Parte 5

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Buenas tardes.

Que lo disfruten:

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¿Propuesta deshonesta?

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Parte 5

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¡¿Qué?! ¡¿Un hacha?! ¡¿Le estaba dando a su Astrid un hacha?!

Gritaba Hiccup mentalmente mientras observaba con los ojos resaltados como su atónita prometida recibía el presente del joven mercader. Eso no podía estarle pasando, puesto que él se había prometido a sí mismo hacerle la mejor hacha que pudiera existir después de haberse enterado de cómo ella había perdido la suya durante la batalla con los cazadores; aunque con la mudanza de la orilla del dragón a Berk, los preparativos de la boda de Dagur y otras tareas lo había olvidado, hasta ese momento.

—Wow... está increíble. — susurró la emocionada Astrid tomando el regalo.

—Me alegro de que te guste. —sonrió Nero enternecido. —Como te había dicho, Lady Heather me contó que habías perdido la tuya en batalla, por eso mi familia y yo no dudamos ni un momento en que esto podría ser el regalo perfecto por las atenciones que recibiremos de parte de ti.

—Oh... no tenían por qué. —agradeció la vikinga mirando a toda la familia.

—Y por supuesto tenemos algunos presentes para tus señores padres y el jefe de Berk. —anunció Odet ordenando a sus súbditos entregar los obsequios que tenían preparados.

Unas armas para Stoick y el padre de Astrid los cuales quedaron igual de embobados al recibirlos. Hiccup pensó que en ese momento había perdido a sus aliados.

—¡Oigan, ¿y para nosotros no hay?!—reclamó Ruffnut con sus manos en la cintura.

—Por supuesto Ruffnut Thorton, sin embargo, como no sabíamos qué podía gustarles les daremos la libertad de escoger un objeto de nuestros barcos, el que ustedes quieran. —comentó el viejo Emil

—¡¿Qué?!—gritaron los jinetes emocionados y ansiosos, en especial la gemela.

Más aliados perdidos, pensó Hiccup.

—Tú también Astrid. —susurró Nero. —Puedes tomar algo más... hay más armas, vestidos, pieles... joyería, si gustas puedo mostrártelas para que reemplaces ese viejo medallón. —señaló con su mirada el viejo collar que colgaba en su cuello.

—¡Oye!¡Oye! ¡¿Qué? —masculló Hiccup arremangando las mangas de su camisa y molesto tanto por cómo había llamado a su regalo, así como por darse cuenta de que ella lo llevaba puesto. (no como él)

—No, no, no...—lo apartó Astrid antes de que hubiera malentendidos. —Nero, este collar es muy especial para mí... es el regalo de compromiso que me dio Hiccup, perteneció a su madre. —contó sonrosada tomando el medallón con cariño.

—Oh...—balbuceó el joven viendo de reojo al vikingo que si no fuera porque disimulaba muy bien podía notar un aura roja alrededor de él. —Lo siento mucho, no fue mi intención... de haber sabido su significado y que era un símbolo de tu estatus no lo habría dicho. Lo siento mucho.

—No te disculpes. —susurró Astrid interpretando su comentario como una peculiar indirecta.

Mientras que Hiccup se sentía hervir por dentro, generalmente ella no era tan "amable" con los recién conocidos, su estilo era más de sospechar de ellos, pero con él era tierna y amable, demasiado a su parecer. ¿Sería por el obsequio que acababa de recibir?

¿Propuesta deshonesta? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora