Bajando a la Tierra

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Luego de los acontecimientos de la Saga del torneo Oscuro, en el Reino de los cielos se le otorgaba la misión a un Arcángel de conseguir el alma de Yoko-Kurama, la cual estaba fusionada con el alma de un ser humano, Shuichi Minamino. Como recompensa podría elevarse mucho más alto y llegar a convertirse en un Ofani, la pequeña arcángel no dudaría en llevar a cabo la misión, aunque eso significaría bajar a la tierra como un ser humano.  

En la Escuela Superior Meiou,  Shuichi Minamino asistía normalmente, en el inicio de clases, el profesor a cargo presenta a la nueva estudiante.

—Ella es Akari Chōwa. — La miradas de todos estaban puestos en ella, pues destacaba su enorme belleza, su cabello rubio hasta la cintura, sus ojos azules, su buena figura, definitivamente no era de este mundo,"Akari Chōwa " Era el nombre que tendría en la tierra el arcángel.   — Bien, señorita Chōwa siéntese al lado de Minamino, allá en el fondo. —Dijo el profesor mientras señalaba el lugar.  

El pelirrojo no tardo en darse cuenta que esa muchacha se trataba de un ser celestial, al igual que los demonios emanaba un olor peculiar; ella prosiguió a tomar asiento, miro a los ojos a Shuichi y le sonrió dulcemente. 

¿Que se trae por aquí? — Pensaba Kurama para si mismo. 

La hora del almuerzo llego, y con esos varias muchachas rodeaban al joven Minamino, ofreciéndoles de sus comidas e incluso pidiéndole ayuda con algún deber. Akari no realizo ningún movimiento en contra de él, simplemente se levanto y fué a la cafetería, debía actuar bien si estaría en este mundo. De pronto, una piedra golpea la ventaba donde estaba apoyado Kurama, él miro hacia afuera y se encontraban Yuusuke con Botan.

—Chicas, lo siento. Pero debo irme. — Dijo Gentilmente y prosiguió a salir afuera para encontrarse con aquel par. — ¿Que hacen aquí? —Pregunto directamente.

—¿Esa es manera de hablarnos? —Contesto Yusuke molesto. 

— Lo siento.

— Descuida, hemos venido a advertirte... —Inhala fuerte.—¿Pero que es esa peste? 

—¿¡Ya esta aquí!? — Exclamo Botan.

 — Así es. — Contesto relajado el pelirrojo. -—Pero... ¿Por que esta aquí? 

—Vienen por ti, amigo. —Se llevo los brazos detrás de la cabeza. —Y no en el buen sentido. 

— Koenma me contó, que allá arriba quieren el alma de Yoko-Kurama... Bueno es una disputa entre el cielo y el infierno, no solo habrá seres celestiales por estos lados en tu búsqueda... ¡Debes tener mucho cuidado Kurama!

— No se preocupen, estaré bien. — Una voz se escucho desde la entrada.

— ¡Minamino! ¡Minamino! ¿Estas por aquí? —Los tres se dieron vuelta para ver quien era, y efectivamente era la criatura de los cielos, no tardo en verlo con sus amigos y se acerco corriendo. — ¡Aquí estas! —Dijo sonriendo.

— ¿Sucede algo? — Pregunto Kurama. Yuusuke y Botan estaban a la defensiva.

—Bueno... —Hablo tímidamente.— ¿Podrías... Enseñarme el instituto? Por favor .—Unió sus palmas. -

—¡¿AH?!—Gritaron en el unisono Yuusuke y Botan.

—Oh... Que descortés. ¿Son amigos de Minamino? ¡Mucho gusto! Yo soy Akari Chōwa, me mude hace dos días a esta ciudad.— Se presento alegremente.

—Ehhh... Si, somos amigos de Ku... —Contesto Urameshi.

— ¡DE MINAMINO! .—Concluyo riéndose nerviosa la peliturquesa. 

—Chōwa, ve entrando. Me despido de mis amigos e iré contigo. 

—¡SI! —La rubia ingreso al instituto dejando al trió solos.

— ¿Realmente es ella? .—Pregunto Yuusuke.

—Parece un humano normal. Pero el olor la delata. —Agrego Botan.

—Creo que ya es hora de que se vayan. 

—De acuerdo, si necesitas mi ayuda, no dudes en llamarme.

—Muy bien. —Kurama espero a que los dos se marcharan.—¿Tu también estas preocupado Hiei? — De los arboles bajo.

— No es eso. 

— Estaré bien.

—¿Sabes como vencer un ser de esos?

— Lo sé....

- ¿Y lo harás?

— ¿Quieres hacerlo tu? —Hiei solo bajo la mirada, no emitió palabras. —Me imagine. Todo saldrá bien.— Dio la media vuelta para ingresar al instituto. 

Se reencontró con su nueva compañera, a la cual le sonrió y le siguió el juego enseñándole el instituto, conversaron muy poco sobre sus vidas humanas, luego volvieron juntos al salón donde estudiaban, continuaron lo más normal posible y a su vez, ya se escuchaban los murmullos de que hacían una gran pareja.

El periodo llego a su fin.

—Minamino. — Dijo la rubia mientras guardaba sus cosas.—¿Caminamos juntos? —Le sonrió.

—De acuerdo. — Asintió el pelirrojo. Ambos caminaron hasta la salida, la cual se encontraba llena de personas pero en un abrir y cerrar de ojos estos desaparecieron, dejando a este par de seres sobrenaturales. Akari estaba un par de pasos atrás de Kurama.— ¿Así quieres hacer las cosas? — Pregunto sin voltear, un par de alas desplegadas sonaron. 

— Uffff... Ya necesitaba estirarlas. —Camino hacia al pelirrojo. -—¿Sabes a que vine, verdad?

—Si. 

—Entonces no lo hagamos más difícil. 

Saga: Fallen AngelWhere stories live. Discover now