HASTA QUE DECIDAS IRTE [Jicheol]

de regreso a la tempestad

—Solo quiero pedir que valores tu vida que es tan preciosa y preserves nuestra historia, acaso es mucho pedir —dijo Ji Hoon mirandole a los ojos con la mirada tranquila.

—Es demasiado —contesto el mayor negando con la cabeza, poco a poco borraba su sonrisa por el repentino comentario de su amado.

—Yo siempre e pedido imposibles y tu siempre me los as dado, tenía que intentarlo —dijo el menor derrotado, su sonrisa había desaparecido. —Pensé que esta vez quizás —sus ojos comenzaron a nublarse por las lágrimas que salían rebeldes aunque el trataba de impedirlo.

—Te amo bebe —dijo sin mas el mayor besando su frente.

Se lo llevo de aquel lugar de nuevo con tal cuidado hasta su habitación, acomodando su cuerpo con tal cuidado en esta, era tan delicado que podía romperse, su amado siempre le cuidaba bien. Arropo su cuerpo con aquella suave manta y beso su frente repetidas veces antes de marcharse al sillón a observarlo desde ahí.

—Mañana sera un mejor día, lo prometo Cheol Seung, solo espera S.coups

El menor se fue quedando dormido poco a poco, hace mucho que no le llamaba de esa manera, había inventado ese sobrenombre para él cuando por miedo a qué todos lo juzgaran por su compañía y no supieran quien era realmente su amado los presentaba a todos con ese nombre, tiempo después contó a todos la verdad y rara vez volvió a llamarlo así.

Se quedo leyendo aquel libro hasta que el sueño le gano por que aunque quisiera estar todos los días despierto el cuerpo le exigía dormir y caía rendido como aquella vez, dejando a su mente descansar y encontrar la paz.

Durante sus sueños todos aquellos hermosos recuerdos regresaban a su mente, su adorado pasado con su amado, cuando un café recién echo y el desayuno por la mañana era la mayor felicidad del mundo.

Cuando su amado se tomaba tantas molestias para él, aquellos preciosos momentos que jamás regresarían y ahora solo eran fugaces recuerdos que venían en sueños, recuerdos de una hermosa y corta vida, cualquier cosa era mejor que ahora.

Por la mañana cuando despertó el sol estaba muy en alto y el estaba echo un total desastre.

Despertó espantado, estaba prácticamente inconsciente en el sillón, con el cabello todo alborotado una larga hilera de saliva en la comisura de su boca daba un aspecto un tanto cómico al verse tan desarreglado y fuera de lugar.

—Vaya que luces genial al despertarte —le dijo una voz familiar lo cual lo saco de el vacío mental del cual experimentada en aquella mañana.

—Vernon?  —decía totalmente fuera de lugar.

—Estas listo para tu sorpresa?