❥ | ➳[GyuWoo]

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La fiesta que hubo en la tarde después del evento fue muy alegre y ruidosa. SungGyu se perdió en la emoción, riendo y jugando con sus amigos, empujándolos por todos lados juguetonamente mientras comían un poco de algodón de azúcar en un palillo.

La cita con la médica comprobó que no tenía nada de qué preocuparse – es más, debería estar emocionado. La mujer le había dicho que la reaparición de su lobo era sólo una buena señal de que posiblemente un Alfa lo Reclamaría pronto. Le dijo que el aroma que sintió era simplemente su cuerpo alertándole que un Alfa compatible estaba cerca. Las noticias lo habían dejado mudo de la impresión, saliendo de la enfermería con una sonrisa de oreja a oreja. SungJong celebró junto con él, saltando alrededor de su habitación antes de dirigirse ambos a las cabinas de juegos que estaban alineadas fuera, en el jardín delantero de la Universidad. Ansioso por descubrir quién pudiera ser su posible Alfa, SungGyu inspeccionó a los Alfas de primero, soltando risitas con SungJong cada vez que hacían contacto visual con ellos.

El cielo obscureció eventualmente al ir anocheciendo, y la luna llena subió orgullosa en las alturas. El Director Cid decidió comenzar la fogata, y todos los estudiantes Okami estuvieron complacidos al ver por lo menos unos cien cerdos rostizándose sobre las grandes llamaradas. SungGyu sonrió como todos los demás, aullando a la luna para agradecerle tan generoso festín.

—Esta Orientación parece haber ido mejor que la de años anteriores —comentó SungJong, sonriendo mientras mordía su trozo de carne. SungGyu estaba de acuerdo y asintió vigorosamente, masticando felizmente su porción de comida.

—Tal vez es por los mismos alumnos. Los Omegas nuevos son todos muy dulces, y los Alfas son muy atractivos —contestó. SungJong asintió, pasándole una servilleta a SungGyu.

—Creo que HoWon tenía razón, tal vez este año cambie para todos nosotros —dijo rápidamente, sonriendo—. ¡Quizá hasta nos Reclamen!

—¡Sí! —gritó SungGyu, lanzando un puño al aire, tomando otro gran pedazo de carne, su cola meneándose detrás suyo.

Un momento.

—Oh, por dios, SungJong.

SungJong la vio también y sonrió ampliamente, jalando a SungGyu para abrazarlo y zarandearlo por todos lados—. ¡Es tu transformación parcial! Jamás creí que alguna vez vería esto, ¡tus orejas son tan lindas!

SungGyu palideció, subiendo su mano hasta su cabeza y jadeó cuando sus dedos tocaron un suave pelaje. Sus orejas se crisparon con el roce y comenzó a jalárselas, sorprendido de que estuvieran allí. No había logrado transformarse parcialmente desde que era... bueno, desde que era un cachorro. La sensación de sus orejas bajo sus dedos casi lo hizo llorar. Bajó su mano hasta su espalda baja a la misma velocidad, a soltó un grito ahogado cuando sintió el pelaje de su cola en sus dedos. Rápidamente, giró su cabeza logrando ver un poquito de ella, meneándose felizmente detrás suyo. Finalmente apropiaba su herencia Okami. SungJong rio, soltándolo y sobando su cabello, rascándolo justo detrás de sus orejas.

—Las cosas definitivamente están cambiando para bien —dijo ágilmente, SungGyu sonrió despacio esta vez. No sabía qué decir; sólo sonrió, aplaudiendo felizmente y bailando alrededor de la mesa. SungJong se le unió después de darle un último mordisco a su trozo de carne, y bailaron durante toda la noche.

∞

Para cuando terminó la fiesta, los dos Omegas estaban cansados hasta los huesos y llenos de alegría y muchas esperanzas. SungGyu no podía estar más complacido – había llamado la atención de al menos tres Alfas, quienes amablemente se habían presentado. SungGyu estaba sobre las nubes para cuando regresó a su dormitorio junto con SungJong, lanzándose sobre su cama. SungJong lo imitó, viendo hacia el techo, sonriendo de oreja a oreja.