Lizzie y Aiden

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Entro a su baño y me cambio a unos pantalones cortos de dormir y una camiseta sin mangas. Me perfumo por costumbre y salgo dejando mi bolsa en la silla al lado de la ventana. El entra y se me queda mirando.

_ yo... dormiré en el cuarto de mi padre, es mejor_ dice y me doy cuenta de que su erección se marca en su pantalón mientras trata de cubrirse con la mano.

Me acerco a él y lo beso_ Lizie..._ susurra

_ ¿ cuánto hace que no tienes sexo?_ pregunto y el abre sus ojos

_ bueno... desde que te vi esa tarde en el restaurante... unas noches antes... _ dice y parece avergonzado

_ ¿ en tres meses no has tenido nada?_ pregunto asombrada

_ bueno... no podía ir por alguien del campus sin que pusieran en dudas nuestra relación y lo de ir a bares fuera de la zona de la uni se terminó cuando Dalton empezó a salir con Tess así que estuve arreglando mis tensiones solo_ dice con el rostro sonrojado

_eso es un montón de tensión_ digo en un susurro y lo beso de nuevo. Pero el me aleja despacio

_ Lizie, te deseo, no voy a mentirte, desde la primera vez que te bese la única en la que pienso cuando me masturbo es en ti pero no quiero arruinar las cosas entre nosotros_ dice sincero

_ Aiden soy una chica grande y no soy virgen, ya se lo que piensas del amor y de las relaciones, solo creo que podríamos quitarnos las tensiones mutuamente y ya que tenemos nuestros sentimientos claros no creo que eso nos traiga problemas_ digo mirándolo a los ojos.

_¿ estas segura? Eras mi mejor amiga, incluso mejor que los chicos no quiero perderte_ dice con su voz ronca

_ bésame _ susurro

Y me besa. Y ese beso dulce pasa a un beso profundo uno tórrido con sus manos recorriendo mi cuerpo y quitando mi ropa mientras yo me deshago de la suya.

Cuando estamos desnudos él toma un condón de su cajón y lo deja a un lado de mi cintura. Recorre mi cuerpo con besos hasta llegar entre mis piernas. Recorre suavemente con su dedo el listón de vello rojo que tengo entre mis piernas y luego zambulle su boca entre ellas haciéndome gemir y tomarme de su cabello.

No puedo pensar luego de eso. Solo se que nos fundimos el uno en el otro entre gemidos, besos , mordidas y caricias. Nunca pensé que el sexo podría sentirse así, nunca pensé que podría venirme tantas besos entre su boca sus dedos y su polla hasta que el finalmente llega llenando el condón con su venida. Al final de la noche después de limpiarnos e hidratarnos nos quedamos dormidos. El me abraza a su pecho y su mano rodea mi cintura mientras me cabeza descansa sobre su corazón y mi brazo abraza su vientre musculoso. Cuando voy durmiéndome con el sonido de su respiración sé que estoy en problemas.

Aiden.

Estoy en problemas.

La miro dormir sobre mi pecho con sus pestañas oscuras descansando en sus mejillas rosadas. Su cabello acariciando mi brazo. Su mano sobre mi vientre tenso. Nunca había visto nada más bello que a Lizie llegando al orgasmo. Su cabello de recién follada por todos lados, su piel sonrosada con pecas en todos los lugares correctos. Ese rastro de vello rojo entre sus piernas llevándome a un paraíso con sabor a frutas y a excitación. Nunca me había perdido en una chica de esta manera.

El sexo siempre fue mecánico y falto de emoción. Siempre me preocupaba porque la chica llegara pero después era bañarme, vestirme y huir para no dar esperanzas de que hubiera sido algo más que una follada.

Pero ahora con esta pelirroja durmiendo sobre mi pecho estoy perdido. Ella es más. Es mucho más. Y yo no quiero más, no ahora, no nunca.

El amor solo lastima cuando lo pierdes y no creo que el tenerlo sea suficiente para mantenerte fuerte cuando ya no está. El que dijo que es mejor haber amado y perdido que nunca haber amado es porque nunca amo realmente.

Poco a poco me voy quedando dormido al compás de su respiración. El aroma de su perfume llena todo haciéndome sentir cosas que no espero ni quiero.

Espero que ambos sobrevivamos a esta locura. 

La otra mitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora