo del cinto de seguridad rápidamente mientras tomaba sus pertenencias, es decir, su bolso, y miró la hora en su reloj de muñeca mientras salía rápidamente del auto con cierta prisa al ver la hora, pasaban apenas unos cuantos minutos de las 4:00 p.m.

Minho salió tras él y colocó seguro a su auto antes de situarse a un lado de Kibum, caminaron apresuradamente, ya que Kibum tenía las horas contadas, tomaron el ascensor y en un profundo silencio se mantuvieron por un momento.

-Lo siento.

-¿Por qué?-. Murmuró Kibum aún sin dirigirle la mirada.

Se sentía demasiado aterrado, el espacio del ascensor lo estaba sofocando y la presencia de Minho no ayudaba mucho, Su estomago se revolvió y cerró los ojos tratando de mantener la calma.

-Lo siento si te hice sentir incómodo en el auto.

La voz de Minho se sentía más gruesa y profunda de lo que recordaba, pasó saliva con dificultad causando un pequeño sonido al tragar rompiendo aquel silencio.

-Yo… descuida.

Kibum entrelazó sus manos retorciendo sus dedos perdiendo poco a poco el control, estaba entrando en pánico. Odiaba los lugares muy cerrados.

-¿Estas bien?-. Cuestionó Minho observando cuán desesperado estaba su prometido.

Kibum asintió en respuesta, cosa que no convenció del todo a Minho, esté se acercó a Kibum un poco más para verificar que sucedía.

Kibum por otra parte se sintió acorralado, dio un pasó hacia atrás, su espalda chocó con la caja metálica en la cual estaban encerrados, los segundos se le hacían eternos. Minho nuevamente se acercó y colocó una mano sobre la mejilla de su prometido y esté cerró los ojos aterrorizado, soltó un pequeño gritó y sus piernas flaquearon, estaba temblando y sus ojos comenzaba a picar amenazando con derramar lágrimas.

REVIVAL (MinKey)Where stories live. Discover now