ALIANZA INQUEBRANTABLE [FINAL].

capítulo 19.

El nuevo preso aún seguía inconciente, estaba solo y atado, el brillo de la luna se filtró por la única ventana que había y el resplandor llegó hasta él.

Shun.. Shun.. despierta..

El mencionado se despertó lentamente, aún estaba desorientado por el golpe, le dolía la cabeza.

- Artemisa-sama.. ?

Si Shun.. soy yo y tienes que regresar al palacio de Poseidón.. te lo ordenó!!

Shun, con las pocas fuerzas que le quedaban, intento levantarse, aplicó más fuerza, las cadenas se agrietaron.

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- y si nunca recupera su memoria?.- preguntó Athena.

- entonces no me queda más que ocupar su lugar.- dijo Hades.

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- Milo sentiste eso?!.- gritó Aioria.

- si! Vino desde la sala del patriarca!

Los dos caballeros dorados corrieron. El resto de los otros santos también sintieron esa presencia y salieron rumbo a la sala del patriarca.

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Las cadenas ya no soportaban la presión, estaban más que agrietadas y estaban a punto de quedar hechas añicos.

En un movimiento más, estás se rompieron completamente, se levantó y caminó por el pasillo que daba a la salida.

Pronto llegaron los caballeros dorados y se interpusieron.

- a donde vas?!.- preguntó Shura.

- no te importa.. quítate de mi camino o tendré que matarte.-

- tendrás que matarme.. Excalibur!.-

- Tifón!!.- grito.- no lo hago por mi.. lo hago por ti.. Alberich.- pensó.

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- si no hay más remedio.. sería lo mejor para él..

Ambos se levantaron y al dirigirse a la puerta, el caballero dorado de Capricornio entro disparado, cayó sobre la mesa y se retorció del dolor.

- mi espalda.. Athena tenga cuidado, ha escapado..

Los dos salieron apresurados, el preso estaba suelto y peleando una vez más.

- tú mataste a mi mejor amigo!.- señalando a Camus.

- era el enemigo.. y si tú quierés tambien puedo terminar contigo..

El caballero dorado de Acuario se preparó para ejecutar su cero absoluto y Shun su Corriente Marina y Turbia, hasta que Hades intervino, su forma fantasmal entró nuevamente al cuerpo de Shun, este abrió los ojos como platos y jadeó varias veces antes de caer de rodillas. Y perdió la conciencia una vez más.

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Estaba sentado en la oscuridad, la mancha negra que una vez comenzo como un lunar en su mano, ahora se había extendido hasta la parte de su cuello, cada minuto que pasaba, era un minuto menos de vida.
Escucho resonar unos pasos firmes por el lugar, se levantó e intento llegar al sonido, pero no halló nada.

- Andrómeda..

- Hades..?

Intento buscar al dueño de esa voz pero resultó inútil, se detuvo y espero a que la soledad volviera a acompañarlo.
Sintió una mano pesada sobre su hombro, era fría pero firme, se giró sobre sus talones y encontró al Dios del Inframundo enfrente de él, eso le causó cierta felicidad.

- Hades!!

- Andrómeda tenemos que hablar..

- si.

- que te ha pasado?.- señaló su brazo.

- mejor te cuento desde el principio..
M

e dirigía rumbo al Santuario, quería hablar con Athena de un asunto personal. Cuando estaba pasando la casa de Sagitario, fui emboscado por generales marinos y un Dios Guerrero; Sonrreto, Eo, Issac y Phenril, me defendí, pero no bastó, me derrotaron.. me desmayé.

Tiempo después recobré la conciencia, estaba atado con grilletes, y sobre una mesa de metal, intentaba soltarme del agarré pero pronto se dieron cuenta, se acercaron a mi y me dijeron que me tranquilice, que estaría bien.. la voz.. era de Artemisa, Poseídon nunca habló pero sentí su presencia.

Me pusieron en el cuello un grillete que anulaba mi cosmos, intentaba defenderme pero todo fallaba.

Ví a Hilda, eso me desconcertó bastante, hasta que observé que traía puesto el anillo Nibelungo.- Hades lo miró extrañó.- es un anillo que hace que las personas se vuelvan malas.

Después me entrenaron, decía Hilda que tenía que atacarla como si me estuviese enfrentando a uno de los dorados o a mis hermanos, me negué, por un tiempo fui golpeado y maltratado, no descansaba, a veces ni comía, estaba más que moribundo y sólo esperaba a morir... Hasta que se dio por vencida, dijo que ya era hora.. me dijo que si la lastimaba me dejaría ir, usando ataques de la cloth de Andrómeda, siquiera lo intente porque al momento caí.

Ella me iba a colocar un anillo, un anillo que haría salir a flote mi parte oscura, es decir mi odió y egoísmo, y desde ahi perdí el control total de mi cuerpo. Alberich fue el único que se reuso a que lo utilizará, cuando mi parte oscura estaba inconsciente yo podía tomar el control de mi mismo, sólo tenía como máximo cinco minutos, de ahi en fuera no podía hacer algo al respecto.
Mi parte oscura siempre pensó que Alberich estaba de su lado y que lo apoyaba. Ya teníamos un plan de escape, ibamos a terminar con él ese día, pero cuando Camus lo asesinó todo se había perdido.

Desde ese entonces he intentado salir de ésta prisión, puedo ver todo lo que él hace con mi cuerpo, pero no puedo moverme, el anillo fue colocado en mi dedo medio y a como pasa el tiempo se extiende la marca y yo empiezo a desaparecer.. Hades si no me quitan el anillo antes de la Luna Nueva, perderé mi cuerpo totalmente, moriré! Y además ellos tomaran el control de la Tierra.!!

- wow Andrómeda, es la primera vez que te escucho que aún quieres tú vida..

- Hades!

- bueno ya, cómo se supone que te lo quitaré?.

- solo pueden romperlo con el Tridente de Poseidón, nadie más puede hacerlo..

- le diré a Athena..

- Hades..

- mmm?.

- quiero que tú seas quién controlé mi cuerpo hasta que destruyamos el anillo.

Hades se sorprendió a tal petición, nunca pensó que su huésped le pidiera semejante favor, solo asintió y se marchó.

Gracias .- fue lo último que susurró antes de ser envuelto una vez más en la soledad.