Parte 6

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Buenas tardes.

Que lo disfruten:

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—Pero que linda pareja...—comentó la risueña Odet, cuando su hijo y la vikinga se perdieron de la vista de los anfitriones de Berk.

Un comentario que no pasó desapercibido por Hiccup, al que le hirvió la sangre con tan sólo escuchar la palabra "pareja".

—Pero... señora...—titubeó el sudoroso Stoick, al detectar la molestia de su hijo.

—Me recuerdan a mis años de joven... ¿a usted no, jefe? —preguntó coquetamente. —¿no le gustaría darle un hermano a su hijo Hiccup? Nero siempre quiso tener uno, y él sería excelente como hermano.

—¡¿QUÉ?!

En ese momento el jefe de Berk quedó hecho una piedra ante tal insinuación.

—Ay, cómo cree... ¿qué tal si me invita un poco de esa hidromiel de la que tanto me habló? Sr. Hofferson... ¿nos acompaña? Sería también muy agradable la compañía del padre de...de la chica que acompaña a mi hijo. —acomodó rápidamente la hábil mujer. —Además de hablar sobre los tratados de comercio que tendremos.

—ah... Ah... claro... señora, con gusto. —tragó saliva el vikingo y se dispuso a acompañarla, así como al aún atónito Stoick, pero antes se dirigió por última vez a su futuro yerno. — Lo siento muchacho... pero es muy hábil...—reconoció enrojecido. —Trataré de que el tema de conversación sean sólo los negocios.

—Te lo encargo.

Hiccup resopló con cansancio, rendido también a la voluntad de los proveedores que tenían armas "encantadoras" y trucos muy buenos debajo de sus túnicas. Cuando se retiraron los mayores los demás pueblerinos los siguieron quedando sólo él y los jinetes, quienes aún pensaba que sería bueno para tomar como obsequio.

A él poco le importaba eso, ahora que estaban solo ellos era su oportunidad, espiaría de lejos a Astrid y se aseguraría que ese tipo, alias "el chico maravilla" no se pasara de la raya. Un plan perfecto que no pudo dejar de reír para sus adentros, ya que de cualquier manera se saldría con la suya.

—Toothless...—llamó rápidamente y se dispuso a montarlo, cuando de repente sintió un empujón que lo tiró al piso arenoso.

—¡Hey muchacho! ¿A dónde crees que vas? Te dije que quería preguntarte cosas de tu dragón. ¿acaso me vas a dejar aquí solito? —preguntó Emil con fingida tristeza

—Grr... me había olvidado de usted. —gruñó el vikingo escupiendo la arena que se le había metido en la boca. —Anciano... Fishlegs le puede responder todas sus preguntas... ¿verdad?

—Hiccup ¿qué sería mejor?... ¿un poco de amatista o espinela? —preguntó el regordete aun preocupado por no decidirse que tomar como obsequio.

—Muchacho... ¿por qué no entras al barco y en la comodidad de nuestra colección de rocas lo piensas mejor?... ¿por qué no se van todos? —sugirió Emil carismáticamente.

—Uhuhuhuu... —rio Fishlegs emocionado al igual que los demás y no dudaron ni un segundo en aventurarse al barco dejando a su amigo a merced de loco proveedor.

—¿Ya ves muchacho?... sólo quedamos tú y yo... Ahora, ¿responderás mis preguntas? Recuerda que de esto depende los futuros negocios que se hagan con Berk.

Hiccup volvió a gruñir enrojecido, pues no cabía duda de que su enemigo, es decir proveedor, sabía muy bien lo que hacía.

—Está bien anciano. —se levantó y sacudió la arena con molestia. —¿qué quiere saber de Toothless? —preguntó hipócritamente señalando al dragón, que trataba a su manera de comprender las cosas.

¿Propuesta deshonesta? (TERMINADA)Where stories live. Discover now