Capítulo 4

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Allí seguí­a el tren-tobús en el rí­o llenándose de agua que vení­a de la corriente. Todo era silencio, menos el sonido del rí­o.

Por fin se escuchó un ruido. Era Adelle; había salido por el tejado del tren-tobús. Medio hiperventilando se decidió a sacar a los demás del vehí­culo. Pero, en ese instante vio a lo lejos que se avecinaba una gran riada.

- Por todos los caimanes, ¡viene una riada hacia aquí!- dijo ella.

Más rápidamente que un rayo en una tormenta se metió otra vez por el techo del vehículo. Primero cogió a Gabby, que estaba medio ahogado y blanco como una nube; después cogió a los tres restantes, ya que eran muy flacos y el peso de los tres equivalí­a, más o menos, al de Gabby. Los puso en la estrecha orilla del río y les gritó: <¡Chicos, despertaos!>. A esto le acompañó un par de bofetadas a cada uno.

La riada ya se estaba acercando, así que, como no avanzaba la reanimación volvió a entrar por el techo del tren-tobús con intención de pedir ayuda en vano al medio ahogado Rappe.

- No está- dijo dificultosa y con burbujas saliendo de su boca Adelle.

Se estaba quedando sin oxí­geno y ésta vez salió por la ventana.

Rappe estaba nadando delante de ella. Tení­a el cuerpo descubierto y verde escamoso.

- ¿Rappe? Ven, ayúdame- dijo ella.

- No. Tú puedes hacerlo sola- dijo él.

- Rappe, nos vamos a ahogar todos-

- Ellos ya están medio ahogados, Adelle-

- No, están vivos- dijo Adelle con las lágrimas saltadas.

Rappe se metió en el agua y siguió adelante mientras la riada cogí­a la curva final para llegar a donde estaban ellos.

- ¡Rappe! Por favooooooor- dijo Adelle gritando y llorando.

La riada ya se podí­a percibir con los ojos vendados y Adelle intentó coger a sus amigos y llevárselos rí­o abajo pero no pudo.

Ya la riada estaba sobre ellos, incluso se habí­a tragado el tren-tobús y Adelle dijo con un grito desesperado por decir algo <¡El tiempo lo cura todo!>. Ya la riada había llegado a ellos y en cuanto la joven gritó, su anillo brilló con una luz plateada cegadora.

Adelle, con los ojos cerrados para no ver su fatal final, se extrañó; abrió los ojos y todo estaba inmóvil. Las gotas de la riada estaban paralizadas en el aire, los peces que arrastraba estaban inmóviles en una postura inquieta.

- ¿Qué ha pasado?- dijo Adelle.

- Y yo que sé- dijo Gabby.

- Gabby, ¡estás vivo!- dijo Adelle y acto seguido le dio un abrazo.

- ¿Por qué no iba a estarlo?- dijeron Iori y Joel.

- Iori, Joel- dijo Adelle y les dio un abrazo a los dos, el cual fue placentero para Joel.

- ¿No os acordáis? Nos caímos desde ahí arriba con el tren-tobús- dijo Adelle.

- Es verdad, yo me acuerdo- dijo Cassandra,

- Cassandra, estás viva- dijeron todos y la abrazaron.

Adelle les contó todo los sucedido y ellos lo recordaron perfectamente.

- Pero, ¿Pasó algo cuando dijiste eso?- dijo Cassandra

- Tenía los ojos cerrados pero recuerdo una luz que salió de mi- hizo una pausa y miró su anillo plateado con forma de puma aún brillante- chico, tengo un anillo como vosotros, no es mío. Ha aparecido de la nada.

- Ese anillo tiene poderes que influyen en el transcurso del tiempo- dijo Cassandra y añadió sorprendida:- Yo tengo otro plateado con forma de conejo-.

- Y yo otro dorado con forma de oso- dijo Gabby.

- Muy bien, os habéis dado cuenta- dijo Rappe.

- ¿Qué haces Traidor gordinflón?- dijo Adelle

- Quería que te dieras cuenta de los poderes de tu anillo-

- ¿Todos tienen poderes?-

-Sí, y por eso estoy aquí para llevaros a un sitio donde hay seres con anillos-

- ¡WOW!- dijeron los cinco.

- ¿Y cuál es mi poder?- dijo Gabby.

-¿Y el mío?- dijo Iori.

-¿Y el mío?- dijeron Joel y Cassandra.

- Lo sabréis cuando tengáis que saberlo- dijo Rappe y añadió:-seguidme-.



Luna MenguanteWhere stories live. Discover now