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"Puede que no sea el mejor, es mas 
Puede que ni sepa amar 
Y de arena hacer castillos. 

Puede que no sea el mejor pero soy yo 
Con mis noches y mi sol 
Estés tú o no conmigo."
...
.....
......

Apenas Kibum había puesto un pie dentro de casa fue atacado por las repentinas preguntas de su madre con respecto a Minho y a la cena tan importante dentro de una hora, suspiró derrotado caminando hacia su habitación mientras su madre iba tras él sin dejar de cuestionarlo, pobre muchacho, se pasó una mano sobre la frente deteniéndose justo en la puerta de su habitación cerró los ojos, agachó la cabeza y dejó salir un pesado suspiro, su madre estaba presionándolo.

Un pinchazo.

Eso sintió Kibum dentro de su cabeza, se sobó la cien e irritado abrió la puerta de su habitación, negó al darse cuenta que su madre se había colado antes de que la puerta fuera cerrada.

-Basta madre, estoy cansado, ha sido un día pesado, por favor deja de cuestionar-. Pidió casi suplicando, casi, ya que su rostro no mostraba más que irritabilidad, su madre cerró la boca y como por arte de magia el dolor de cabeza desapareció, ahora respiraba mejor. –Gracias-. Apenas le dedico una media sonrisa y se giró yendo directo a su armario, se despojó de sus zapatos y de su saco mientras elegía su atuendo.

-¿Al menos ya consiguieron hacer las paces? He visto que Minho te ha traído de vuelta a casa-. El tono de su madre era alegre, sonrió aun dándole la espalda, le gustaba matar las ilusiones de los demás, sacó unos pantalones amplios color café y una camisa de seda junto a un saco y un gran sombrero a combinación, colocó todo sobre la cama y miró a su madre.

-Las cosas siguen exactamente iguales, el hecho de que me haya traído a casa no cambia que sigamos en las mismas. Es un cabeza dura y yo no estaba como para ponerme a discutir, así que accedí a su propuesta y eso fue todo-. Se giró y volvió a su armario en busca de sus zapatos, regresó y los colocó al pie de la cama. –Madre, no te olvides que esto lo hago solo por mis hermanos, esto no cambia mi forma de pensar, ni mi forma de ser, mucho menos me va a hacer cambiar de opinión en cuanto a sentimientos, entre Minho y yo no va a haber nada más que un simple contrato, lo entiendes ¿cierto?-. Tomo las manos de su madre y le dio una sonrisa sincera, su madre suspiró en derrota, sabía cómo era su hijo y lo amaba así tal cual era, no iba a seguir insistiendo.

-Si cariño, lo comprendo, te amo mi niño-

Kibum sintió un leve apretón en sus manos y sonrió, besó la cabeza de su madre y en un pequeño susurro le recitó aquellas bellas palabras que solo ella merecía. –Te amo a pesar de todo, mamá, por favor no vuelvas a abandonarme-.

Su madre abrazó la figura esbelta de su hijo y momentos después palmeó su espalda de forma agradable. –Ve a arreglarte cariño, se hará tarde-. Kibum asintió y esperó a que su madre desalojara su habitación.

Ingresó al baño se despojó del resto de su ropa, abrió el paso de agua de la regadera y se adentró, suspiró cerrando los ojos tratando de no pensar en nada, otro intento fallido, cada vez que entraba a tomar una ducha era una batalla constante, sus propias caricias le causaban nauseas, odiaba tocarse a sí mismo, luchando contra ello logró terminar la tortura, se colocó una bata y una toalla cubría su cabello. Salió del baño y se colocó ropa interior dejó caer la bata sobre la alfombra y tomo un frasco el cual contenía crema, se colocó la crema sobre su cuerpo mientras mantenía su mente en otra cosa. Se colocó su atuendo y sus zapatos, se miró al espejo y sonrió apenas, se acercó a su tocador y se maquilló levemente, un sutil delineado a sus gatunos ojos y un poco de brillo en aquellos bonitos labios acorazonados, al terminar verificó la hora, le quedaban quince minutos para que Minho viniera a por ellos, se colocó el bonito sombrero sobre su cabeza y una vez más se miró al espejo.

REVIVAL (MinKey)Where stories live. Discover now