Parte VI: No debiste haberme dejado.

613 42 1
                                    

Lo miro incrédula, pero por alguna razón comienzo a reír

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Lo miro incrédula, pero por alguna razón comienzo a reír.

-¿Sabes James? La droga que te dan es para que la vendas, no para que la consumas-digo.

-No estoy mintiéndote, Grace.-Voltea a ver a Adam.- Espera afuera, ¿quieres?

-Sí-responde Adam.

-No, no, Adam no va a ninguna parte-exclamo.

-Tenemos que hablar, Grace.

-No quiero escuchar mentiras.

-¡Adam, sal de aquí! ¡Ahora!-grita James.

Adam hace caso y comienza a alejarse hasta que desaparece. Miro a James frustrada y el solo arquea una ceja.

-James -digo- En serio, te dan drogas para que las vendas.

-¡Basta, Grace! No me hables de esa forma.

-Tú no eres mi padre, ni siquiera tienes pruebas.

-Sí las tengo.

-¿Ah, sí? Deben ser pruebas falsas.

-Por supuesto que no.

-¿Cuál es tu prueba?

-Es una foto, donde aparecemos los tres, tú, tu madre y yo.

-Mentira.

-No, no te mentiría nunca.

-Pues adelante, enséñame.

-De acuerdo, sígueme.

James avanza hasta su cuarto y yo lo sigo. Comienza a buscar entres sus cajones mientras yo me siento en la cama de piernas cruzadas al igual que mis brazos. Después de buscar un buen rato se levanta con la fotografía en su mano, se acerca y se sienta a mi lado para mostrármela. Efectivamente esa es mi madre y yo y por un lado James. No puedo creerlo. Lo miro y comienzan a salir lágrimas de mis ojos.

-¿Por qué...te fuiste? –pregunto sollozando.

-Tu madre me engañaba. Yo estaba dispuesto a formar una familia con ella, pero al parecer ella tenía otros planes; cuando nos separamos me prometió cuidarte, pero lo peor que pude haber hecho es confiar en ella.

-No debiste haberme dejado, James. ¿Sabes cuánto sufrí? Mi madre me trataba como una basura.

-Lo sé, pequeña, pero me enteré de eso porque un compañero que le vendía drogas a tu madre me lo contó todo; no dudé ni un segundo y fui por ti. Tu madre estaba tan estúpidamente borracha que ni siquiera me reconoció.

-Típico de ella.

-Sí, creí que tenerte conmigo sería la mejor idea.

-Pero ¿no te das cuenta que es peligroso? Eres un narco, un delincuente...Como sea, siento que solo me tienes en peligro.

-Por supuesto que lo pensé, pero no te pasará nada malo pequeña, te lo prometo, sólo quiero que me des otra oportunidad, que me dejes demostrarte que puedo ser un buen padre para ti.

-James, esto es difícil...

-Lo sé. -me interrumpe- Pero sólo dame esa oportunidad, Grace. Yo te quiero, ¿cómo no podría hacerlo? Eres mi hija y me siento muy feliz de tenerte conmigo.

-Yo...No sé cómo sentirme.

-No tienes que sentirte de ninguna manera, sé que es extraño para ti pasar de ser una Collins a Grace Hiddleston.

-Espera, espera. ¿Ya me estás cambiando el apellido?

-Sí, tú eres Grace Hiddleston, debes llevar mi apellido.

-Pero James, esto es demasiado extraño. Creo que...necesito un momento.

-Está bien, lo entiendo.

-Gracias, James.

-Antes quiero hacer algo.

-¿Qué cosa?

-Esto.

James se acerca a mí y extiende sus brazos para atraparme entre ellos y darme un fuerte y cálido abrazo; es sincero, siento que de verdad me quiere, que de verdad quiere recuperar todos los años perdidos, que no me hará daño nunca. Se aleja de mí y me da un beso en la sien.

-Siempre quise hacer eso con mi pequeña.

-Adiós, James, estaré en mi habitación.

-De acuerdo.

Me levanto de la cama y salgo secándome las lágrimas con las palmas de mis manos. Esto fue algo muy fuerte para mí. ¿James mi padre? Es algo que jamás esperé. Aunque por alguna razón, ese abrazo me hizo sentir mejor.

Me encuentro con Adam en el pasillo, cerca de mi habitación. Se nota algo tenso, pero intenta ocultarlo.
-¿Estás bien? –me pregunta.

-Sí... ¿tú lo sabías, cierto?

-Sí, lo sabía, pero yo no era el indicado para decírtelo.

-Lo sé, ya no importa, solo...Me iré a mi habitación.

-Pero...-sacude su cabeza- Nada, olvídalo.

-De acuerdo, con permiso, Adam.

Paso a un lado de él y mi mano roza un poco con la suya. Mientras camino a mi habitación tomo mi blusa y la huelo un poco, todavía tiene su aroma, su perfume de hombre que me hipnotiza, que es realmente adictivo. Me inundan unas inmensas ganas de volver a estar con él contra la pared, de sentir su aliento, su aroma y de sentir esos escalofríos que se apoderan de mí cada vez que me toca. ¿Qué me está pasando? ¿Acaso me estoy enamorando de Adam? ¿Atracción? ¿Deseo? Todo es tan jodidamente confuso.

Sigo hundida en mis pensamientos hasta que llego a mi habitación, giro la perilla, entro y cierro la puerta. Voy directo hacia mi cama.
Todo ha cambiado demasiado, es increíble cómo pasé de vivir en la miseria con mi madre, una maldita alcohólica, a haber encontrado a mi padre y estar llena de riquezas; pero nada es normal, porque ahora soy Grace Hiddleston, la hija de un delincuente.+

Negocios Miserables {Adam Driver}Where stories live. Discover now