Capítulo 45

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♣Narra la Narradora♣

—Mi nombre es Ooba Igarashi. Soy tu bisabuela.

El silencio se hizo en unos segundos, la joven observando a la mayor que al parecer examinaba su reacción. No tenía palabras y le era difícil procesar la información, había pasado tantas cosas que ahora, tan solo la llegada de noticias como estas le daban dolor de cabeza.

—¿Qué estas...

—Desde el primer momento en que te vi, me había dado cuenta de que había una conexión... –Interrumpió la mujer para seguir con su explicación– Eras demasiado idéntica a ella, no había duda de ello. Era algo impactante el enterarse también de que tenías una bisnieta.

—Pero... –No sabía exactamente que decir o tal vez era porque simplemente las palabras no querían salir de su garganta por el nudo que la asfixiaba– que... ¿Por qué? ¿Por qué no dijiste nada al respecto?

Su voz seguía temblando al igual que sus manos que estaba cerradas formando un puño. Se sentía molesta, triste o tal vez ni siquiera eran esas emociones las que sentía, pero no podía fijarse en ello. Todo le daba vueltas.

—Toshinori me había pedido que no te dijera nada. No se si lo sabes pero, él, es tu padre. El símbolo de la paz y hasta entonces nadie sabía que tenía una hija, ni siquiera él por lo que note –Suspiro pesadamente mirando fijamente al suelo–. El divulgar tu identidad sería un peligro para ti, es por eso que se decidió guardarlo en secreto por el momento.

Llevo sus manos a su cabeza, intentando equilibrarse, aunque no estaba estaba parada, sentía que en cualquier momento podría caerse. Tantas cosas, tantas cosas que ella no sabía. Todo estaba bien y de un momento a otro toda su vida se estaba hundiendo, eso es lo que sentía ahora.

Como si fuera en un destello, en su mente surgió un pensamiento. ¿Y su madre? ¿Dónde estaba ella? ¿Quién era ella?

A medida que seguían surgiendo preguntas relacionadas a esa mujer. Pequeños fragmentos aparecían en su cabeza. En cuyos fragmentos, una mujer era la que aparecía y que lo más probable, sería que ella era su madre. Pero aún así, todo era confuso.

—¿Y mi madre? ¿Donde está? –Alzó levemente la mirada a la anciana– ¿Por qué no la recuerdo?

—El que no la recuerdes, será algo que luego se examinara, pero tal vez sea porque los recuerdos que tuviste sean de cuando eras pequeña. –Alzó también su visita para clavarla en la joven– Lastimosamente ella no está en este mundo. Según tengo calculado, murió un tiempo después de que naciste. Tal vez a tus cuatro o cinco años de edad.

A pesar de que la mayor intentaba ser en lo mayor posible cuidadosa con lo que le contaba, aun así, para la chica era sorpréndete el como podía decirlo todo como así.

Bajo sus manos de su cabeza y los puso sobre sus piernas y los observo, volviéndose a sentir pérdida.

—¿Por qué no viene conmigo él a hablarme de esto?

—Después de su enfrentamiento, también está hospitalizado. Es por eso que aún no puede hablar contigo de ello.

—...

—Pero ahora, ya no estarás sola... Nos tendrás a nosotros...

—Lo siento, pero para mí... Ustedes son unos completos desconocidos.

(...)

Ella había sido la primera en habitar una de las habitaciones del internado de la U.A. Toshinori se encargó de todas las transacciones para quedar con su custodia y mientras que el internado era construido, simplemente le habían dado un departamento para quedarse.

Pero lo que más le molestaba, era que su supuesto padre, en ningún momento la encaró para hablarle o algo por el estilo.

Los únicos que llegaron a ella, fueron algunos maestros, Ooba y uno que otro Psicólogo, intentando ayudarla. Sin embargó ella no ayudó mucho en ello.

No quería hablar con nadie ni quería lidiar con nada. Era como si algo todos los días succionara sus energías, puesto que se sentía muy cansada.

Todo era un completo silencio en la habitación en donde se encontraba. Aun sus compañeros no habían llegado, y quería por un lado que nunca lo hagan. No sabía si ellos ya estaban enterados de lo que le había sucedido. Y esperaba con todo su corazón que nunca lo supieran, pero obviamente eso sería imposible.

A pesar de ser la primera, su habitación aún no había sido casi arreglada. Ya que sentía una enorme pereza en sacar las cosas, pero más aún, miedo. En aquellas cajas traían todas sus cosas que habían estado en el pequeño departamento en donde vivía con Hana.

Y ella no había sido la que trajo las cosas, ya que ni siquiera se sentía capaz de poner un pie en el lugar.

Pero no podía dejarlo así por siempre. Se armó de energías y valor, levantándose de la cama.

Observó fijamente las cajas, se mordió el labio cerrando los ojos, pues pensaba dejarlo de nuevo, pero tenia que hacerlo.

Miro la Caja más cercana a ella y la tomo entre sus manos dirigiéndola sobre la cama ya hecha. Con lentitud, fue abriéndola poco a poco.

Sacando cada una de las cosas que había ahí. Pero en el fondo, justo antes de terminar, se detuvo.

Quedó observando el interior de la caja en silencio, mientras que su corazón latía con fuerza, sin saber si luchaba para seguir viviendo por la enorme presión que sentía.

Llevo sus ambas extremidades temblorosas al interior de la caja y con cuidado fue sacando el último objeto que se encontraba.

—Hana...

Susurro con lentitud al ver la imagen en aquel bonito marco.

La foto de ellas en el cumpleaños que le había hecho a su hermana.

Llevo la imagen a su pecho abrazándolo con fuerza, mientras que volvía a recostarse en la cama. Inevitablemente comenzando a llorar.

—Te extraño... –Susurro de nuevo entre lágrimas– Vuelve...

Quien hubiera pensado que un recuerdo tan hermoso, podría ser el causante de aquella desgarrante tristeza. 

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Hellouda.

Bueno, vuelvo después de una semana y ya les hago llover de vergazos ¿No?

Pero bueh. No actualice la vez pasada por flojera y porque tenía muchos trabajos, aún los sigo teniendo, pero les traigo adelantado porque si lo dejó para mañana no lo hubiera hecho. XD

Bueno, dejen su Estrellita y hasta el próximo capítulo. 

I am your hero- Bakugou KatsukiXTú [SIN EDITAR]Where stories live. Discover now