¿Propuesta deshonesta? (TERMINADA)

FINAL

Buenas tardes.

He aquí el único capítulo largo de este disque mini fic XD, que lo disfruten.

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La primera noche de los mercaderes en Berk pasó sin ningún tipo de percance. En cuanto Nero llevó su abuelo al gran salón se reunió con su madre, la cual estaba que se caía de ebria, o eso quería aparentar, al parecer ella había tenido un buen día en compañía del jefe Stoick, así como del padre de Astrid, la cual no le había asegurado si iba a poder acompañarlo durante la cena, así como su prometido Hiccup.

—¿Seguro que no pasó nada? —preguntó una y otra vez a su abuelo Emil durante la cena.

Pero este con la increíble habilidad que tenía para hacerse el desentendido le repitió una y otra vez que nada había pasado, que su "indirectamente" rival le había narrado sus aventuras y hasta en dragón lo había paseado; y le cambió el tema preguntándole ahora por su situación.

Nero no respondió, al menos no en ese momento, esperó a volver a sus aposentos en el barco para poder responder.

—¡Que encantadores son, ese Stoick también es todo un sueño! —reía Odet mientras se echaba aire con un abanico de tela. —¿A ti cómo te fue hijo? ¿qué tal esa chica Astrid?

—Es todo lo que pensé que sería. —respondió con una ancha sonrisa. —Me encanta.

—Y su prometido es también bastante agradable. —opinó Emil como no queriendo.

—Estoy seguro de que sí, si es igual que el padre... —dijo la sonriente mujer. —Aunque considero que Nero es mejor para esa chica, y no lo digo porque seas mi hijo.

—Gracias mamá.

—Por supuesto, pero que lamentable que esa chica ya esté "comprometida". —recordó nuevamente Emil.

—Pero sabemos que muchas pueden cambiar de opinión a última hora, ¡ay! A mi sí me encantaría que esa chica fuera mi nuera... ¡se imaginan! Nero y ella tendrían unos hijos preciosos

—Mamá... contrólate. —pidió Nero cubriendo su sonrojado rostro con sus manos. —Astrid... ella está bien, o al menos eso creo... no sé.

—Hijo, es que si no le dices ella nunca lo sabrá, ¿qué tal si no se lo dices y ella comete el gran error de su vida? No digo que ese muchacho Hiccup sea malo, pero por lo que me contaron su padre y el padre de Astrid es que, si le dieran a escoger entre lo que más quiere, él escogería a los dragones... entonces pensé: si a ti te hubieran hecho esa pregunta tú...

—La escogería a ella. —terminó la frase Nero. —Mmmmm ¡no mamá!... está bien así, ella no creo... no...

—¿No crees que no se pueda enamorar de ti? ¿No dijiste que le agradaste mucho? ¿Qué hay de eso que siempre nos dices a mí, a tu abuelo y a toda nuestra tribu?

—Nunca desaprovechen las oportunidades. —recitó Nero su mantra.

—¡Así es! ¡Ve por ella!

—Ay querida nuera, ¿por qué no dejas al muchacho en paz?, que haga lo que el corazón le diga.

—Suegro, sólo busco su felicidad, y sé que puede parecer precipitado, pero sé que mi Nero tiene las armas para encantar a cualquier chica, si es tan idéntico a su padre. —recordó melancólicamente. —Y si su padre pudo conquistarme en dos días durante el recorrido comercial, no creo que Nero tenga alguna dificultad.

—Bueno, pero en tu caso tú no estabas comprometida, no había nadie de por medio en tu corazón.

Odet frunció el entrecejo al sentir contradicción de su principal cómplice.