Cuarto Capítulo

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Deje el aparato telefónico sobre la mesa de centro en el lobby luego de colgarle a Suzie y darle la más larga de las explicaciones solo para que me creyera que todo estaba bien. 

Thomas me había pedido que me quedara con él esa noche y ¿cómo iba a decirle que no? Mucho menos con esa clara decisión de conseguir lo que quiere a como dé lugar.

Escuche la sutil melodía de piano alrededor, imaginándole enseguida en mi mente tocando la encantadora melodía pero eso se desvaneció totalmente cuando le vi nuevamente en el lobby caminando ligeramente hacia mí.

-¿Algún problema?

Pregunto. Note la disposición de su cuerpo. Estaba algo nervioso o más bien, cuidadoso, tratando de ser lo más sutil ante mí. Eso era absolutamente encantador para mí.

-Nada. Solo se ha preocupado un poco pero le he dicho que todo está bien. Creo que se ha calmado.

Finalice soltando una pequeña sonrisa. 

Le mire notando que me observaba de repente, con leve desesperación, su mirada se movía en mi de un lado a otro como examinando completamente mi rostro. 

De repente, sus brazos me atrajeron hacia él con profunda fuerza y con ese cariño y necesidad única ya antes experimentados por mí. Y yo le abrace también dejando totalmente mi cuerpo afianzarse al suyo, descansando en el, mientras llenaba mis narices con su aroma, con es perfume perfecto que tanto amaba y movía levemente mi rostro, con cuidado entre su torso cerciorándome realmente que él estaba allí, yo entre sus brazos y él entre los míos. 

Meció levemente nuestros cuerpos y sentí también su respirar contra mi cabello y luego como volvía a respirar con profundidad entre ellos.

En ese minuto me di cuenta que la necesidad de él durante todas estas semanas había sido mucho más intensa de lo que pensaba. ¿Cómo pude realmente resistir todo este tiempo sin él? Sin poder tocarle o abrazarle de esta forma, sin poder sentir su calor o olor durante las mañanas o en la noche al dormir. Había sido una completa estúpida por haber provocado esto.

Alejo nuestros cuerpos levemente para que sintiera luego el cálido calor de sus manos sobre mi rostro, observándome con ese nuevo sentimiento, con un pequeño miedo y dolor en ella debajo de ese leve ceño fruncido, que partía completamente mi corazón.

-Quiero hacerte sentí única en cada forma posible. Dime quien quieres que sea y lo seré, dime qué quieres que haga y lo haré.

Murmuro para mí con intensidad y con ese mismo dolor y miedo que antes había visto en su mirada, los cuales aun distinguía.

-Eres lo que quiero. Solo tú, Thomas.

Pase mis manos por detrás de su nuca presionando allí con algo de fuerza. Nos mantuvimos unos minutos así, nuestras miradas no se apartaban una de la otra.

-Debes comer algo, Allison.

Susurro y yo no tome atención a eso, estaba solo pendiente de esa increíble mirada que tanto me deseaba. 

-Pero antes debo besarte. No puedo aguantarme más.

Y antes de que pudiera yo hacer cualquier gesto, sus manos se presionaron en mi rostro acercándolo al suyo sintiendo sus finos y tibios labios de ese color rojo intenso ahora mismo sobre los míos. 

Presione su rostro hacia mi aun con mis manos detrás de su nuca, profundizando lo más posible ese deseado beso por ambos. Ambos soltamos leves gemidos dentro de ese beso. Mi lengua jugó con la suya en su propio loco frenesí, mientras solo pedía que no se separara de mi por nada en ese momento.

Mía & Para Siempre: Burning UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora