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"Parece como si fuera el final ahora.

Cuando mis lágrimas se convierten en luz de estrellas, siguiendo los recuerdos.

Y brillan por ahí, quizás lo verás desde algún lugar.

Así que caerán como luz de estrellas cada noche."


-También verifiqué los boletos para la luna de miel, sé que no es la gran cosa pero, apuesto a que te encantará.

Minho se encontraba sonriendo mientras explicaba los últimos detalles de la sorpresa que tenía preparada para su prometido en la luna de miel, cosa que a Kibum parecí importarle poco, se encontraba mirando fijamente la pasta mientras picaba la misma con el tenedor enrrollandola, una y otra, y otra vez, ni siquiera había escuchado lo que Minho había estado diciendo desde hace unos veinte minutos.

Solo quería regresar a casa, quería bañarse, quería quitarse la sensación del tacto de Minho, lo sentía tan presente, aún cuando ya habían transcurrido casi 8 horas de lo sucedido, se sentía sucio, se sentía indefenso, se sentía pequeño, se sentía débil, quería llorar de nuevo, pero el shock seguía allí, parecía no tener emociones en ese momento, su mirada se encontraba vacía, fría.

-¿Kibum? ¿Me estás escuchando?-. Minho tenía la nariz ligeramente arrugada, Kibum estaba demasiado callado, ni siquiera había levantado la mirada cuando le preguntó si le parecía bien la idea.

Kibum seguía ejecutando la misma acción, picaba la pasta una y otra vez, estaba encerrado en su burbuja, su rostro mostraba tranquilidad, una tranquilidad tan inmensa que asustaba.

Minho estaba un poco confundido, ¿Qué sucedía en la mente de Kibum? Continúo llamándole sin obtener respuesta, esto era un poco peor de lo que imaginaba. Le estaba matando, ese comportamiento le intrigaba de sobremanera.

Sin más remedio se levantó de su lugar, aún sin obtener la mínima atención de Kibum, colocó la mano sobre el hombro de su prometido, si, Minho estaba cometiendo un grave error. Kibum se exhalto de sobremanera, soltó el tenedor y se levantó inmediatamente de su lugar alejándose rápidamente de Minho.

-¡NO!-. Kibum se abrazó a si mismo, su mirada acuosa se posó en el rostro de Minho, temblando dió un paso atrás. -No te acerques, no de nuevo.

La voz de Kibum salió rasposa, Minho se quedó sorprendido por esa actitud, no entendía lo que estaba sucediendo, esto era mucho peor de lo que imaginaba.

-No me toques, no más-. El castaño seguía abrazándose a si mismo protegiéndose, la imagen de Minho había desaparecido, Kibum no estaba viendo a Minho, Kibum estaba viendo a aquel hombre que tiempo atrás le había causado tanto daño, estaba alucinando a tal grado de creer que quien le había tocado había sido aquel repugnante sujeto y no su prometido.

Las personas a su alrededor se encontraban muy confundidas y un poco disgustadas con la escena que estaba sucediendo.

Minho por otra parte intentó una vez más acercarse a Kibum, causando solo que Kibum saliera huyendo del lugar, no soportaba seguir un minuto más allí, su alma estaba cayendo a pedazos, todo lo que había avanzado en los últimos años se había esfumado, ya no quedaba nada. Se sentía vulnerable, ni siquiera sabía si debía seguir luchando o darse por vencido de una vez por todas.

Minho apretó los puños viendo como Kibum se alejaba de allí, dejó algunos billetes sobre la mesa y se fue de allí sin más, corrió detrás de su prometido, no podía permitir que le pasara algo, no en ese estado en el que se encontraba.

Minho estaba asustado, muy asustado, frente a sus ojos pasaba el tiempo más lento, Kibum se encontraba cruzando la calle sin fijarse que un auto venía hacia su dirección a velocidad muy alta.

El corazón de Minho se aceleró tanto, ni siquiera lo pensó, corrió tan rápido como sus piernas le permitían, Kibum era lo más preciado que tenía y no iba a dejar que nadie le arrebatará al único ser que le hacía sentir miles de cosas con solo una mirada. Sin más logró abrazar el cuerpo de Kibum, la fuerza que llevaba al correr le hizo tropezar un poco llevándose consigo a su prometido cayendo sobre la acera del otro lado de la calle segundos antes de que el auto pasara.

Minho acunó con un poco más de fuerza el cuerpo de Kibum, quien se encontraba temblando aún. Para Kibum, quien apenas había salido de su trance, Minho estaba riendo, ya que sentía como el cuerpo del más alto daba pequeños espasmos, sintiendo un poco más de presión por parte de Minho, alzó la vista, lo miró así, tan vulnerable, Minho estaba llorando, llorando por Kibum.

-No vuelvas a huir de esa manera, no sé qué hubiera hecho si algo malo te pasaba-. Susurró Minho, besó los cabellos castaños de su Bummie, mientras éste se dejaba solamente un poco.

Kibum comenzó a llorar también, empuñó sus manos mientras el saco de Minho era atrapado por sus dedos. Ahora el castaño se sentía una persona horrible, todo este tiempo había pensado solamente en él, y nadie más que él.

-Soy una persona horrible-. Lloriqueo Kibum en el pecho del más alto, seguían tirados sobre la acera lamentándose.

-No lo eres Kibum.

-Si lo soy, ¡me aborrezco!, hay cosas que aún no sabes sobre mi, y es tan horrible y asqueroso-. Kibum seguía llorando a mares, Minho lo apretó más contra sí, y extrañamente a Kibum le reconfortó ese gesto, ¿Por qué ahora no se sentía sucio?

-Escucha-. Minho dejo de abrazarlo y levantó el rostro de Kibum colocando ambas manos en sus mejillas, key se encontraba con la nariz roja, se veía tierno, hermoso, a Minho le encantaba. -Eres la persona más noble que he conocido en mi vida, eres todo lo que quiero, eres hermoso e inteligente, sé que también eres inseguro, tal vez no sepa que es lo que te atormenta todos los días y aunque no me lo digas, quiero que tengas presente que te quiero, y quiero que seas feliz, quiero hacerte feliz, quiero ganarme tu confianza, y quiero que sepas que jamás te haré daño, ¿Comprendes?-. Limpió con sus pulgares el resto de lágrimas que aún seguían en las mejillas de su prometido, sus miradas conectaron, y la sensación en Kibum fue reconfortante.

Hace mucho tiempo había dejado de sentirse así, Taemin era el único que había logrado hacerlo sentir protegido, ahora estaba sintiendo lo mismo. No era capaz de comprenderlo, ¿Por qué con Minho? ¿Por qué ahora?

Suspiró lentamente asintiendo, y se alejó del moreno, no se sentía aún agusto con el contacto físico, no a ese nivel. Se sentó a un lado colocando sus manos sobre su rostro, Kibum aún se sentía perdido. Minho le miró durante el tiempo que el castaño se lamentaba internamente.

-Gracias-. Apenas se escuchó el bajo susurro de Kibum, el moreno se sintió tranquilo.

Quizás para muchos era un pequeño paso, pero para Minho era un gran avance, las cosas nunca pasan porque sí, y estaba seguro que Kibum era el hombre de su vida.

-Vayamos a casa, necesitas descansar-. Minho una vez de pie le tendió la mano al castaño, Kibum dudó un momento, pero para este punto ya no tenía caso.

Minho había arriesgado su vida por él, ya que más daba si se tocaban una vez más. El moreno le ayudó a levantarse, pero no más, lo dejó libre, sabía que no debía pasar más límites. Kibum caminaba detrás de su prometido, se sentía demasiado apenado, miró su manos aún temblorosas.

Todo había pasado tan rápido, el trance en el que estaba fue más fuerte de lo que esperaba, se seguía sintiendo vulnerable, el recuerdo de aquel hombre seguía atormentandole de manera inimaginable, había visto ese horrible rostro nuevamente en Minho, esa fue la principal razón por la cual había huido. Todo estaba empeorando, pobre Kibum, estaba frustrado y lastimado, más por sus recuerdos que por cualquier otra acción de Minho.

-Soy un estupido-. Se dijo a sí mismo, mientras las lágrimas seguían corriendo por aquellas mejillas aún teñidas de color carmín.

Minho decidió no preguntar nada a cerca de lo que sucedía, Kibum seguía siendo tan reservado que hasta ese punto solo quería verlo tranquilo. Le abrió la puerta de copiloto como de costumbre y sin más Kibum se adentró al auto con calma.

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⏰ Last updated: Jul 05, 2019 ⏰

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