❥ | ➳[GyuWoo]

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La noche aún era joven y la luna brillaba en el cielo cuando SungGyu fue despertado por una repentina presión en su espalda. Acurrucándose detrás suyo, había una criatura temblando cual cachorrito asustado. Se mente apenas despierta falló en procesar quién pudiera ser, o si suponía algún tipo de peligro, pero aun así, volteó a ver sobre su hombro cuidadosamente, y forzando sus ojos para ver en la obscuridad, pudo distinguir quien había interrumpido su sueño.

Parpadeó sorprendido al divisar a su Omega, temblando como gelatina y aferrándose a él fuertemente, como si tuviera miedo de que SungGyu fuera a desvanecerse en el aire. Confundido y alarmado, trató de rodar sobre su costado y halarlo cerca para reconfortarlo, pero el agarre de WooHyun a su cintura no cedía.

—¿WooHyun? —lo llamó con voz ronca, intentando zafar uno de sus brazos del agarre de acero del muchacho. La preocupación había ahuyentado por completo su sueño, y más aún cuando un temblor particularmente violento sacudió al Omega hasta despertarlo, levantando su mirada lentamente como si tuviera miedo de lo que fuera a encontrar. Su tiritar se detuvo inmediatamente cuando se topó con la mirada consternada de SungGyu, y soltó un silencioso suspiro de alivio.

La inquietud de SungGyu creció sobremanera, convirtiéndose en un desasosiego intenso—. ¿ Hyunnie? Oye, ¿estás bien?

WooHyun sacudió su cabeza y aflojó su agarre lo suficiente para que SungGyu pudiera girar y abrazarlo. WooHyun soltó otro sonido de alivio y se acurrucó a su lado, su agarre volviendo a ser tan fuerte como para doblar acero.

—Tuve una pesadilla —confesó calladamente, mientras sobaba su mejilla contra el esternón de SungGyu—. No estabas ahí, y pensé...

SungGyu sintió un golpe de culpabilidad al comprender lo que había provocado tanta ansiedad en WooHyun y rápidamente haló al muchacho más cerca, eliminando el espacio entre ellos—. Pensaste que me había ido de nuevo.

WooHyun asintió sin decir nada. Luchando contra la culpa que se apoderaba de todo su cuerpo, SungGyu frotó gentiles círculos en la espalda del chico, reposando su barbilla sobre la cabeza de WooHyun —. Hyunnie, no voy a volver a dejarte solo. Si quieres, puedes ponerme un collar con una correa para atarme a tu lado y asegurarte que eso no volverá a pasar.

—No voy a ponerte un collar —protestó WooHyun débilmente, mostrando el disgusto en su voz—. La gente va a pensar mal.

—Lo harían, ¿verdad? —dijo SungGyu. Suspiró y cerró sus ojos, acomodándose debajo de las sábanas con el cuerpo de WooHyun apretado contra el suyo—. WooHyun, haré lo que sea para demostrarte que no volveré a dejarte. Cualquier cosa que pidas.

WooHyun meditó sobre las palabras pero sólo se acurrucó más a él—. Sólo... sólo abrázame por ahora.

SungGyu lo complació, sobando círculos en la columna de WooHyun mientras tarareaba una canción en susurros. No pudo evitar sonreír cuando sintió el agarre de WooHyun irse aflojando poco a poco, dejando ir toda la tensión de su cuerpo. Al poco tiempo, WooHyun se había quedado dormido, esta vez sin sueños que lo perturbaran, y SungGyu cesó de tararear con un suspiro.

Esta última semana no había sido más que agotadora para SungGyu. Se tomó muy enserio la promesa que le había hecho a WooHyun y juró que se convertiría en ese mejor Alfa que le dijo a WooHyun que sería; y a sus ojos, no lo estaba defraudando. Cada mañana, despertaba a WooHyun temprano con una serenata, sacudiéndolo gentilmente hasta que se levantara. Le servía el desayuno en la cama (hecho con la ayuda de SungJong) y cuando hubo terminado de comer y arreglarse, acompañaría a WooHyun a su salón, despidiéndose de él con un beso en la mejilla. Los momentos que pasaban separados durante el día los usaba para formular ideas sobre cómo poder consentirlo cuando se reunieran después – y cuando el momento llegaba, SungGyu correría al salón de WooHyun y lo recibiría con algún tipo de obsequio, ya sea con un chocolate o un pequeño ramo de flores silvestres. Luego caminaría junto a WooHyun al almuerzo, dónde partiría la carne de WooHyun en pequeños pedazos. Después, SungGyu lo llevaría a su clase compartida de Dependencia y se sentarían en la fila de hasta atrás, jalando a WooHyun sobre su regazo para cubrirlo de besos largos y descuidados hasta que la Profesora se veía obligada a separarlos. Cuando la clase terminaba, y en la solitud de su habitación, masajearía los pies de WooHyun mientras su Omega hacía sus tareas y lo acicalaba con delicado cuidado. Arroparía a WooHyun en su cama (WooHyun se reusaba a dormir con SungGyu desde el incidente; permaneció firme en su decisión de dormir en su propia cama en desuso, pero por la mañana, SungGyu se despertaría junto a un meloso Omega) y el ciclo se repetiría. Estaba intentando ir más allá y por encima de, asegurándose de que WooHyun supiera cuán comprometido estaba.