Noveno Capítulo

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Pase mi dedo con fuerza por la tela del vestido negro y es que para comenzar muy bien mi primer día de trabajo ya había manchado de él en una pequeña parte. No fue demasiado por lo que tampoco costo que la mancha saliera, ni era tan visible. Debía reconocer que estaba muy ansiosa y nerviosa por lo que en una hora tendría que enfrentar.

Thomas me había despertado con el desayuno preparado y en la cama hace un par de horas. Hoy en la empresa comenzaba oficialmente el nuevo año de duro trabajo. Thomas estaba tranquilo, lo notaba. 

Para mí era encantador verle de esa forma porque siempre que se sentía de esa forma su ánimo era sutilmente encantador e incluso algo dulce. Estaba feliz de que por fin me tendría allí junto a él todo el día.

No me había tomado mucho tiempo en prepararme. Un vestido negro completo que terminaba a cuatro dedos sobre mis rodillas finalizando el look con ya uno de mis regalones tacones negros. Había tomado mi cabello en una sutil coleta bien recogida y apretada retocando mi rostro con ligero maquillaje. Era lo justo y necesario, pensé.

Con Thomas habíamos quedado en que yo partiría primero a la empresa exclusivamente a mi petición. Claramente su idea era que llegáramos juntos a la empresa pero yo a mi más sutil manera me negué a eso, no quería que nadie pensara mal o que hablaran sobre nosotros de una forma que no se vería bien para él. O por lo menos enseguida, mas adelante todo puede cambiar, dependiendo de las circunstancias en un futuro.

Coloque mi grueso blazer negro con el pequeño bolso negro también de cortesía de Caitlin y Thomas recibiendo luego aquella carpeta azul donde habían papeles para que pudiera ingresar sin problema. Thomas me indico también a donde debía ir primero y luego a quien debía entregarle aquella carpeta. Okay. Todo estaba ciertamente claro dentro de mi mente en ese momento.

Baje el ascensor luego de la pequeña despedida algo lujuriosa que Thomas me dedico al besarme en el marco de las grandes puertas blancas. Ese pequeño y caluroso momento me había hecho olvidar por unos minutos el nerviosismo que por dentro recorría mi cuerpo como en círculos. 

Will estaba esperando por mí a la salida del gran edificio con puerta abierta para que entrara sin alguna demora. Me senté de un solo golpe dentro del auto sin hacer algún moviente alguno luego. 

¿Estaba esto bien? Lo peor es que en esta situación no tenia opción de dar paso atrás porque simplemente no podía, estaba ya dentro de esto y debía seguir adelante como sea. 

Sabía que sería algo duro esta primera semana. Debía acomodarme, conocer bien mi lugar de trabajo y seguir aprendiendo. No tenía idea en que departamento trabajaría, sabía que no era con Thomas. Tampoco sabía quien estaba a cargo de esa zona, ósea, quien sería mi "jefe". 

Me sentía levemente alterada por eso. Odia esa sensación de desconocimiento total a lo que me tendría que enfrentar. Pero estaba confiada. Tenía las herramientas necesarias para enfrentar cualquier situación. Aun que a pesar de eso, no dejaba de darme un poco de temor pensar en que algo podría salir mal.

El coche negro se detuvo. Mire dentro del coche sin ser capaz de mirar por la ventanilla. Mi puerta se abrió dejando ver la brillante luz de la mañana entrar por ella y luego como Will sujetaba la puerta y extendía su brazo para mí.

Solté un fuerte suspiro apoyando mi mano con fuera en parte de su brazo y saliendo luego del coche. Acomode mi vestido solo un segundo para girar mi cuerpo encontrándome con la gran infraestructura gris alucinante frente a mí. Aquí comenzaba, debía comenzar a caminar.

-¿Quiere que la acompañe dentro? 

Pregunto Will. Le mire sintiéndome aun brevemente ansiosa, mi cuerpo estaba bajo esa rara sensación. Negué.

Mía & Para Siempre: Burning UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora