04

22 1 0
                                    

"Algunas frases que conforman una historia que se graba en tu memoria, como te grabaste tú, en mí."








Kibum despertó una vez más en medio de la noche, terror, era lo que había en su mirada, odio, era lo que desprendía, lágrimas, eran las que derramaba. Era lo mismo de siempre, una pesadilla tras otra, cada noche se preguntaba si algún día podría liberarse de todo aquello que lo perseguía, que lo aterraba.

Deseaba ser feliz, poder realizarse plenamente, deseaba poder ser feliz como lo era su familia, como lo eran otras familias. Deseaba con toda su alma poder tomar las riendas de su vida sin ningún miedo, deseaba tener éxito en su carrera, en su trabajo, deseaba formar su propia familia, solo eso deseaba.

Kibum rió amargamente, sabiendo de ante mano que nada de eso sería como deseaba, ni siquiera se iba a casar amando a su prometido ¿Qué se podría esperar de ello?, Suspiró mirando a través de la habitación, limpió sus mejillas y salió de su cama, de nada servía tratar de dormir de nuevo.

Se sentó frente a su escritorio tomando su lápiz de grafito y comenzó a trazar líneas finas sobre la hoja de papel que se hallaba sobre la mesa, al menos podía distraerse de su oscuro pasado en algo que le apasionaba, diseñar era su vocación, cuando miraba a las modelos portar con tan imponente elegancia las prendas de ropa a través del televisor se le erizaba la piel, anhelaba tanto que algún día prendas diseñadas por él fueran portadas de tal manera, amaba con todo su corazón su carrera.

Dió un pequeño salto en su asiento al escuchar el sonido de la alarma de su teléfono, las horas se le habían pasado tan rápido. Dejó su boceto, que aún a medias estaba, y se dedicó a arreglarse para ir a la universidad, éste era ya su último semestre, con más ganas asistía, pronto podría graduarse y comenzar a buscar su trabajo deseado.

Escuchó unos golpes en la puerta de su habitación mientras terminaba por acomodar su cabello. Su madre quien se hallaba del otro lado de la puerta habló.

-Hijo, Minho ha venido a la casa, dice que quiere y debe llevarte a la universidad.

Kibum cerró los ojos un momento y suspiró, era verdad que su auto se había quedado en el estacionamiento de la universidad y debía irse en algún transporte público, no era novedad, ya lo había hecho en varias ocasiones. Entonces se preguntó ¿Por qué Minho habría de llevarlo? Seguramente tenía cosas más importantes que resolver en la empresa que llevarlo a la escuela.

-Enseguida bajo madre.

Se limitó a decir, tampoco estaba mal si aprovechaba la oportunidad ¿No? Eso no cambiaba la situación, no había un lazo de amistad entre ellos, solo era un simple contrato, solo no quería ser grosero.

Tomó su bolso, salió de su habitación y bajó las escaleras, la misma rutina de todos los días. En el comedor se encontraba su familia reunida y muy entusiasmados teniendo una charla amena con Minho quien, solo los acompañaba mientras la familia Kim desayunaba a gusto. La comisura de los labios de Kibum se alzó un poco, estaba sonriendo, le gustaba ver a su familia feliz.

Minho hizo contacto visual con Kibum, su sonrisa se ensanchó al verlo tan bello, tan carismático, tan propio, Minho estaba que se derretía de amor por Kibum aunque éste aún no le correspondiera.

-Buen día familia, provecho-. Habló Kibum después de apartar rápidamente su mirada de la de Minho.

-Buen día, Kibum-. Contestaron sus padres y hermanos.

Tomó entre sus dedos un vaso con jugo de naranja, mientras miraba su reloj. No disponía de mucho tiempo para llegar a su primera clase.

Minho se había acercado a su prometido sin que se diera cuenta. Lo supo al momento de tomar su mano libre, Kibum reaccionó asustado, acarició su mano antes de depositar un corto beso en su dorso. Kibum por otra parte se sentía sofocado, su corazón estaba acelerado gracias al susto propiciado por Minho.

REVIVAL (MinKey)Where stories live. Discover now