¿Innocent?

Nueve.

Maratón 2/3

—Hay no—brave se golpea la frente con la ventana, y trato de contener una risa por lo estúpido que se ve.

—Eres una lloricona—ruedo los ojos enfadada de lo idiota que es.

—Idiota—murmuro. pero creo que no es tan bajito, por que alcanzó a escuchar. 

Voltea a verme sus ojos llenos de rabia, sueltá una carcajada y se para con las rodillas en el asiento.

agarra mi cuello entre sus dedos y los preciona  sacándome el aire, me llenó de nervios y litros de lágrimas saladas salen de mi.

—escuchame bien perra, pague tres millones por una basura como tu. si no quieres que te folle y te golpe asta que no puedas levantarte en semanas es mejor que mantengas tu gran boca cerrada—mi cuerpo empieza a quedarse sin aire y obligó a mis ojos a no cerrarse.

Un gran movimiento saca a Brave de encima haciéndolo caer en el piso del auto, inalo fuertemente haciendo un horrible ruido y agarro mi cuello entre las manos tratando de calmar el dolor.

Brave se levanta maldiciendo a angel, y este se escusa diciendo que por poco nos chocan.

volteo a verlo, y me ve por el retrovisor del auto apretando el volante fuertemente haciendo que sus nudillos se vuelvan blancos.

susurro un «gracias» y el niega con la cabeza.

mi cuello duele, y mis fosas nasales arden por el aire que desea entrar.

—oiste perra— asiento con la cabeza pero Brave no vuelve a decir nada, solo se soba la cabeza.

llegamos a una casa gigantesca,  mucho más que la de Jhon. y claro no me asombra es Brave Clifford, es realmente hermosa, con ladrillos decoradora por fuera y grandes rosales rojos.

Pasto verde y una gran puerta de madera. una sonrisa sale de mi rostro, es casi como la casa de mis sueños.

ángel estaciona el auto frente a la casa o más bien, mansión. y brave baja al instante asotanto la puerta.

Hago lo mismo y abro la cajuela, intentando bajar las estúpidas maletas llenas con estúpida ropa que preparó el estúpido de Jhon.

ángel se posiciona a mi lado y siento la necesidad de agradecerle mil veces.

—Gracias. gracias, gracias, gracias—.

sin dejarlo si quiera contestar me abrazo a su cuello, su cuerpo se tensa y se que esta mal hacer esto.

me separó pero el jala mi brazo, y abraza mi cintura. recuesto mi mejilla en su pecho sintiéndome con toda la confianza de hacerlo, como si lo consiera de tiempo atrás.

sus brazos siguen apretandome hacia el, y me siento completamente en casa. con su mano toca mi mejilla y mariposas zombies atacan mi estómago.

—Anastasia,  donde mierda estas— de inmediato nos soltamos y agachó la mirada, incapaz de verlo por la vergüenza.

Saca mi última maleta del auto, y me sonríe. agarro cada una con una mano y camino hacia la puerta.

suelto las maletas justo donde estoy, y corro hacia el depósito un beso en su mejilla y puedo ver unas hermosas mejillas rojas en su cara.

—Gracias—corro, y recoge las maletas para adentrarme en el infierno disfrazado del cielo.

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La continuación.

Gracias a mi amiga @Lauravrico por hacerme lavado de cerebro por mensaje,  y casi con una pistola en la cabeza obligarme a subirlo.

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¡Orbua!