Pedazos.

Capitulo: 08.

Estos días apenas he hablado con Alex. Y apesta, porque pensé que ahora que... esto... no estoy muerta. Bueno... pensé que seriamos amigos como antes. Parece que me equivoque, o tal vez es que no hemos hecho las cosas bien o quizás es que no sabemos empezar de nuevo. Al menos yo no.

>> Por el principio Lía <<

Sí, debe ser por ahí. Pero las cosas no están yendo tan bien o bueno... no como deberían. Todo se siente raro, no sé cómo explicarlo. Por otro lado está Sam y no es que haya algo malo con ella, me he juntado con ella estos días y es agradable, un poco tanto extrovertida pero, agradable. Por otro, otro lado. Está que tengo miedo. Tengo mucho miedo, hasta diría que estoy aterrada. Tengo miedo de volver al mismo hueco, tengo miedo de herirme de nuevo. Porque por increíble que sea no quiero hacerlo, pero a veces quiero. Y no sé cómo dejar de sentirme así, así como si fuera a decaer por alguna razón. Probablemente es mi culpa no me debo estar esforzando mucho; debo hacerlo. ¿Pero cómo? ¡NO LO SÉ! No es fácil y eso, apesta...

Mierda, debo dejar de decir mierda, pero mierda ¡voy tarde a lengua! Dejo medio emparedado y me limpio las manos con dos servilletas, me levanto de la silla, tiro los restos en la basura y salgo de la cafetería.

Camino un poco menos lento de lo normal hacía el aula 09.

Ahora que me acuerdo Sam no vino hoy a clases y bueno, no me gusta comer sola a pesar de haberlo hecho siempre antes de conocer a Sam, y lo mejor es que ¡a ella le gusta sentarse conmigo! Bueno es que hace tiempo que nadie quiere o eso creo yo. Ya no recuerdo mi vida antes de Sam o quizás recuerdo demasiado. Ya ni sé que pienso. Jesús... eso ¿sonó raro? Digo no me gusta Sam, no de esa manera... es guapa y todo... y debo reconocer que tiene un traser... ¡Lía! ¿Qué te pasa? Jajaja cada vez estás más loca, deja de pensar idioteces.

Apresuro mis pasos, ya casi llego al aula cuando al pasar por un pasillo antes, veo por el rabillo de mi ojo izquierdo. Un reflejo, un reflejo rosa y no sé porque razón, me detuve. Miro hacia la izquierda, veo el reflejo y esta... ¡Sam! Claro ¿Cómo no notar su cabello rosa? Un momento... si Sam ha venido ¿Por qué no ha entrado a las dos primeras clases? ¿Y que hace con...Brody? No creí que le gustaran de ese tipo...

Tú qué sabes Lía, apenas la conoces

Brody no tiene muy buena fama aquí aunque es guapo. Tiene un cabello largo de color café, pero no lo suficientemente largo como para parecer una chica, lo tiene como hasta las orejas. Tiene unos bonitos ojos cafés y es moreno claro pero... porque siempre hay un pero, sobre todo en mi vida, tiene fama de drogadicto. Hasta yo le he visto los ojos rojos. Capaz lloraba, quien sabe. Bueno igual que este con el no significa que sea en ese plan.

Ninguno parece darse cuenta de mi presencia, pero – por si acaso –, me escondo detrás de una de las paredes de color verde manzana y asomo mi cabeza un poco. Aunque no puedo escuchar lo que dicen, se les ve un poco enfadados –Discuten al parecer–. Sé que está mal lo que estoy haciendo, pero en mi defensa... Ok no tengo defensa, digamos que la curiosidad puede más. Es que ni siquiera se puede decir que Sam y yo somos algo parecido a amigas, lo estamos intentando.

Mire mi teléfono y han pasado cinco minutos desde que estoy aquí como espía. Solo hablan a susurros con actitud misteriosa. No tengo ni idea de que hablan, debería irme.

¿Por qué no te vas?

¿Qué pretendes Lía Moon Carter?

Ok, solo me quedare un minuto más. Sigo mirándolos con cautela y menos mal que todos están en clase o eso espero.

Ya aburrida decidí irme, cuando Sam saca del bolsillo de su suéter azul marino una bolsita llena con un polvo blanco, ¡espera! ¿Cocaína? No puede ser, digo no conozco muy bien a Sam –Nada al parecer– Pero no me hubiera imaginado que se drogaba –. Sam le pasa la bolsita a Brody y este abre los ojos como platos y asustado la guarda casi, casi, a la velocidad de la luz. Parece muy asustado. Le dice algo a Sam alterado, ahora parece muy enfadado y asustado a la vez. No sé si eso es posible. Brody mira a los lados obligándome a dejar de mirar. Sé que no me incumbe si Sam consume o no, pero no lo sé es que... rayos nunca la note drogada, nunca. Y bueno... mis hermanos y unos viejos amigos solían hacerlo y sabía cuándo estaban drogados, ahora ya no sé. Quizás que ni siquiera es de ella sino de algún familiar, yo que sé cuándo ni siquiera debería estar aquí, debería estar en clase de lengua.

Decido asomarme una última vez por ser cabezota y Jesús... ¿por qué lo hice?

Brody me vio.

Y estoy segura de que me reconoció. Mierda. ¿Piernas para que las tengo? Eche a correr al aula 09 que gracias al cielo está a la vuelta de la esquina.

Entonces... ¿Sam? Wow, ni siquiera debería parecerme raro cuando todos se drogan ahora, pero ¡Malditos peros! Es que ¿Sam? Rayos realmente parece que tiene un problema con Brody y de seguro yo también por curiosa. Ahora ya sé que lo que dicen de Brody es cierto. Ahora solo debo preocuparme porque me dejen entrar a clase. Toque la puerta y la Profesora Shelley con cara entre sorprendida y molesta me espera.

Narrador

Pero lo que Lía no sabía era lo que realmente pasaba con Sam y no se lo habría imaginado.