Veinticinco.

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Vancouver, si, estamos en vancouver. Clima helado rodeados de bosque y naturaleza.

Camino hacia el arroyo y me siento sobre el pasto húmedo, recargo mi espalda en un tronco seco y miró el vaivén de las hojas.

El aire frío relaja mi cuerpo y enfría mi mente, dios mio. ah pasado tan poco tiempo y todo está de maravilla.

Perdí mi virginidad de la manera más dulce, Brave a cambiado tanto, estamos juntos de vacaciones. Creo que no tengo tanta mala suerte como pensaba.

Cierro los ojos e inalo, me levanto sacudiendo mis jeans y me adentro en el bosque.

Hace cómo treinta minutos que brave fue a buscar leña, camino entre los árboles y doy a una casita de madera color café avellana.

Las hojas crujen bajo mis pies y las ramas secas se quiebran.

Camino a la casita y la puerta está abierta, me encaminó y puedo escuchar la lejana voz de Brave.

Me guió por su voz, hasta que doy con el. Parado frente a un gran ventanal y con el celular en su oreja. Trata de hablar muy bajito pero puedo distinguir las ganas de gritar.

—No, olvidalo.

Aprieta los puños a los lados de su cuerpo y cada músculo se tensa.

—No padre ¡Ya basta!—grita. y doy un brinquito, sigue mirando por la ventana.

Su puño golpea contra la madera y, no se, si crujen sus huesos o la madera.

—No me importa si es tu dinero.

Su voz se va calmando y lo puedo ver un poco más tranquilo.

—Ya basta, ya folle con anastasia y puedo hacerlo las veces que quiera—ouch. el planeo todo, ¿su mundo? que pasa aqui—¡Anastasia no me interesa en lo absoluto! Fue un maldito error comprarla, llevatela y saldamos la cuenta. Has lo que quieras con ella ¡solo es un jodído estorbo!. Es la chica más idiota, taciturna, torpe que e conocido.—dios mio.

Los ojos se me cristalizan y salgo corriendo de hay, idiota, estúpida, mierda, mierda, sabía que aria esto pero no quería verlo en realidad.

Corro asta la cabaña y abro la puerta provocando que choque contra la pared. La chica de servicio se gira a verme y me voy de largo sin decir nada.

Entró en la habitación y meto todas mis pertenencias en la maleta, mi ropa justo al lado de la de Brave.

Como pude creer que era real, el solo me compro para tener sexo, no para enamorarse y en un tiempo dado casarnos.

Mi rostro parece un río, terminó de arreglar mi maleta y la pongo justo a un lado de la cama. agarro mi cabello en una colá y me siento en el frío y duro suelo. Mi trasero en los talones y las manos en mis rodillas, terminando como una completa sumisa agachó la cabeza y me quedo esperándolo.

Mi cuerpo está cansado y las lágrimas no paran. Porfin la puerta se abre y desde mi posición puedo verle los pies.

—¿Ana? ¿Que haces? ¿Te sientes bien?—corre hacia mi e intenta levantarme pero no se lo permito, intenta levantar mi rostro pero tampoco lo permito—Ana, ¿Que es todo esto?.

Levanto el rostro y le veo a los ojos, el amor que sentía por el se fue.. se esfumó como si jamás existió.

—Mi amo, le pido que me tome como su mujer—su rostro se desencaja y una lagrima rueda por mi rostro.

—Ana, ¡no! dios mío, que idioteses dices..—aprieta mi quijada entre sus dedos con los ojos llenos de desesperación, bajo mi rostro a las manos de nuevo e intenta levantarme.

—Soy su sumisa amo brave, mi trabajo es complacerle y le pido me muestre mi habitación.

—Esta es tu habitación anastasia—me dice exasperado..—Es aquí, a mi lado—otra lagrima se escapa y el la atrapa entre sus labios.

Nos quedamos hay en silencio, no se cuanto tiempo a pasado ni si quiero seguir aquí.

—¿Qué pasó, ana? Por que este cambio tan radical, las cosas estaban increíbles entre nosotros.

—Soy su sumisa mi señor, mi trabajo no es establecer algún sentimiento, tan solo mero placer. Porfavor señor, le pido que me muestre mi habitación para estar lista para cuando usted quiera usarme—en ningún momento levanto mi cabeza, demostrando que esto va en serio—Soy una chica un poco idiota, taciturna y torpe. pero daré lo mejor de mi y será un placer que sea bien invertido el dinero que a pagado por mi.

—Ana que.. Oh no—murmura poniendo a trabajar la ardilla de su cerebro. Oh si. — Ana, ¡dios no ana! me escuchaste hablar con mi padre. Todo... no, yo, um ana.

—Mi habitación mi señor.

Me levanta por la cintura y Acaricia mis mejillas, pasa un dedo por mis labios y me derrito completamente, pero también el vasio se forma en mi pecho.

—Ana, quiero tenerte aquí, en mi cama conmigo cada noche.

Me mantengo en silencio y bajo la mirada, no puedo verlo, no quiero verlo.

—Veme anastasia—eso es una orden, levanto la cabeza y lo veo. al instante se da cuenta y niega con la cabeza.—¿Quieres irte a una habitación?—asiento con la cabeza y me despegó de su pecho.—Puedes regresar a mi cama cuando quieras, ¿lo sabes, no?— No contesto simplemente camino hacia la puerta.

Indignado completamente, camina hacia mi saliendo por la puerta, llegamos a una puerta y saca una llave de su pantalón. La abre y da a unas escaleras, esta todo obscuro y casi tétrico.

Bajamos las escaleras y el intenta darme una mano pero lo rechazó rotundamente.

Al término de las escaleras, enciende la luz y es el sótano. De un color crema con muebles de madera le da un ambiente muy cómodo y excitante.

La cama con telas de poste a poste, las luces livianas, la ceda y el satin poniéndole tanta pasión a la habitación.

Brave, se ve tenso y se que esto no es sólo una simple habitación. tiene secretos y espero no descubrírlos,  pronto..

Camino a la cama y dejó mi maleta, Brave se posiciona detrás de mi y pasa sus manos por mis brazos.

—No lo hagas ana.

Desabrocho cada botón de muestra camisa de mesclilla y puedo sentir como brave se aleja.  La quito por mis hombros y la tito al suelo de madera, mi sostén rojo de encaje queda al descubierto. Bajo lentamente mis mallas negras y las quito, quedando completamente expuesta. Bueno.. en ropa interior pero es mucho para mi. Abro mi maleta y saco una bata blanca de ceda. La pongo justo frente a mi en la cama y quito mi sostén. paso la bata por mi saber y me doy la vuelta hacia con Brave, la bata cae sobre mi cuerpo y mis pezones erectos.

Me agachó y saco mi braga roja, dobló la ropa interior y la meto en la maleta. suelto mi cabello y miró a Brave.

Esta paralizado viendo mi cuerpo, camino hacia el y me siento justo frente de sus pies. es realmente humillante.

—Tomame mi señor.

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¡Hola!

Oh si, setxo setxo wuuuuu!!

Chicas recomiendeme historia de wattpad, buenas, terminadas y que digan dkduudbdk la ame*-*

Gracias por sus votos y Comentarios!!

Las quiero <3!

Que tengan una linda semaaaaana.

Voten y comenten:D!

¡Orbua!

—Es aquí

¿Innocent?Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum