Columbia

3.2K 158 43
                                    

Día viernes ocho treinta am Aeropuerto NY.

Henry pov.

Jamás me había costado tanto abordar un avión, como me ha costado hoy. Y es que siempre que tenía que viajar fuera de Nueva York, lo hacía gustoso. Era un respiro de una casa semi vacía, una oficina en la que literalmente llevo una vida y la frivolidad de la gran ciudad.

También significaba la posibilidad de cazar alguna nueva conquista. La razón perfecta, para que fuera una relación de una sola noche y poder seguir de vuelta a mi hogar como si nada.

En Nueva York no me esperaban de regreso, más que mis padres y la oficina. Y no es que no ame con el alma a mi familia o que en verdad no me guste mi trabajo, es que todo parecía siempre ser tan... Vacío... Y el descanso de la rutina, me venía agradablemente bien... En cambio hoy, hoy la historia es diametralmente diferente.

La complejidad de alejarme de mis hijos, aunque fuese por solo cuatro días, se me hace imposiblemente dolorosa. Clare, Randon, mis niños, mis pequeños, ellos apenas están encontrando un hogar en esta nueva ciudad y yo, ya los estoy dejando a cargo de mis padres, y sí, que si sé qué es para ir a trabajar. Pero...

¿Qué clase de mensaje les estoy dando? ¿Que el trabajo es más importante que ellos, que deben esperar a que yo regrese de mis viajes de negocios sin chistar? ¿que después de obligarlos a dejar LA con la razón de tener una familia aquí, yo me voy por cuatro días y para rematar, los dejo a cargo de mis papás?

La sensación de estar cometiendo un error garrafal, al asistir a Washington, es tal. Qué he estado a punto de bajar del andén un par de veces.

- Henry, los mandos de la Torre de control han entregado el pase, vamos a despegar - Anunció Alexia desde los autoparlantes.

Ella espera mi aprobación, no quiero hacerlo... Pero debo... Así que toco el botón del intercomunicador, en el reposa brazos de mi asiento y sin ánimos, le doy el vamos

- Adelante - No intento en darle emoción a mi voz.

Ya no existe la energía propia, de cada vez que voy a cerrar un nuevo trato, no... Hoy solo tengo pena y angustia y ninguna de esas dos emociones sirven, para dar el vamos a un viaje como este.

- Henry, aun estamos a tiempo de detener el despegue - Alexia sabía de lo que acontecía en mi vida.

Ella es una gran amiga de la familia y era ridículo no contarle la verdad, cuando me vio llegar, con la cara larga y el ánimo por suelos, hasta el avión.

- ¿Tú crees?...

Henry... Es poco profesional, te están esperando. En casa los niños están bien, es tu paranoia lo que no te permite ver la realidad con claridad.

Randon y Clare están sanos y salvos con Papá y Mamá en casa, nada malo va a pasar...

- ¿Tus ordenes Henry? - Volvió a sonar el autoparlante

- Despeguen.

Día lunes, once treinta pm. Nueva York.

- ¿¡Qué demonios estaban pensando!?

Si podía pasar, si que podía y pasó... Pasó! es que yo tenia el presentimiento atrapado en el alma... ¡No debí viajar! me debí de quedar en casa, debía estar aquí, para detener al hijo parrandero y niñita malcriada ¡que tengo por hijos!

Todo Cambia (Spanking Parental) Where stories live. Discover now