Capítulo 14.

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A la hora de almuerzo Tao terminó sentado en la mesa con los "sangre dulce", tras el monólogo de Luhan; hasta el momento todo avanzaba de forma normal, Luhan charlaba con Xiumin, Baek almorzaba en silencio, lanzando miradas furtivas a Tao de vez en cuando, su pobre ChanYeol había estado una semana ausente y en cama gracias a lo que fuera que Tao le hizo, Baek les había comentado que el médico dijo que ChanYeol tenía estrés post traumatico y le recomendaron comer en su propio salón para no toparse con Huang, al menos por una semana más, hasta que sus ticks nerviosos pararan.

También estaba KyungSoo, se veía un poco deprimido y de cierta forma ver deprimido a alguno de los sangre dulce era una debilidad para Tao, suspiró y miró a Soo, viendolo jugar con su comida.

-¿Quieres hablar de ello?- preguntó Tao sin querer ser muy invasivo pero tampoco quería parecer interesado.

KyungSoo miró a Tao unos segundos y luego negó con la cabeza, para volver a centrar su mirada en esos vegetales que realmente no quería comer.

-Está bien. Pero si necesitas algo, sabes que puedes contar con nosotros-Tao le sonrió y Kyung creyó que su sonrisa era más linda que la de su novio Kai, alto, ¿Que estaba pensando? Su moreno era más hermoso, Tao no coqueteaba con el, solo era amistoso, si, era amigable, solo eso, como siempre lo ha sido.

Una mano desordeno su cabello, era Tao, le había hecho una ligera caricia para subirle el ánimo.

Tao se alejó un poco de KyungSoo, dándole su espacio, para unirse a la conversa trivial que tenía Luhan y Xiu, mientras que Baek seguía viendo a Tao de una forma que daba para pensar.

El almuerzo se sintió extraño para Tao, su vida parecía estar volviendo a la normalidad, estaba de nuevo en la mesa de los sangre dulce y Kris ya no estaba encima de el, lo cual se le había hecho costumbre, en ocasiones durante el transcurso del día Tao lo buscó entre el alumnado y al percatarse de lo que hacía se daba un golpe mentalmente por estar buscándolo, el y Kris no eran nada, ni siquiera conocidos, no había vínculo alguno, no había motivo para buscarlo.

Pero a la hora del almuerzo no lo pudo evitar y sus ojos fueron a parar en la mesa donde estaba Oh SeHun, novio de Luhan, un tal MinHo y Kris. Vio como se reía con alguna cosa que decía el par y como a veces parecía buscar a alguien entre los jovenes de la universidad, pero antes de que sus ojos pasaran por el, volteaba con rapidez la cabeza y ponía atención a los chicos de su mesa.

<<°>>

Con esa rutina pasaron aproximadamente una semana. Ambos parecían buscarse, pero sin que el otro lo supiera.

La misma semana había sido todo un caos para Tao, entre el hambre que acrecentaba, los problemas de memoria de su padre Lay, los trabajos y esa extraña presencia que lo acosaba desde aquel día que volvió a su casa y la sintió por primera vez, sin contar que recurrentemente estaba teniendo sueños que estaban teñidos de rojo, un rojo que Tao sabía perfectamente de donde provenía era; todo aquello causándole dolor de cabeza.

-Tao...no te ves muy bien, ¿Te sientes mal?- preguntó Luhan a su lado, que le miraba desde cerca, demasiado para Tao y su hambre.

-¿M? Si. Solo estoy algo sobrecargado- contestó, tomando su distancia de Luhan.

-¿Seguro? chequeare tu temperatura- Tao no tuvo tiempo de protestar y solo reaccionó cuando ya tenía la mano de LuHan sobre su frente, sus pupilas se dilataron, sintiendo la temperatura de Luhan, la sangre que fluía por su mano, su olor; se separó con rapidez, apretando los labios al sentir sus colmillos crecer ante la cercanía. Se paró con rapidez de la mesa y mantuvo el paso hasta llegar al baño, donde se metió en un cubículo y se abrazó a si mismo con fuerza, mientras apretaba sus labios, el asistir a clases en ese estado era un riesgo, en cualquier momento podría recibir un estímulo y su instinto saldría, se apretó más a si mismo cuando sintió sus manos cambiar a aquellas garras negras características de su real, se deslizó por el muro del cubículo hasta quedar sentado en el suelo y llevó sus garras a su cabeza apretandola un poco mientras cerraba sus ojos en busca de algo de autocontrol, pero sus sueños teñidos de rojo lo recibieron y se reprodujeron de manera rápida; abrió los ojos, para evitar ver ese escenario que le causaba un mal presentimiento y hambre.

Respiró profundamente en busca de calma y tras varias respiraciones logró calmarse un poco; estaba pensando en irse a casa, no quería más encuentros que pudieran sacarlo de su frágil autocontrol, pero en ese estado sería arriesgado salir, dejó caer sus brazos sobre sus piernas, y los miró, por su cabeza surgió una idea de como menguar un poco su hambre, llevó su brazo derecho a su boca y lo apoyó en sus labios, mientras con su otro brazo cubria sus ojos con la parte del antebrazo, su equilibrio mental se estaba trizando cada vez un poco más, la falta de alimento, estaba causando estragos y las situaciones también, era como si algo o alguien quisiera verlo perder el control...

Su olfato se embriago de su propio olor y sin pensarlo, clavó sus dientes en su antebrazo, succionando su propia sangre, pero eso no sacio su hambre, la sensación del líquido en su boca y garganta le era más reconfornate y precia engañar a su estómago, pero no era suficiente, desclavo sus colmillos de su brazo, y su sangre se coágulo lentamente en su antebrazo dejando unas líneas rojas.

El sonido de la puerta principal que daba a los diversos cubículos del baño hizo que Tao se pusiera de pie, lo mas rápido que su cuerpo se lo permitió y se mantuvo alerta.

-¿Tao?- le llamaron, Tao se congeló en su lugar. Esa voz, ¿Qué hacía él ahí?¿ Lo andaba buscando?¿Para qué?. Escuchó la puerta principal, que daba a todos los cubículos ser cerrada con seguro y miró la puerta de su cubículo, escuchando las pisadas cerca de su puerta.- Tao, ¿Puedes salir? Tengo algo para ti-

Tao miró con desconfianza y el ceño fruncido la puerta del baño, siendo la mueca para la persona del otro lado, no para la puerta. Desencajo el seguro del cubículo en el que estaba y salió con cautela, viendo a Kris, apoyado en un lava manos, con los brazos cruzados sobre su cuerpo y una bolsa negra, de tela colgando de una de sus muñecas.

Kris observó de pies a la cabeza a Tao, sin pasar desapercibida la mordida que tenía en su brazo derecho. Kris agitó la cabeza con desaprobación, Tao alzó una ceja y se examinó, viendo que no había bajado la manga de su brazo. Con lentitud, dirigió su otra mano a su brazo y bajó la manga, no sacaba nada con apurarse en cubrirla, Kris ya la había visto depuesto de todo.

-Tengo algo para ti- dijo y le estiró la bolsa. Tao sin mucha confianza la miró y aspiró hondo, para tratar de saber que era- Eso no funciona. No detectaras su olor, es una bolsa aislante- sonrió con malicia. Tao se acercó y tomó la bolsa, puso su otra mano cerca de su contenido por fuera y trato de sentirlo.- Eso tampoco fun...- Kris se quedó callado, mirando a Tao, a quién los ojos le brillaban de un color rojo. Él si pudo, si pudo saber que había dentro.

Con felicidad y velocidad Tao abrió la bolsa y sacó una bolsita de 120 ml de A+. No demoró nada en clavarle los dientes y de la felicidad casi se fue de espaldas, si no fuera, por que chocó con un pilar de las separaciones de los cubículos. Kris había dado un paso adelante para atraparlo por si se caía, pero eso no fue realmente necesario.

Tao bebió con afán ese líquido rojo, olvidándose de quién se lo había dado y dónde estaba.

-¿Estás mejor?- de repente preguntó Kris. Tao lo enfocó y se puso de pie, desencajando sus dientes del plástico.

-Si. Gracias.- dijo Tao con algo de frialdad en su tono.-¿Tú, como sabías?- preguntó. Revisando el resto del contenido de la bolsa, viendo que habían mas bolsas de sangre, unas, 2 o 3 más. Sus ojos volvieron a brillar, pero no sacó ninguna.

-Tu rostro, estaba mucho más pálido y tus ojeras, son muy pronunciadas.- dijo, viendo que el rostro de Tao ya había tomado un poco mas de color, pero sus ojeras seguían muy marcadas.

-Gracias- dijo y le sonrió levemente.

-Ya que estamos aquí y podemos hablar, quería aclarte que si necesitas algo, puedes contar conmigo, al final, somos parecidos- le dijo sin gran emoción en su voz que no parecía que realmente estuviese ofreciendo su ayuda.- Dentro de la bolsa está mi número de teléfono- agregó por último antes de retirarse del baño.

Tao miró la puerta por la que salió y sonrió levemente , sintiendo algo cálido en el pecho.

Descubriendote.Where stories live. Discover now