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Ninguno de los dos dijo nada. Caminaron silenciosamente por los pasillos de regreso a los dormitorios, habiendo sido excusados de sus clases por el resto del día para reponerse de todo el peso que les habían dejado caer encima. El único sonido provenía del suave impacto de sus pisadas, aterradoramente sincronizadas con las del otro, izquierda, derecha, izquierda, recto por el pasillo y cruzando por uno de los corredores.

SungGyu no podía ni pensar. Se sentía vacío, como un lienzo en blanco sin una sola mancha de pintura – no había nada que pudiera hacer, nada que pudiera decir. Su vida entera no había sido más que una mentira. Era un Alfa; un mandamás, un gran jefe, un líder entre los líderes. No estaba hecho para someterse, como lo había hecho toda su vida. No estaba hecho para secretar feromonas que pudieran atraer Alfas a él. No estaba hecho para esperar pacientemente a que un Alfa lo Reclamara como su Omega. Estaba hecho para ser él quien Reclamara.

El eco de las pisadas a su lado le recordó que ya había cruzado esa línea, Vinculándose a sí mismo al desgarbado Omega con cabello platinado que insistía en caminar con al menos medio metro de distancia entre ellos. No podía creer su horrible suerte; el mismo día que descubría sus genes ocultos, se había conseguido a un Omega, Imprimando, encima.

También se sentía mal por WooHyun. No debe ser divertido venir a ULOEL para encontrarte con que un completo extraño con crisis de identidad existencial te Reclama de la nada. Sin mencionar que el pobre chico era menor de edad, lo que significa que no se esperaba el Reclamo para nada – en cierta forma, SungGyu sentía como si le hubiera quitado a WooHyun su libertad sin su consentimiento, y lo hacía sentirse culpable. Más que culpable. Si un Alfa lo hubiera tomado a la fuerza cuando todavía asumía que era un Omega, se sentiría miserable – pobre WooHyun, probablemente no sabía qué hacer de su vida ahora.

Mientras el par subía para el segundo piso del edificio de los dormitorios para Omegas, WooHyun paró de repente, volteando hacia SungGyu. Sorprendido, SungGyu se detuvo también esperando a lo que su Omega – dios santo, todavía no superaba eso, su Omega – diría.

—No sé... No sé a dónde ir.

—¿A tu habitación? —preguntó SungGyu, igual de confundido. WooHyun frunció el ceño y sacudió su cabeza, dirigiendo su mirada a sus pies.

—Yo... el Director Cid... —murmuró, moviéndose incómodo antes de caminar más cerca, su ceño haciéndose más marcado mientras el corazón de SungGyu latía más rápido. Malditas sean estas nuevas hormonas Alfa, y maldito sea al maravilloso, maravilloso aroma de WooHyun —. El Director dijo que tenía que pegarme a ti... o si no... moriría...

SungGyu parpadeó y no pudo evitar sonreír suavemente, estirando su mano inconscientemente para acariciar los plateados mechones de WooHyun. El más joven reaccionó ante el tacto, haciendo un pequeño ruido complacido.

—Estoy seguro de que estarás bien, WooHyun, después de todo, estos son los Dormitorios para Omegas. No se permite la entrada de ningún Alfa, con excepción del Rep DongWoo, pero él es un amor.

WooHyun levantó su vista.

—¿Qué harás tú, entonces? ¿No se supone que vives aquí también?

SungGyu abrió su boca pero la cerró tan pronto comprendió lo que decía, entrando en pánico. WooHyun tenían razón; SungGyu ya no era un Omega, era un Alfa. Pero su habitación con SungJong estaba en el área de Omegas – todas sus cosas estaban ahí, al igual que sus recuerdos. Había vivido en ese piso por los últimos tres años. Había compartido las regaderas con otros Omegas, los baños con otros Omegas, incluso la sala común; pero eso era antes de que se enterara que en realidad era un Alfa. ¿Qué haría ahora? Sabía que todos los otros Omegas confiaban en él, lo buscaban para consejo, incluso, pero qué pensarán de él ahora que se ha revelado que era un Alfa infiltrado su espacio habitacional. No había forma de que lo dejaran regresar a su antigua habitación.

❥ | ➳[GyuWoo]Where stories live. Discover now