— Es que... Estoy embarazada —Meliodas la miró muy sorprendido— Es raro ya que mi ciclo de ovulación...
— ¿Estás segura de que es mío? —ella lo miro indignada— Porque ya que habías quedado embarazada de mi primo...
Ese era el peor escenario que ella se pudo imaginar, pero volviendo a la realidad. Meliodas se quedó unos segundos en silencio, eso dejo a Elizabeth especulando lo peor hasta que al fin se dispuso a hablar.
— Esto sí que es una sorpresa —le dice con una sonrisa comiendo su postre— Entonces no vas a poder viajar.
— Creo que no, espero no haberte arruinado el viaje.
— ¡¿Que?! ¡¿Estás loca?! —apartó su plato y se acercó hasta ella— ¡Esto es lo mejor! ¡Voy a ser papá!
Elizabeth le sonrió tiernamente y lo besó con mucho cariño.
Unos cuantos días después, Meliodas decidió llamar a su papá para comunicarle que no iban a poder ir hasta Francia, entonces su padre decidió viajar hasta allí y conocer a su futura nuera.
— Mi papá va a estar acá en tres días —dejo su celular a un lado notando que Elizabeth estaba marcando algo en una revista— ¿Que es eso?
— Estoy viendo donde podemos mudarnos —le comento— Está es una casa para dos personas solamente y no va a haber espacio después y mucho menos porque me dijiste que no te conformadas con uno —le dijo en tono de burla— Y acá marque algunas cosas.
Meliodas soltó una carcajada que no se pudo aguantar ganadose una mirada de enojo de parte de su novia.
— ¿Que te parece tan gracioso?
— Es que, me olvidé de decirte un pequeño y minúsculo detallito, mi papá tiene una mansión vacía acá, nos vamos a mudar ahí después —ve la cara que puso Elizabeth— No vamos a vender esta casa, esto era solo un capricho mío pero mi papá tiene pensado darme muchas cosas.
— ¿Acaso son millonaria o algo? —no pudo evitar preguntar.
— No te voy a mentir —le dijo— La fortuna de mi padre es de más de 850.9 millones —Elizabeth escucho eso y su cara quedó en blanco, esa cifra era muy grande— De todo eso, más las propiedades, empresas y algunas tonterías mas, mi hermano Zeldris solo se va a quedar un 20% y yo me quedo con el resto.
— Es... Demasiado dinero —le dice— ¿Y porque no se quedan con cincuenta y cincuenta? Después de todo, son sus dos únicos hijos y así estaría más equilibrado.
— Mi papá me dijo que cuando yo tenía dos años el decidió poner mi nombre en su testamento, y decidió dejar un 80% para mí y quizás después el resto para Estarossa pero cuatro años después nació mi hermano y el se quedó con el resto.
— Me dijiste que tú papá era diplomático —le recuerda molesta.
— Y también empresario, se me olvidó.
— Cuando te conocí no creí que fueras una persona de tanto dinero, pareces una persona normal.
— Pero este dinero no cambia nada, soy el mismo —se acercó a ella y le dió un beso en la frente— No pienso tocar ni un solo centavo del banco si no es necesario.
Elizabeth se sorprendió todavía más, aparte de tener más de 850.9 millones por heredar, tiene ya dinero guardado en el banco, solo faltaba que le dijiera que tiene un tigre de bengala como mascota.
Los siguientes tres días fueron muy pesados, más para Elizabeth que tenía peores síntomas que antes, casi no durmió por las náuseas que le entraban en la madrugada, y apenas iba por un mes ¿Que le espera en los otros ocho?
Meliodas y Elizabeth estaban en el aeropuerto esperando al Sr. Demon y a Zeldris.
— En media hora aterriza mi papá —estaban en una mini Starbucks en el aeropuerto— Se va a quedar una semana.
— Está bien —le dijo respirando hondo.
— ¿Que te pasa?
— Me están dando náuseas y no quiero vomitar.
Media hora después Meliodas y Elizabeth estaban esperando el aterrizaje pero aún no aparecían.
— ¿Que estará pasando? —se dijo con duda llendo a preguntar qué pasaba con el vuelo de su padre— Disculpe señorita.
— Dígame señor.
— ¿Que pasa con el vuelo quince?
— Ah el vuelo quince —dijo revisando la computadora— El vuelo quince tiene un retraso de dos horas.
— Ah, gracias —se fue a su asiento— Están retrasados dos horas.
Esas fueron las dos horas más largas, pero no aburridas ya que Meliodas tenía Netflix en su celular y estuvieron viendo una serie original de esta, y así pasaron esas dos horas hasta que llegó su padre.
— ¿Donde está Meliodas? —se pregunto mirando para todos lados.
— Seguro se retrasó —contesto Zeldris.
A los dos minutos Meliodas y Elizabeth los encontraron, después un chófer de la mansión que tenía el padre de Meliodas los vino a recojer para llevarlos.
— Yo ya te había visto, pero no te conocí muy bien —le dijo Zeldris a Elizabeth— Bueno debería decirte bienvenida a la familia —le dijo encogiéndose de hombros sin darle mucha importancia al asunto.
— Sos una chica muy linda —comenzó ficharla— "Contigo mi Meliodas va a olvidar a esa víbora" —pensó con una sonrisa.
— Ah y no te conté papá —su padre lo miro prestándole mucha atención— Voy a tener un bebé —le informo risueño.
El hombre se sorprendió mucho y tenía ganas de brincar de alegría, era lo ideal, más ahora que sabe que su hijo va a volver al negocio familiar.
— Que bueno —contesto— Ojalá sea nene.
— No me importa que sea, mientras no le pase nada y nazca sano está bien para mi —respondio Meliodas guardando la compostura.
Zeldris se acercó al oído de Meliodas.
— ¿Esta es tu amiguita? —dijo con énfasis y tono burlón.
— Si, es la.... ¿Cómo la habías llamado? —se pregunto sarcástico— Ah, ya me acordé, la que me quiere separar de mi familia.
Zeldris le dedicó una mirada de vergüenza que hizo que Meliodas se riera.
— ¿Cuando se van a casar?
— Planeamos para dentro de un mes, pero creo que no va a ser suficiente —dijo Meliodas.
— Yo me conformo con algo íntimo —dijo Elizabeth.
— Tonterías —contesto el sr. Demon— La boda de mi hijo va a ser la más envidiada de toda Britannia.
— Ay papá —dijo sobándose la nuca— No hagas como cuando cumplí díez, por favor.
— Voy a hacer que mi nuera y mi nieto o nieta disfruten esa fiesta —vio la cara que había puesto Meliodas, era una muy seria, a el no le gustaban tantos lujos era más simple— La boda tiene que ser por lo menos dentro de cuatro meses como mínimo.
— ¿Porque tanto tiempo? —pregunto Elizabeth curiosa.
— Mi papá va a hacer que la boda sea "sencilla" a su modo —dijo Meliodas
Llegaron a la mansión y se quedaron para cenar, Meliodas noto que a su padre le agrado mucho Elizabeth.
— No quería admitirlo pero... Es gracias a Elizabeth que voy a entrar de nuevo al negocio familiar.
Ya está, ella era la mujer perfecta para su hijo, no mostraba ninguna pizca de interés sobre el dinero que el tenía, se notaba desde kilómetros que era amor de verdad y no interés.
Creado por Laura Ninche.
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Nos estamos viendo la próxima 💝 chau.
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Teşekkürler
RomanceElizabeth es una chica de 20 años. Tiene una beca para la universidad en la que entró hace 3 meses, pero un giro inesperado le hace renunciar a sus sueños de poder recibir su título para enfrentar su realidad {τεrмιηαdσ} #1 en Melizbeth 10/5/18 #2...